Antonio Resines recoge esta noche el premio Ciudad de Melilla de la Semana de Cine, aunque antes hablará en una mesa redonda, junto a Dani Rovira, de las películas y el humor
Antonio Resines llega hoy a la ciudad para recibir el premio Ciudad de Melilla de la Semana de Cine. Este año lo comparte con otro actor, aunque por motivos diferentes. A él le premian por su veteranía en el mundo del cine, teatro y televisión y a Dani Rovira, el segundo galardonado, por ser el actor revelación del año. Los dos estarán esta tarde en una mesa redonda sobre humor en el teatro Kursaal. A las 20:00 horas hablarán de la comedia y de las películas ‘Ocho apellidos vascos’ y ‘Amanece que no es poco’ junto a sus directores, José Luis Cuerda y Emilio Martínez-Lázaro y los actores Alfonso Sánchez y Alberto López, que intervienen también en la película sobre vascos y andaluces que ha visto ya toda España. En cuanto a la entrega del premio, Resines lo recibirá a las 21:30 horas en el Teatro Kursaal, antes de que dé comienzo la proyección de ‘Blue Jasmine’.
Resines estuvo en Melilla en la Semana de Cine de hace unos años, aunque no recuerda cuándo fue. Resalta que este tipo de iniciativas son las que hacen falta para promover las películas españolas. Destaca a El Faro que es “extraordinario” que en una ciudad como Melilla, a la que no llegan muchos estrenos, se pueda disfrutar de ocho días de largometrajes de todas las nacionalidades. Por ello, felicitó a los organizadores por este ciclo de películas.
–¿Le ha sorprendido que le hayan otorgado el premio Ciudad de Melilla?
–Sí. Estoy muy agradecido y encantado de volver a la ciudad para recoger este premio.
–¿Y qué le parece tener compartirlo con el actor del momento, con Dani Rovira?
–Está bien sólo que a mí me dan el premio por una razón muy distinta que a Dani Rovira. Lo mío es por la edad y lo de Rovira, por ser más joven, pero igualmente estoy encantado. Quizás suene un poco cursi, pero nos viene muy bien a todo el cine español lo que está pasando con ‘Ocho apellidos vascos’. A ver si al resto nos pasa algo parecido.
–¿Ha visto la película? ¿Qué le parece?
–Sí, fui hace poco a verla. Y es una película divertida.
–En la Semana de Cine vuelven a proyectar ‘Amanece que no es poco’, película en la que interpreta a un personaje y que ha conseguido en su 25 aniversario que los espectadores la destaquen como una de las comedias de culto del cine español.
–Es estupendo que vuelvan a proyectar la película. Además, en la mesa redonda de esta tarde podremos hablar de ella y también con el director (José Luis Cuerda).
–¿Recuerda cómo fue ese rodaje? ¿Para ustedes era también humor absurdo, que es como definen a este largometraje?
–Más que absurdo yo diría que es especial. En una película anterior de José Luis Cuerda, ‘Total’, ya adelantaba un poco este tipo de humor. Era algo parecido a lo surrealista. Sin embargo, este humor tiene mucho sentido, aunque aparentemente sea todo muy rato tiene mucha relación con lo que ocurre en el país.
–¿Cree que ése es uno de los motivos por los que la comedia gusta tanto a los españoles? ¿Es el género con el que más nos identificamos?
–La comedia negra es la que mejor describe a los españoles, porque tenemos este punto de mala leche... Y por otro lado, también tenemos ganas de divertirnos y de reírnos de las cosas, a veces, haciendo sangre... Es lo que tiene la mala leche. Pero hay muchas ganas de sonreír a la vida, sólo que a la gente le toca más vivir lo trágico que lo cómico.
–¿Entonces el éxito de la comedia no está tan vinculado con la crisis económica?
–Supongo que sí está relacionado con la crisis. Pero en el caso de ‘Ocho apellidos vascos’ va más allá. Es la primera vez que se habla de este tipo de temas quitándole hierro e importancia. Se ríe de determinados tipos de actitudes, en este caso, de la forma de ser de algunos vascos y de la forma de ser de algunos andaluces.
