Sociedad melillense

Yunes Benassar: "La Cañada no es un barrio tan malo como se dice ni tan bueno como querríamos todos"

El miércoles por la tarde, El Faro se desplazó a la Cañada de Hidum, citado por el presidente de la asociación Entre Todos La Cañada, Yunes Benassar. Había dos motivos para ello. El primero, quejarse de “las malas infraestructuras con que cuenta el barrio” y del “deterioro” que sufre. “Un deterioro al que el Gobierno melillense tiene que dar respuesta”.

Según Benassar, da la sensación de que ello se debe a que el barrio lo tienen considerado quienes mandan como “la periferia de Melilla” y aprovecha para recordar que sus habitantes son “personas con sangre de color rojo”, como todo el mundo, por lo que la zona “debería ser tenida en cuenta como cualquier otra en la ciudad”.

Benassar asegura que “la mala fama del barrio no se corresponde con la realidad” y que uno de los objetivos de la asociación es acabar con ella. Para ello, han propuesto a la Dirección General de Relaciones Interculturales actividades que sirvan para dinamizarlo, como podrían ser degustaciones y juegos infantiles y así “demostrar que el barrio no es tan malo como se dice ni tan bueno como querríamos todos”, asegura.

El segundo problema que ve Benassar, y que, al final, obliga a algunos de estos ciudadanos a dedicarse al menudeo de droga, es la alta tasa de paro, por lo que el presidente de Entre Todos La Cañada urge a las instituciones a “promover políticas macroeconómicas que favorezcan el empleo”. Se trata de una cuestión, apunta, que corresponde tanto al Ministerio de Trabajo y Economía Social como también a la Consejería de Hacienda, Empleo y Comercio, a cuya titular, Dunia Almansouri, por cierto, agradece el plan impulsado para contratar a personal.

En este sentido, Benassar anima a los ciudadanos del barrio a darse de alta como demandantes de empleo en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para que el Ministerio conozca el número real de parados.

Entre estos dos puntos –infraestructuras y el mundo laboral-, se encuentran los planes de empleo. En este punto, la asociación le ha pedido a la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad que, ya que “la empresa adjudicataria de los servicios de limpieza no está cubriendo con el personal necesario esta barriada”, entre 10 y 15 personas de las 120 seleccionadas para los planes de empleo del Gobierno local sean destinados a esa zona. Si pudiera ser gente del barrio, ya sería genial.

Benassar lamenta que, “más allá de los Pinares”, se encuentran “en unas condiciones infrahumanas”, lo que incluye a muchas personas con movilidad reducida que encuentran grandes dificultades para acceder a su vivienda o salir de ella y, al final, necesitan ayuda.

Las rampas no se pueden quitar, evidentemente, pero Benassar propone “adecentar las escaleras, que están en malísimas condiciones, y remodelar las carreteras, que están fatal, con muchos baches y socavones”.

La “mala fama” del barrio

La asociación nace el 4 de diciembre de 2022 como, en palabras de su presidente, “un grupo de ideología liberal comprometido con la política y lo social para representar este barrio como se merece”. Por el momento, la junta directiva está compuesta por cuatro personas, pero quieren integrar a más mediante primarias.

Al respecto, Benassar indica que hay cuatro asociaciones “fantasma” en el registro de la Delegación del Gobierno de las que nada se sabe salvo cuando aparecen subvenciones en el Boletín Oficial de Melilla (BOME) para esas asociaciones “que no representan nada, ni hacen actividades, ni atienden a los vecinos”.

Ahí se incardina una asociación cuyo presidente insiste en que “la mala fama del barrio está totalmente sacada de contexto” y repite que “ni es tan malo como se dice ni tan bueno como querríamos todos”. Por este motivo, Benassar reitera que “hay que trabajar mucho por él, tanto desde la entidad como desde el Gobierno local, independientemente del color que sea”.

A sus 18 años, él está cogiendo “experiencia” al frente de la asociación, porque su intención es dedicarse a la política. De hecho, este jueves ya ha presentado su candidatura a las listas del PSOE a la Asamblea para las próximas elecciones autonómicas y locales del 28 de mayo. Dicha candidatura, además, ya ha sido aceptada por la Ejecutiva socialista.

“Si llegamos al Gobierno, que espero que sí, y cojo alguna Consejería o alguna Dirección General, siempre estaré como altavoz de este barrio en la Asamblea. Siempre”, promete Benassar.

