La mesa interconfesional convocó una concentración por la paz para este domingo, pero no pidió la autorización a tiempo en Delegación l El acto será el día 18 y no coincidirá con el anunciado por el Papa
Un despiste lo tiene cualquiera, eso está claro. Incluso al vicario episcopal, Roberto Rojo, se le puede ir el santo al cielo. Rojo convocó este lunes una rueda de prensa “urgente” de la mesa interconfesional de Melilla para anunciar que este domingo se organizaba una concentración por la paz en la plaza Menéndez Pelayo para unirse a la invitación del Papa Francisco a realizar ese día una jornada de oración contra los conflictos armados de Siria, Oriente Próximo y el resto del mundo. Rojo aseguró que teniendo en cuenta la interculturalidad de nuestra ciudad, le pareció que era el lugar más adecuado para unirse a este acto por la paz. Sin embargo, el vicario olvidó un pequeño detalle: Pedir permiso a la Delegación del Gobierno para esta concentración.
Cualquiera que lea la prensa en Melilla sabe que en los últimos meses numerosas concentraciones se han quedado sin autorización por no presentar la documentación “en tiempo y forma”. El Consejo Estudiantil de Melilla (Cemel) tuvo que pagar 3.000 euros por hacer caso omiso a la prohibición de una protesta a final del año pasado. Los últimos en quedarse sin permiso por no llevar a tiempo los papeles fueron los responsables de la Plataforma por la Paz, una entidad que a pesar de llevar creada sólo un mes ya ha conseguido perder a gran parte de los integrantes que se adhirieron a ella en un primer momento y quedarse sin autorización para concentrase en dos ocasiones. Ahora, el vicario se suma a este “despiste” generalizado de los manifestantes melillenses y no podrá llevar a cabo la concentración el domingo.
El vicario episcopal, eso sí, no ha esperado a que sea la Delegación la que anuncie que el acto no está autorizado, sino que él mismo ha reconocido su error y ha decidido cambiar la fecha para esta concentración silenciosa, en la que una oración ‘aconfesional’ iba a ser la protagonista. El acto se desarrollará, si esta vez no hay olvidos, el próximo jueves 18 de septiembre a las 19:00 horas en la Plaza Menéndez Pelayo. Será imposible por tanto coincidir con la fecha que el Papa había marcado en el calendario para orar todos juntos por la paz en el mundo. Aunque en realidad, en Melilla tampoco es novedad que se hagan conmemoraciones en días distintos a los establecidos en otros lugares.
Sea como sea, resulta curioso que en una ciudad de apenas doce kilómetros cuadrados y menos de 100.000 habitantes, donde todos, más o menos, nos conocemos y el que más y el que menos sabe cómo funciona la administración, unos tras otros caigan continuamente en el mismo error. El dicho popular señala que el ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra, en el caso de Melilla, parece que son más de dos los tropezones que se han dado en el escalón de entrada a la Delegación.
El plazo para entregar la solicitud de autorización para una concentración es de diez días antes de la celebración de la misma. En el documento sólo hay que indicar cuándo, dónde, por qué y quién convoca el acto. Normalmente, si se entrega en tiempo y forma, la respuesta suele ser afirmativa. Desde los sindicatos han criticado en varias ocasiones, que la Delegación se ha puesto en los últimos tiempos mucho más exigente en el control de la celebración de este tipo de actos, pero lo cierto es que, a priori, no parece muy difícil cumplir con lo establecido. En cualquier caso, si se trata de un imprevisto, existe la posibilidad de indicar en la solicitud que se trata de una convocatoria de carácter urgente.
Llegados a este punto, lo que está claro es que la mesa interconfesional ha llegado tarde. Aunque también es cierto que cualquier momento es bueno para pedir la paz en el mundo.