Uno de ellos pereció ahogado en mayo y otro fue hallado muerto tras un salto a la valla en julio, según fuentes de la Benemérita.
El año pasado un total de 4.417 inmigrantes logró llegar a territorio español y fueron auxiliados por la Guardia Civil. Trece de ellos fallecieron en el intento, dos en Melilla, uno en mayo y otro en julio, según consta en la Memoria de la Responsabilidad Social Corporativa que la Dirección General del Instituto Armado dio a conocer ayer. Fuentes de la Benemérita, el inmigrante fallecido en mayo fue hallado ahogado en su intento de llegar a la costa melillense, mientras que el otro inmigrante falleció en julio tras un asalto masivo a la valla. Una patrulla de la Guardia Civil encontró el cuerpo del joven subsahariano a pie de valla. No presentaba signos de violencia y, según los resultados del autopsia, la muerte se produjo por una parada cardiorespiratoria.
Todos los inmigrantes rescatados sin vida por la Guardia Civil fueron hallados en las costas andaluzas, Melilla y Ceuta, según se refleja en la Memoria Corporativa del 2013 del Instituto Armado. Ello da muestra del cambio en las rutas de la inmigración que, tras el refuerzo de la seguridad en aguas del Atlántico y Estrecho. Los inmigrantes optaron a partir de ese momento por la ruta terrestre.
Desde entonces la presión migratoria sobre la valla de Melilla y Ceuta no ha dejado de aumentar.
La Dirección General de la Guardia Civil destaca la labor de sus agentes “dentro del ámbito de la dedicación y el compromiso humanitario” frente a la inmigración irregular. Subraya el hecho de que en los últimos años España se ha convertido en uno de los principales estados receptores de inmigrantes. “La cercanía de nuestro país al continente africano ha provocado que nuestras costas sean destino de este tipo de inmigración que, por su carácter, se realiza en unas condiciones pésimas de seguridad”, indica el informe.
Control de flujos migratorios
La Dirección General destaca la colaboración de la Unión Europea, que gracias a una mayor inversión en recursos humanos y materiales, ha permitido obtener buenos resultados en el sistema de vigilancia de alerta temprana, SIVE, en el entorno atlántico y mediterráneo.
El éxito de esta estrategia se plasma en el cambio de la ruta de los flujos migratorios hacia el interior del continente africano. La colaboración de Marruecos y Argelia también hizo descender en 2013 la llegada de pateras a las costas españolas, en unas cifras que la Guardia Civil califica en su informe de “asumibles”.
Dado que la vía marítima está más controlada y vigilada, la inmigración irregular cambia de estrategia y opta por las rutas terrestres. También en este aspecto la Dirección General destaca la consecución de fondos europeos para “reforzar las capacidades de vigilancia de las fronteras exteriores de la UE, principalmente en Andalucía, Melilla, Ceuta y Canarias”.
Cuatro secciones unificadas en una sola compañía
Otro de los aspectos que la Memoria de Responsabilidad Social Corporativa de 2013 de la Dirección General de la Guardia Civil destaca de Melilla es la unificación de las cuatro secciones existentes en una sola compañía. Según explicaron fuentes de la Comandancia melillense, esta reestructuración interna se llevó a cabo, por una parte, para da una mejor respuesta a las necesidades del trabajo en la Comandancia y así aumentar la calidad del servicio al ciudadano. Por otra parte, la reorganización ha tenido beneficios para la propia plantilla de guardias civiles en aras de una mejor conciliación de la vida laboral y familiar.