La noticia de la abdicación del Rey Don Juan Carlos tomó ayer a España por sorpresa.
Aunque se había especulado sobre el tema, nadie esperaba que el presidente Mariano Rajoy anunciara, en torno a las 10:30 horas, la determinación del monarca de renunciar al trono.
Don Juan Carlos había tomado la decisión en enero pasado y así se lo había comunicado al Príncipe de Asturias,
al presidente Rajoy y al jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. Los tres, además de la Reina y Doña Letizia, sabían que el anuncio se produciría después de las elecciones europeas del pasado 25 de mayo, para evitar entorpecer el desarrollo de los comicios.
Luego la fecha empezó a moverse, buscando encajar las agendas de todos los portadores del secreto de Estado. A sugerencia de Rubalcaba se decidió que Doña Letizia y el Príncipe estuvieran en España el día del anuncio de la abdicación del Rey. Y así ha sido.
La noticia conmocionó ayer a la España monárquica y, sobre todo, a la republicana. Prueba de ello han sido las protestas protagonizadas por miles de personas en las principales ciudades españolas, reclamando un referéndum que acabe con la designación del jefe de Estado español por derecho de cuna.
Inmediatamente, el presidente Rajoy anunció la necesidad de aprobar una Ley Orgánica que regule la abdicación, de manera que el Príncipe Felipe asuma la corona como Felipe VI en un clima de normalidad democrática.
En Melilla, el presidente Imbroda convocó a la prensa para mostrar su gratitud al Rey Don Juan Carlos, minutos después de que el monarca se dirigiera a la nación en un mensaje televisado. Con traje gris y gesto cansado, el Rey Don Juan Carlos explicó los motivos que le llevaron a dar paso a la gente joven.
Por su parte, el presidente Imbroda destacó la importancia de la visita que Don Juan Carlos y Doña Sofía hicieron a nuestra ciudad en 2007 y avanzó su esperanza de que el Príncipe Felipe repita ese gesto ya como Felipe VI.
En Melilla PSOE y PPL mostraron ayer su respeto a la decisión del Rey y aplaudieron el papel del monarca en la consolidación de la democracia. En el otro lado de la balanza, CpM, IU, Los Verdes y CCOO reclamaron un referéndum para que el pueblo decida.
Para los ‘juancarlistas’, ayer fue un día triste. Se va un Rey campechano que supo conectar con la gente. Don Juan Carlos se marcha con la salud debilitada y con los índices de popularidad en horas bajas. Pero como cuando pidió perdón, el Rey ha vuelto a demostrarnos a los españoles que él aún domina la situación y que sabe qué hacer en cada momento. Se va un gran Rey.