El colegio acoge los tradicionales juegos que enfrentan a los grupos amarillo y azul l Sus banderas recorren el centro de Melilla.
Los 800 escolares que estudian en La Salle emprenden esta semana una batalla en la que la amistad y la convivencia están en juego. Los amarillos lucharán por volver a ganar, como el pasado año, los juegos tradicionales que se organizan por la festividad de San Juan Bautista de La Salle, mientras que los azules desean alcanzar el máximo de puntos para volver a a sentir la victoria de anteriores ediciones. Los alumnos de este colegio estarán tres días jugando para demostrar que la competición puede ser limpia y que lo más importante es hacer equipo y divertirse en todas las actividades.
El colegio no ha organizado nuevos juegos, pues los estudiantes demandan los tradicionales, como ‘el pañuelo’, en el que los dos equipos luchan para coger una prenda y llevarla hasta el resto de sus compañeros.
También acoge La Salle competiciones deportivas de baloncesto, ping-pong y fútbol por lo que no cesará la actividad en estos días. Las clases irán sumando puntos que servirán para la clasificación total. Ayer, nada más inaugurar estos juegos, los azules consiguieron 30 puntos de la prueba de conocimiento de la vida y la obra de San Juan Bautista. Pero habrá que esperar hasta mañana a última hora para saber el color del equipo ganador este año, aunque como se dice en La Salle, todos lo son si trabajan en equipo, participan en la convivencia y juegan limpio en las actividades.
Despedida de alumnos
Los años pasan para todos y las niñas que hace unos años ofrecían una exhibición de gimnasia rítmica han crecido. El grupo está en cuarto de la ESO y dejará el colegio al finalizar el curso. Por ello, ayer ofreció una gran muestra de su elasticidad y las posiciones imposibles que sólo las gimnastas son capaces de hacer. Con ellas también se marcharán más alumnos de este último curso de Secundaria que realizaron un baile para decir adiós a sus maestros. Cuando finalizó la música, soltaron unos globos verdes, color que llevan los del último curso durante los juegos, y se abrazaron.
Son estos jóvenes los encargados de dirigir algunas pruebas para alumnos más pequeños y los que recorren la ciudad con las banderas de La Salle, la de los azules y la de los amarillos. Ayer dos turnos de estudiantes fueron los encargados de pasear estas insignias por el centro de la ciudad. Esta acción la volverán a realizar mañana para clausurar los juegos.
También las familias se implican en esta celebración del patrón de La Salle, pues ayer llenaron las gradas del patio para ver la inauguración de los juegos y divertirse con los bailes y la mascota del colegio, Salli, que entretuvo a los más pequeños y se hizo fotos con gran parte de los alumnos.