El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) afirma que en lo que va de año han sido 6.000 los inmigrantes que han llegado de manera irregular por mar y por tierra a las ciudades de Melilla y Ceuta.
De éstos, el 41,7%, es decir, 2.500 inmigrantes son de nacionalidad siria, que han huido de la guerra en su país, incluyendo mujeres y niños. Es una de las conclusiones extraídas del seminario sobre asilo y protección internacional que Acnur celebró la semana pasada en Madrid.
En los debates de las distintas mesas con expertos salieron a la luz cuestiones “tan acuciantes”, como la situación migratoria en Ceuta y Melilla, donde el porcentaje de personas procedentes de países que generan refugiados y llegan a estas ciudades se mantiene en torno al 60%, encabezado por los sirios.
Los participantes expresaron sus críticas a la propuesta de enmienda a la Ley de Extranjería que busca “la legalización de las devoluciones automáticas”, actualmente en trámite parlamentario y se plantearon los actuales retos para la acogida e integración de refugiados y posibles apoyos por parte de entidades religiosas y otros actores.
“No podemos mirar hacia otro lado y no podemos seguir dando vueltas alrededor de este tema. Hay que afrontarlo y hacerlo con pragmatismo, sin simplificar las soluciones”, afirmó el presidente de honor de España con Acnur, Antonio Garrigues, en el seminario refiriéndose a Melilla y Ceuta.