La denunciada alega que el piso no tiene cédula de habitabilidad, lo que le ha perjudicado para pedir ayudas.
El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 ha accedido a la suspensión del juicio por una reclamación de cantidad por la imposibilidad de tomar declaración al denunciante. El proceso se inició tras la denuncia del propietario de una vivienda contra la mujer a la que había alquilado la misma por deberle varias mensualidades.
Ella alega que el piso no tiene cédula de habitabilidad, lo que le ha ocasionado perjuicios “serios”. En principio, el proceso judicial se ha seguido hasta ahora por un desahucio, pero dado que la inquilina abandonó la vivienda el pasado mes de abril, el casero ahora le reclama las mensualidades que no abonó y que suman un total de 3.619 euros. La abogada defensora de la inquilina denunciada explicó que el casero no ha cumplido con algunos aspectos del contrato de alquiler, como es que la vivienda cumpla con todos los requisitos.
Concretamente, aseguró que el piso no tiene cédula de habitabilidad. Este hecho le ha provocado perjuicios “serios”, alegó la abogada defensora, pues su cliente, por ejemplo, no ha podido acceder al programa de ayudas al alquiler de la Ciudad Autónoma. La letrada facilitó al juez y a la parte denunciante un certificado de la Consejería de Fomento que constata la falta de la cédula de habitabilidad, según dijo. Dadas las circunstancias del caso, ambas partes, denunciante y denunciada, destacaron la importancia de que el casero comparezca en el juicio para prestar declaración. Pero un problema de salud le impidió asistir, por lo que el juicio fue suspendido.