El sindicato sale al paso de una denuncia en las redes sociales sobre un aborto en una habitación.
El Sindicato de Técnico de Enfermería (SAE), a través de su secretaria autonómica en Melilla, maría del Carmen Guerrero Jurado, denunció ayer, a través de un comunicado de prensa, las “acusaciones infundadas” por parte de algunos usuarios del Hospital Comarcal de Melilla “para menospreciar y degradar a los profesionales que integran la plantilla del centro hospitalario”. SAE aclaró que “los profesionales sanitarios, independientemente de la unidad asistencial en la que presten sus servicios en el centro, trabajan en todo momento cumpliendo los protocolos establecidos para cada actuación, interviniendo siempre con eficacia y rigurosa profesionalidad”, aclaró el sindicato en su nota. La denuncia sindical responde al relato de unos hechos que aparecen en las redes sociales, acompañados de un vídeo, sobre lo acontecido en la habitación de una parturienta que acababa de ingresar para que se le practicara una cesárea. Un aborto en planta Según se explica, mientras la hermana de la denunciante se encontraba dándose un ducha en el aseo preparándose para la intervención, una enfermera golpeaba la puerta para que abriera ya que, según relata, tenía que tirar una compresa con sangre. Siempre según la versión de la denunciante, esta supuesta compresa con sangre eran en realidad los restos del aborto que se había practicado a la compañera de habitación allí mismo. Ante las protestas a las enfermeras respecto a que un aborto se debería realizar en un partitorio, sigue el relato, éstas respondieron: “No sabiamos nada de protocolos hospitalarios”. Una respuesta que tal y como explica en su relato en redes sociales “lo hizo alzándonos la mano”. El sindicato califica esta denuncia de “injuria” y asegura que son fruto del “desconocimiento y la falta de entendimiento del modo de proceder en los hospitales”. Por ello, aclara, sale en defensa de la plantilla de profesionales del Comarcal. También manifesta que la atención sanitaria que se presta al usuario es de calidad, “independientemente de su religión, su ideología o su cultura. Y lo hacemos con la mayor profesionalidad y competencia, trabajando siempre según las pautas marcadas por los protocolos y unidos por alcanzar el objetivo último de la sanidad: garantizar el bienestar del paciente”, explica el comunicado.