El nuevo contrato de navegación marítima, que ha sido adjudicado a Acciona Trasmediterránea y que aún no ha entrado en funcionamiento, está recibiendo numerosas críticas.
Es cierto que tal vez el procedimiento se podría haber hecho de otro modo, sobre todo, de una manera que no nos hubiera obligado a los melillenses a esperar dos años, un retraso del que, por otro lado, tienen gran parte de culpa las propias compañías navieras.
También es verdad que quizá los nuevos horarios han levantado una polémica a la que no habría habido lugar si, por ejemplo, se hubiera consultado a los propios usuarios a través de encuestas a pie de barco.
Igualmente, no cabe ninguna duda de que la experiencia que tenemos los melillenses con Acciona Trasmediterránea no da pie a hacer muchos elogios hacia esta naviera.
Sin embargo, difícilmente el nuevo contrato marítimo podría ser tan malo como para ser peor que el actual. Los melillenses que esta Semana Santa adquieran un billete de Trasmediterránea para viajar a Almería no tendrán ninguna duda cuando embarquen en Las Palmas de Gran Canarias de que cualquier tiempo pasado no fue mejor. Difícilmente será posible encontrar hoy día una bazofia flotante similar navegando por el litoral español. Los melillenses deberíamos instituir como festivo el día que levante anclas por última vez en Melilla y su silueta se pierda en el horizonte.
Ese adiós definitivo a Las Palmas de Gran Canarias será posible gracias al nuevo contrato de navegación marítimo y ése es un mérito que hay que reconocer a quienes ha hecho posible el cambio.
También habrá que ofrecer a Acciona Trasmediterránea la enésima oportunidad de empezar a limpiar su imagen entre los melillenses. El reto para esta compañía debe ser aproximarse y luego tratar de superar el nivel de calidad que ofrece Armas en sus barcos. Mientras no lo consiga, la naviera canaria continuará contando con una razón para hacer rentable su enlace con Motril. Precisamente este magnífico servicio y la constante caída de pasajeros en la ruta con Málaga es lo que pone más nervioso a Paulino Plata, presidente de la Autoridad Portuaria en esa ciudad andaluza. Al conocer que el contrato había sido adjudicado de nuevo a Acciona Trasmediterránea, Plata se echó las manos a la cabeza viendo lo que supuestamente se le viene encima en forma de continua pérdida de tasas portuarias por pérdida de pasajeros.
Ni a este lado del Estrecho ni al otro hay demasiada confianza en el servicio que pueda ofrecer a partir del día 1 de mayo Acciona Trasmediterránea. No obstante, el hecho de haber ganado el contrato por una suma tan baja debería empujar a la adjudicataria a buscar la rentabilidad compitiendo con Armas por intentar recuperar el número de pasajeros con el que contaba cuando trabajaba sin competencia.
Aún oiremos hablar bastante del contrato de navegación marítima y de la adjudicación a Acciona, sobre todo teniendo en cuenta el periodo de precampaña en el que ya estamos inmersos. Sin embargo, hasta mayo no sabremos cuán malo es este ‘contrato histórico’ o cuánto ha cambiado a mejor el servicio. Sin duda, mejorará porque durante estos años Trasmediterránea ha conseguido que sea imposible contar con unos barcos peores.