–Es un actor consagrado. No sé si tendrá problemas para encontrar trabajo en estos malos tiempos.
–Sí, como todos. Estamos repitiendo un capítulo para una serie de Telecinco que grabamos hace un año. Volvemos a intentarlo. El pasado año se paró la grabación, se volvió a rescribir el guión y se cambiaron muchas cosas e historias. Esto en cuanto a la televisión. Pero en el cine, se están haciendo poquísimas películas y en el teatro, lo mismo. Aunque ahora tras el éxito de ‘Velvet’, ‘El Príncipe’ y alguna más parece que se está animando el sector. Pero ha estado todo paradísimo y nos está afectando como a todos.
–¿Se refiere a la serie ‘He visto un ángel’?
–Es esta serie, pero con un equipo distinto y con un grupo de actores que ha cambiado respecto a la primera vez. Por eso no me puedo quedar en Melilla más tiempo. Tengo que continuar con los rodajes de la serie.
–Ha recibido muchos premios, pero ¿alguno es especial por su valor sentimental o por el reconocimiento que dio a su trabajo?
–A parte del tópico, me gusta mucho el Goya que me dieron por ‘La buena estrella’. De eso hace ya mucho. Creo que debería ganar otro. Quizás algún día...
–Está complicado subirse al escenario de los Goya.
–Subir es fácil, lo complicado es hacer una película. Pero bueno esto va por rachas, pues hay años que haces varias y otras veces te tiras mucho tiempo sin hacer una. Aunque lo cierto es que la crisis que hay ahora en el sector no la había visto en mi vida. Se han cargado la industria de una forma salvaje. El Ministerio de Cultura dice que no, pero la realidad es otra. Y no me refiero sólo a las políticas de este gobierno, que luego me riñen, sino a otras cosas. Hay una falta de respeto o de interés por una industria que es importantísima. No se hace nada y no lo entiendo.
–¿Qué se puede hacer?
–Para empezar hay varias leyes que estaban en marcha y que no terminan nunca de aplicarse, como la Ley de Cine, la de derechos de autor y otras 25 que están ahí y que no salen adelante. Menos mal que la gente sigue yendo al cine, pero hay que apoyar la distribución y solucionar el problema de la piratería. Se ponen parches, pero no soluciones. Cuando todo se cierre, veremos a ver. Ya se han cargado la industria del libro y de la música. Lo de ‘Ocho apellidos vascos’ es un respiro falso porque ayudará a subir los datos de asistencia del público al cine español. Pero claro, eso sólo ha sido para una película. No ha beneficiado a ninguna más. Y hay más soluciones.
–En teatro los actores optan por montar pequeñas obras. ¿Qué puede hacer el cine?
–La gente tiene que comer. Y la cosa no es que falten iniciativas en el mundo del arte. Como dice, en el teatro hay obras más pequeñas y otras más grandes. Y lo mismo se puede hacer en el cine. Pero no todos pueden hacer cine con su madre y su hermana. Eso no es una industria. Hay que hacer más películas con más medios para continuar viva la industria. No todo puede ser pequeño formato.
–Ha protagonizado muchos personajes cómicos. ¿Es algo que ha elegido o era lo que le ofrecían?
–Comencé haciendo papeles cómicos y por ello me ofrecieron más de este tipo. Si funciona algo, luego te llaman para papeles parecidos. De todas formas no me preocupa mucho porque disfruto de la comedia. Es cierto que he hecho fundamentalmente comedias, pero también he protagonizado papeles dramáticos.
–¿Se siente más identificado con la comedia?
–La comedia dramática es la que tiene más que ver conmigo. En realidad es como es la vida, con cosas trágicas y con cosas cómicas.
–La televisión es una plataforma que permite lanzar a nuevos actores y que la gente joven conozca a los más veteranos de la profesión. ¿Le identifican con los personajes que ha interpretado en series como ‘Los Serrano’?
–La televisión es buena para muchas cosas, entre ellas para que te conozcan más y para que te reconozcan más. Y como dice para dar a conocer a gente que está empezando. Pero lo cierto es que nadie me llama ‘Diego’ (personaje de ‘Los Serrano’). La gente sabe como me llamo.