Ayer por la noche volvieron los Conciertos a Luna en Melilla La Vieja. En esta ocasión, la actuación corrió a cargo de la argentina Marcela Ferrari, que ofreció al público de la ciudad autónoma una sugerente mezcla de jazz y tango.
La cantante de Buenos Aires, afincada en Madrid desde el año 1986, mostró su mejor repertorio con su particular estilo, ofreciendo unas melodías y letras originales a la par que actualizadas, pero siempre respetando el origen del género. Eso sí, siempre dándole un toque personal.
La argentina visitó Melilla inmersa en la gira de promoción de su disco Tangos Propios II, trabajo en el que ha contado con la colaboración de un trío de artistas de altura, como son Martirio, Kepa Junquera y Jorge Drexler.
El de anoche fue el segundo concierto nocturno de este año en Melilla La Vieja y el primero en la Plaza Pedro de Estopiñán. Como es habitual en estas actuaciones, el ambiente íntimo del lugar hizo que la cantante y el público conjugaran a la perfección.
La plaza, hasta arriba
Fue difícil encontrar asiento en la terraza del kiosko de esta simbólica plaza, pero los que se animaron a disfrutar del concierto no dudaron en verlo de pie o sentados en cualquier bordillo.
Además, el buen tiempo que hizo anoche puso el broche ideal para disfrutar de un poco de música al aire libre.