La CEME afirma que en su mayoría son marroquíes con permiso de residencia en España que retornaron de la península.
El número de autónomos extranjeros aumentó en Melilla un 16,4% en los primeros seis meses del año, según los datos del informe de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). En número absolutos el crecimiento ha sido de 94 autónomos extranjeros, pasando de los 573 en diciembre de 2013 a los 667 a fecha de junio de este 2014. Del total de afiliados a la Seguridad Social en Melilla en régimen de autónomos, 3.895, los ciudadanos extranjeros suponen el 17,1%.
La tendencia al alza del número de emprendedores de origen extranjero en Melilla fue acorde al incremento nacional, de un 6,2%, con 13.862 autónomos más que en diciembre de 2013. De hecho, la ciudad autónoma fue la que más creció por encima de la media nacional, solamente por detrás de Baleares donde los autónomos extranjeros crecieron un 27,1%.
No obstante, en Melilla la cifra de autónomos no ha dejado de crecer en los últimos meses, lo que resulta un dato positivo, según destacó ayer en declaraciones a El Faro el secretario de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME), Jerónimo Pérez. Subrayó que en los últimos cinco años en Melilla se han inscrito más de 600 trabajadores autónomos. Pérez explicó que estos buenos datos vienen favorecidos por las ayudas y apoyo económico, por parte de las Administraciones Públicas al emprendimiento y por la posibilidad de capitalizar la prestación por desempleo para iniciar un negocio.
Emprender para sobrevivir
El trabajo por cuenta propia se erige, en opinión del dirigente de la CEME, como una opción alternativa para los parados para poder “sobrevivir” mientras vienen tiempos mejores y porque encontrar un trabajo hoy día en Melilla resulta muy difícil.
En este aspecto coincide con él el responsable de autónomos inmigrantes de ATA, Guillermo Guerrero, quien justifica el incremento generalizado del número de estos trabajadores por cuenta propia a que “el emprendimiento es una fórmula eficaz de incorporarse al mercado laboral y salir adelante”.
Marroquíes retornados
Por otra parte, el secretario de la CEME afirmó ayer que en la mayoría de los casos, los nuevos autónomos extranjeros en Melilla son marroquíes con permiso de residencia en España y, además, retornados de la península. Pérez explicó que se trata en general de trabajadores por cuenta propia o ajena que tenían su trabajo en la península, principalmente, en el marco mediterráneo, como Cataluña o la Comunidad Valenciana, y que, tras perder su empleo, vuelven a Melilla. Se establecen en la ciudad autónoma y viendo las dificultades para encontrar un trabajo optan por el autoempleo.
Ciertamente, el informe de ATA sobre los trabajadores autónomos extranjeros destaca que el mayor incremento del colectivo procede de Italia, con un 13,4%, Marruecos, con un 11,1% más, seguido de lejos por búlgaros con un incremento del 7,5%.
Datos nacionales
Continuando con el informe de ATA, en todas las autonomías se registraron subidas en el número de autónomos extranjeros. Por detrás de Baleares y Melilla se situaron Ceuta, con un 8,4%, Murcia, con un 7,5%, y Andalucía, con un 6,9% más. Con crecimientos iguales a la media nacional (6,2%) se situaron la Comunidad Valenciana y Cataluña. Frente a esto, los menores incrementos se dieron en Galicia, un 0,6%; Canarias, un 1,5%; Castilla la Mancha, un 1,8%, y Extremadura, el 1,9%.
El riesgo de convertirse en empresas ‘zombies’
El secretario de la CEME, Jerónimo Pérez, se mostró ayer muy satisfecho por el aumento en el número de trabajadores autónomos que registra mes a mes Melilla. Sin embargo, estos datos, que se toman como signo de la recuperación económica no son un paradigma. “Esto no es sumar uno y uno y que siempre dé dos”, apostilló Pérez. El emprendimiento es “una vía para sobrevivir”, pues viene favorecida por la posibilidad del trabajador parado de capitalizar su prestación y acceder a ayudas de la Administración para el emprendedor. El secretario de la CEME cree que habrá que analizar la situación dentro de dos años, por ejemplo, para ver cuántos de los autónomos que hoy iniciaron una empresa, continúan. La estabilidad de estas nuevas empresas determinará si la recuperación de la economía y el tejido productivo de la ciudad es una realidad. Sin embargo, esta situación de favorecimiento y apoyo al emprendedor deja de lado y discrimina, en cierta manera, a los empresarios que ya emprendieron y que la crisis les está ahogando y sobreviven como pueden. Pérez cree que la Administración discrimina de alguna manera a estos empresarios, que tienen verdaderos problemas para acceder a la financiación. Estas empresas de toda la vida generan empleo estable y se están viendo ya sin recursos. “Se les acaban todas las huchas y ni siquiera pueden plantearse reducir plantilla. Corren el riesgo de convertirse en empresas zombies”, apuntó Pérez.