El letrado de la Asociación Pro Derechos Humanos desconfía de que estos exámenes sean fiables.
Las pruebas practicadas para determinar la edad de los menores extranjeros no acompañados (menas) que llegan a Melilla vuelven a ser centro de las críticas. Diego Boza, abogado de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), aseguró ayer a El Faro que si un examen médico tiene un margen de error de dos años hacia arriba y hacia abajo “entonces no sirve”. Además, Boza señaló que le han llegado opiniones que apuntan a que “según se apriete la mano” sale un resultado u otro. El abogado se refiere a las radiografías practicadas en las extremidades a los menas para determinar si son menores o adultos. Como ya publicó El Faro el pasado martes, casi seis de cada diez pruebas de edad practicadas el año pasado en Melilla concluyeron que el supuesto mena era mayor de edad. Desde la ONG Prodein han criticado en varias ocasiones estos resultados porque aseguran que en lugar de fallar siempre a favor del menor, se dan casos en que la prueba arroja que el menor tiene 17 años y se le suman dos años. A partir de ahí la Administración se desentiende al dar por hecho que el mena es ya un adulto de 19 años. Sin embargo, en Ceuta ocurre todo lo contrario: El 60% de esos exámenes demuestra que el mena es menor de edad. “No sabemos a qué se debe esto. Las pruebas son iguales para todas las comunidades autónomas”, concluye Boza.