Según los datos facilitados por el Gobierno central, el número de marroquíes que entraron y salieron de Melilla durante el pasado año 2018 ha caído dramáticamente respecto a los registros de 2017.
Un solo un año, el número de entradas por tierra de ciudadanos del país vecino ha pasado de los 5,5 millones a los 4,3: 1,2 millones menos. El número de salidas también registró un bajón similar: 1,4 millones menos, pasando de 5,6 a 4,2 millones.
Los datos avalan que el transito en nuestra frontera ya no es lo que era, se ha producido un descenso importante y se ha roto la tendencia al alza que se venía registrando desde 2014.
Los impedimentos que vienen aplicando las autoridades marroquíes en la frontera han provocado que el transito entre los dos países sea cada vez más complicado, afectando al comercio y a las empresas y trabajadores que dependen económicamente de este negocio.
Si Marruecos persiste en su actitud de ir estrangulando poco a poco los intercambio comerciales con Melilla, es capital que se busquen soluciones alternativas para la economía de nuestra ciudad.