El presidente de Melilla apunta que “por fin podrá hablar”, pues hasta ahora “no le habían dejado”.
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, señaló ayer que está “la mar de tranquilo” tras conocer que el Tribunal Supremo ha abierto una causa para investigar si cometió un delito de prevaricación en la contratación de un abogado por parte de la Ciudad Autónoma en el año 2000, el conocido como ‘Caso Abogados’. El máximo dirigente del Gobierno local compareció ayer ante los medios de comunicación en Ceuta, donde se encontraba participando en una cumbre bilateral entre ambos ejecutivos, pocos minutos después de conocerse la decisión del Tribunal Supremo.
A preguntas de los periodistas, Imbroda declaró que no podía decir “que estuviera encantado”, pero sí “satisfecho, desde cierto punto de vista”. En este sentido, señaló que “por fin podrá hablar” para pronunciarse ante la Justicia sobre el ‘Caso Abogados’. “Hasta ahora no me han dejado dar explicaciones”, subrayó.
Asimismo, insistió en que está “la mar de tranquilo” y recordó que ya había explicado públicamente lo ocurrido con la contratación de este abogado. “Se le pagó una minuta por un trabajo que había realizado, con todas las condiciones legales”, subrayó.
Además, recalcó que ni en aquel entonces ni posteriormente los técnicos de la Ciudad Autónoma le advirtieron de que podría estar incurriendo en una irregularidad. “Nunca me dijeron nada ni los técnicos ni el interventor”, abundó. “No lo entiendo, la verdad. Abogados se han contratado a decenas”, agregó.
Así pues, el presidente se puso a disposición del Tribunal Supremo para que éste le llame cuanto antes y pueda dar las explicaciones pertinentes sobre lo ocurrido. “Mi versión es la verdad”, aseguró. “No tengo ningún tipo de historia con esto, ni sentimiento alguno de que se haya podido conculcar una ley”, agregó Imbroda. “No me he llevado ni un duro, como siempre”.
Además, subrayó que ha tenido “la mala suerte” de que, en primera instancia, no pudo realizar ninguna aclaración “porque no le dejaron”.
“Al ser aforado, lo han mandado a Madrid, han visto los documentos y han tomado esta decisión. Me pongo a disposición del Supremo desde este momento. Cuanto antes me llame, mejor”, manifestó el presidente de Melilla ante los medios de comunicación. “Lo estoy deseando”.
Eso sí, Imbroda admitió que la decisión de la Justicia “le ha sorprendido”, aunque subrayó que la “respeta al máximo” e insistió en que está a completa disposición del Supremo. “Lo que más deseo es que me llamen pronto para explicarme”, reiteró.
Convencido de su inocencia
El máximo dirigente del Ejecutivo local se mostró “completamente convencido” de que no se produjo ninguna irregularidad con la contratación de este abogado. “No soy catedrático de Derecho Administrativo, pero se están poniendo las cosas, a nivel político, que para ser alcalde o presidente habrá que ser catedrático y además interventor del Estado. En este caso no hubo mala fe, no hubo dolo ni intención de engañar. ¿Qué hubiera ganado yo? No existió mala intención, soy el primer sorprendido. Ni idea de que eso pueda ser, presuntamente, un delito de prevaricación”, aseveró.
Además, destacó que hay “muchas sentencias del Supremo” diciendo que el interventor y los técnicos deben advertir en estos casos de que se puede cometer una legalidad, máxime “cuando uno es profano en la materia”.
“Si a uno le dicen que algo está mal y lo hace, entonces sí es prevaricación, porque hay mala fe. Si no se sabe nada, pues le pillan como a un pardillo. No hay nada de nada, pero tengo que explicarlo. Estoy deseando ir para allá (el Tribunal Supremo)”, agregó. Por otro lado, afirmó que el corrupto es “quien se lo lleva caliente” y pidió diferenciar este tipo de casos de los errores administrativos.
“A ver si en este país de una vez vamos clarificando. Los ciudadanos sí lo distinguen, pero creo que tenemos que poner negro sobre blanco para evitar confusiones”, concluyó el presidente de la Ciudad Autónoma.