l El Barkani dice que “un nacional de Melilla” habría identificado el cadáver l La Guardia Civil telefoneó a un contacto del móvil que llevaba el fallecido y respondió una persona que vive en Melilla y que dijo conocer la edad del joven
El joven de origen marroquí, cuyo cadáver fue localizado el martes junto al faro de Melilla La Vieja, tras caer accidentalmente por el acantilado, tendría 18 años. Así lo aseguró ayer el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, que destacó que las primeras investigaciones apuntan a que el joven era mayor de edad, aunque en un primer momento se habló de que podría tratarse de un menor.
El Barkani indicó que se ha abierto una investigación judicial sobre este suceso. No obstante, resaltó que la actuación de la Guardia Civil ha permitido localizar a un “nacional de Melilla” que podría identificar al fallecido con el que tenía contacto. La Delegación del Gobierno explicó a El Faro que entre las pertenencias del fallecido había un teléfono móvil desde el que la Guardia Civil llamó a un número de Melilla, guardado en la lista de contactos. La persona que respondó a la llamada, en principio, pudo corroborar la identidad del cádaver.
No obstante, el delegado del Gobierno destacó que fueron la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, y el responsable de menores de la Ciudad, quienes le aseguraron el martes que el joven nunca había estado en un centro de menores de Melilla y que “no tenían datos de esta persona”.
Se precipitó desde el faro
A la espera de las conclusiones de la investigación, todo indica que el joven se precipitó por el acantilado cuando pretendía bordear el faro para llegar a las escolleras del puerto con objeto de intentar viajar como polizón en los buques que enlazan con la península. “Parece que es un sitio por el cual los menores y adultos pasan para acceder al puerto”, apuntó el delegado del Gobierno. De hecho, El Faro viene denunciando desde hace un mes que es así, a través de numerosas fotografías. Sin embargl, el Barkani ha lamentado que se haya producido “esta desgracia que podría haber ocurrido en cualquier otro momento y en cualquier otra zona”.
Asimismo, resaltó que, en numerosas ocasiones, menores y adultos inmigrantes han tenido que ser rescatados entre amasijos de chatarra o entre el polvo de una hormigonera de camiones que embarcaban a la península. “Desgraciadamente es un problema que, yo diría que incluso por fortuna, lo hemos vivido poco”, aseveró el delegado que añadió que “son muchas” las situaciones de peligro a la que se exponen estas personas.
En cuanto a la posibilidad de mejorar la seguridad de la zona desde la que el joven pudo caerse, El Barkani aseveró que “no se puede poner una alambrada a todo el recinto de Melilla La Vieja por el que acceden”, pues añadió que algunos inmigrantes incluso entran por la puerta del puerto.
Para el delegado del Gobierno, hay que “alentar a los menores que buscan refugio a que vayan a los centros habilitados, tratando así de evitar que pongan en riesgo su vida”, pero no aclaró quién debía hacer esa labor.
No obstante, El Barkani insistió en que se han tomado medidas para evitar que menores y jóvenes inmigrantes lleguen al puerto comercial por esta zona del faro. Aunque también reconoció que serán “insuficientes si no se consigue lo más importante, que es convencer a estos inmigrantes de que ir de polizón no es una opción para mejorar las condiciones de vida”.