Kamal M., Mustafa Z.M., M. M. Benali. y Rachid A. N. estaban en la calle desde el verano pasado tras pagar entre 1.000 y 4.000 €. Ayer declararon en la Audiencia Nacional y el juez los reenvió a prisión.
Cuatro de los seis melillenses acusados de yihadismo y detenidos en la ciudad en la ‘operación Javer’ el 31 de mayo de 2014 regresaron ayer a prisión tras declarar en la Audiencia Nacional ante el juez Fernando Andreu.
Kamal M., Mustafa Zizaou M., M.M. Benali y Rachid A.N. estaban en libertad desde el verano pasado tras pagar fianzas de 1.000, 2.000 y 4.000 euros, como publicó El Faro el 22 de septiembre de 2015.
Ayer tuvieron que asistir en Madrid a la declaración indagatoria, un paso previo al escrito de acusación, y el Ministerio Fiscal pidió el reingreso en prisión de los cuatro para sorpresa de los tres abogados que llevan sus casos.
El juez Andreu está de acuerdo y considera que la vuelta a la cárcel de los cuatro supuestos yihadistas melillenses asegurará su presencia en el juicio que se celebrará de manera “inminente” contra ellos.
Según informaron a Efe fuentes jurídicas, los cuatro presuntos yihadistas, que fueron puestos en libertad hace diez meses, acudieron ayer a la Audiencia Nacional para que les fuera comunicado su procesamiento en esta causa (paso previo a la apertura de juicio oral) y el juez Andreu ha decidido volver a enviarles a la cárcel.
De repente hay riesgo
“No hay ningún informe nuevo y de repente hay mucho riesgo”, explicaron ayer a este periódico, desconcertados, dos de los tres letrados de los cuatro melillenses acusados de haber enviado a 26 ‘combatientes’ (24 marroquíes y dos españoles) a hacer la yihad con el grupo terrorista MUJAO, una facción de Al Qaeda en el Sahel.
Uno de los abogados comentó a este diario que había pedido que Rachid A.N. declarara por videoconferencia desde Melilla porque normalmente la declaración indagatoria suele ser un paso intermedio sin sobresaltos, pero le denegaron esta petición.
Mientras los cuatro melillenses acusados de yihadismo esperaban ayer el auto de prisión en el pasillo de la Audiencia, un grupo de policías nacionales, encargados de trasladarlos a la cárcel, vigilaba con celo los accesos.
“No hay nada nuevo. Se han consolidado las acusaciones y el fiscal ha adelantado que pedirá una “gravísima pena”. Pero el auto de procesamiento lo notificaron el 6 de abril y no añade nada nuevo. No se les ha visto en actuaciones sospechosas. Si no es por información que tenga el Ministerio Fiscal, no se entiende lo que está pasando”, señaló el otro letrado.
Al parecer sí hay nuevos datos. El juez ha tenido en cuenta, según Efe, nuevos indicios encontrados contra ellos y ha decretado su reingreso en prisión para evitar su huida ante la proximidad del juicio.
Esta decisión llega cuando justo dos de los tres abogados que llevan estos casos, Ana Hidalgo y Luis Álvarez, estaban esperanzados en que soltaran al resto de sus defendidos, también relacionados con yihadismo.
El viaje de ‘El Rubio’ a Nador
Para Hidalgo, el caso de Mustafa Zizaou (‘El Rubio’) es quizás el más difícil de entender. La acusación que pesa sobre él se basa única y exclusivamente en que llevó a Nador a Zakarías Mohamed Said y a Benaissa Laghmouchi Baghdadi, cuando se fueron a hacer la yihad a Mali. Y esa acusación se basa en una supuesta llamada telefónica.
Zakarías Mohamed Said falleció recientemente en una ofensiva del Ejército francés llevada a cabo a 180 kilómetros de Tombuctú, donde se celebraba una reunión de Al Qaeda en el Magreb Islámico, como publicó este periódico el pasado 2 de marzo.
Los abogados de los supuestos yihadistas melillenses llevan entre 20 y 35 años ejerciendo su profesión y ayer aseguraron a El Faro que nunca habían visto algo similar. Se refieren a que el juez decrete el reingreso en prisión de personas a las que se les había concedido la libertad bajo fianzas de entre 1.000 y 4.000 euros. Son cantidades “ridículas” si se tiene en cuenta que se les acusaba de haber enviado hasta 26 combatientes a la yihad.
Hidalgo comentó ayer indignada a El Faro que ella había sido amenazada por ETA y que está en contra del terrorismo, pero no ve bien “que se maten moscas a cañonazos”. Según explicó, está juego algo más que la libertad de cuatro melillenses acusados de captar yihadistas.