El barrio antes que el partido

Al periodista le choca la actitud crítica de este joven ciudadano con la Ciudad Autónoma y le pregunta a Benassar cómo se compagina ello con su posible candidatura en las listas del PSOE. Su respuesta: “Lecciones, las justas, y verdades, también las justas. Aquí hay un barrio abandonado por todos los gobiernos melillenses, incluido este”. Acto seguido, reconoce que, en su opinión, el tripartito actual ha invertido más que los anteriores gobiernos del PP y cita como ejemplo el acondicionamiento de la Vía Láctea, que se va a conectar con los Pinares mediante acera.

De la misma forma, Benassar asegura que la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad está redactando un proyecto de remodelación de la fuente de La Cañada, “que están en malísimas condiciones”, y también se van a cambiar los grifos y se está redactando un proyecto para un nuevo mobiliario urbano.

Hasta ahora, Entre Todos La Cañada ha conseguido la colocación de 22 bancos y que la COA vaya allí también por las tardes. La intención de su presidente es hablar con el consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, para intentar ampliar el horario de autobuses de lunes a domingo –en vez de lunes a sábado- y de 8:00 a 22:00 horas –esto es, una hora más que en la actualidad-.

Melilla, Nador y la frontera

Damos un paseo por el barrio y la conversación va fluyendo naturalmente hacia otros asuntos. Aunque él era pequeño, Benassar reconoce que “es verdad que con el Gobierno de Imbroda Melilla estaba más viva”, pero opone que también estaba abierta la frontera. “Viendo cómo estaba Nador este verano, si no se exigiera visado para entrar en Melilla y la frontera fuese como antes, estarían aquí esas personas”, anota con indisimulada emoción.

También recuerda las gente que ha fallecido por el covid y admite que hay gente que se está marchando “porque no espera nada de este Gobierno”, pero remarca que “no es cierto que se estén yendo masivamente de la ciudad”. “Y, si llego a la Asamblea, lo que no vamos a decir nunca, como hicieron algunos, es que la gente se va porque son aventureros. Eso no es así y no se dice. Hay que trabajar para que la gente se quede e incluso vuelva a su ciudad natal”, relata Benassar.

Para él, que el Gobierno marroquí esté fomentando las infraestructuras en la provincia de Nador, puede ser “un poco negativo para la ciudad”, pero recuerda que se trata de una “ciudad hermana” con la que se tiene mucho contacto y a la que se viaja mucho para ver a familiares. “No hay Melilla sin Nador ni Nador son Melilla. Por eso, me gustaría que volviese el modelo fronterizo de antes, aunque con mayor seguridad, pero no lo creo”, asevera Benassar.

Respecto a la identidad de los ciudadanos del barrio, o cómo se sienten, responde que “para nada marroquíes”, El problema, a su modo de ver, es que “hay personas que no saben diferenciar la religión de la nacionalidad y eso confunde mucho, pero no por ello vamos a sentirnos menos españoles”.

Las tiendas y la droga

En el barrio, por cierto, no se ven demasiadas tiendas de ultramarinos o de otro tipo. El presidente de Entre Todos La Cañada cree que hay muchas viviendas y no hay hueco para colocar establecimientos, por lo que la única solución que les queda es coger al coche y desplazarse al centro o al Parque Murias.

Su propuesta es que el Gobierno local compre un terreno al Ministerio de Defensa o a algún particular y que invite a alguna empresa a instalarse allí, algo que le gustaría “mucho”.

Llegamos a la calle Titán, donde se encuentra el famoso muro. Benassar aprovecha para exigir al consejero de Infraestructuras, Urbanismo y Deporte, Rachid Bussian, a que haga caso a los técnicos, que dicen que la única forma de dar consistencia al muro es rellenarlo de hormigón. “Si, por algún casual, se viniera abajo y hubiera alguna persona por allí cerca, moriría directamente. Por eso, exigimos a la Consejería de Medio Ambiente que dé respuesta a nuestras peticiones”.

Al salir del barrio, donde o no se cuenta con cobertura para el teléfono móvil o la que hay corresponde a Maroc Telecom, tres chicos preguntan al periodista para qué hace fotos. Cuando éste explica su finalidad, uno de ellos le insta a capturar una imagen de una parada de autobús. “Mira cómo está el barrio. ¿Cómo quieren luego que no vendamos droga?”.

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