Ayer se celebró el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres. En lo que llevamos de año, ya son 40 las asesinadas por sus parejas o ex parejas en España, una lacra que nos indica todo lo que nos queda por hacer como sociedad. En pleno siglo XXI no podemos más que avergonzarnos de que la violencia contra las mujeres siga estando presente y de una manera tan brutal.
Desde la aprobación de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género en 2004, España ha dado pasos hacia la erradicación de esta barbaridad intolerable, pero no los suficientes. Las cifras siguen siendo inaceptables y demasiadas mujeres son víctimas de maltrato físico y psicológico. Ayer, a través de numerosos actos a lo largo de todo el país, se puso de manifiesto la repulsa de la mayoría de la sociedad española, pero queda mucho por hacer.
Es importante que se aumenten las políticas de concienciación y avanzar hacia un modelo coeeducativo en las escuelas para erradicar el machismo cuanto antes posible. Son especialmente alarmantes los casos de violencia que se producen contra las adolescentes, víctimas del control que ejercen sobre ellas sus parejas a través de las redes sociales.
La violencia contra las mujeres debería tratarse como un problema de Estado y es una tarea de todos combatirla, cada ciudadano en su ámbito. No se puede dar ni un solo paso atrás frente a esta atrocidad, tenemos que seguir avanzando y lograr extirpar este estigma de nuestra sociedad.