l Un menor acogido en La Purísima muestra su arte como pintor en una exposición en el Club Marítimo l Bienestar Social busca dar otra imagen de estos niños.
Cuando Abde-Ghafor El-Alami llegó a Melilla, pasó un tiempo merodeando por el puerto de la ciudad. Como tantos menores extranjeros, su meta era embarcarse de polizón en uno de los buques que parten hacia la península. Afortunadamente, desistió de ejecutar ese arriesgado plan.
En lugar de probar suerte entrando a hurtadillas en algún barco, este adolescente llegado de Fez (Marruecos) fue uno más de los menores extranjeros no acompañados (menas) que encontraron cobijo en el centro La Purísima, donde empezó a dar muestras del gran talento que atesora.
Una pared blanca. Ése fue el lienzo donde con un pincel empezó a plasmar el paisaje que tenía grabado en su memoria. Los trabajadores del centro quedaron admirados del arte que derrochaba ese chaval llegado a Melilla hace dos años, cuando él contaba 16. Abde-Ghafor estaba dispuesto a demostrar a la sociedad que los menas tienen otra cara muy diferente a la que se piensa. Una imagen que a muchos sorprenderá.
Tras ese primer cuadro llegaron más y más obras pictóricas, todas con la firma del mismo artista. Tal capacidad creadora ha permitido a este joven, que acaba de cumplir los 18 años, protagonizar una exposición que el Real Club Marítimo de Melilla acogerá hasta el próximo día 25.
La cara diferente
Ayer fue inaugurada la muestra, a la que acudió el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, quien está luchando por difundir “la cara diferente de los menas”. “No es justo pensar que todos ellos cometen delitos, porque eso no es real”, subrayó Ventura.
Abde-Ghafor considera que ha sido su estancia en La Purísima lo que le ha permitido desarrollar su arte. “Aconsejo a todos los niños que están en la calle que vengan al centro. Conocí a chicos que murieron por querer colarse como polizones en un barco. Sé de otros que estuvieron graves en un hospital por intentarlo. Por eso recomiendo a esos niños que entren en La Purísima”, proclama.
Abde-Ghafor El-Alami agradece a ese centro y a la Consejería de Bienestar Social el apoyo para lanzar su carrera artística. Cuenta que antes de llegar a Melilla había pintado “medio Fez”
Daniel Ventura reconoció haberse sorprendido por este artista salido de La Purísima. “Al ver allí ese mural tan grande y tan bonito pensamos que teníamos que dar esa otra imagen de un menor extranjero con talento”.
La obra de Abde-Ghafor El-Alami tiene temáticas muy variadas, desde paisajes naturales hasta urbanos, pasando por bodegones que llaman la atención por la nitidez con la que están pintados.
En muchos de sus cuadros de lugares a la intemperie se advierten bandadas de pájaros. Quizá una muestra de la libertad que todo artista necesita para dar rienda suelta a sus sentimientos.