La nueva normalidad va a comenzar en breve, en cuanto acaben las fases de la desescalada. Será el 21 de junio, si la Sanidad lo autorizan, que Melilla superará la desescalada y se adaptará a las nuevas normas debido a la crisis sanitaria del coronavirus. En este sentido, hay un tema que preocupa a los ciudadanos y es la vuelta a las aulas.
Todo hace indicar que la vuelta al cole será en septiembre, pero el Gobierno baraja la posibilidad de practicar un protocolo de medidas sanitarias dentro de las aulas, tomando como referencia las ciudades de Ceuta y Melilla.
El Ministerio de Educación ha elaborado un documento con las medidas de seguridad para la reapertura de los centros en la recta final de este curso que aplicarán Ceuta y Melilla (que dependen en materia educativa del Gobierno). En este sentido, ya anunció el director provincial, Juan Ángel Berbel, que los colegios e institutos permanecerían cerrados en junio.
Durante las clases de refuerzo anunciadas a escala nacional es donde el Gobierno podría poner en práctica este protocolo que tiene diseñado y que aún puede tener matices. Si finalmente en julio se abren las aulas para clases de refuerzo, Ceuta sería la ciudad a la que se le aplicarían las medidas sanitarias y de seguridad que están en los documentos del Gobierno de Pedro Sánchez.
El Ejecutivo tiene claro que la enseñanza presencial es más importante en Infantil y Primaria que en los cursos superiores, ya que en estas edades la vía telemática ha funcionado bien. En los más pequeños se antoja necesario seguir la educación de forma presencial.
Todo comenzaría cada mañana: antes de salir de casa los alumnos deberán tomarse la temperatura y, si no presentan fiebre, iniciarán una ruta repleta de medidas.
En su trayecto en autobús (cabe indicar que algunos alumnos de Educación Especial acuden en este vehículo) o a pie ya no podrán llevar auriculares, pelotas u objetos que puedan contener partículas del virus. Al acceder al centro, tendrán que hacerlo en diferentes horarios para evitar aglomeración de personas. Los más pequeños lo harán solos, las familias tendrán que quedarse fuera del patio, en algunos centros educativos ya se realiza esto pero en otros no. La mascarilla será obligatoria y colgará de sus orejas siempre y cuando no se pueda mantener la distancia mínima de dos metros.
Será la primera medida y más importante antes de salir de casa y justo cuando se llegue a las puertas del colegio. Pero una vez dentro también habrá obligaciones importantes a seguir.
El Ministerio de Educación está trabajando en la idea de reducir la ratio en cada aula. Melilla sigue siendo la región con mayor tasa de alumnos por aula. Según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación bajo el título ‘Centros y servicios educativos curso 2018-2019’, en la ciudad hay 25,9 estudiantes por aula. La cifra más elevada del país y que tan solo sigue Ceuta con un 21,6, mientras que la media nacional está en 17,5. Esto significa que en Melilla hay casi nueve alumnos más por clase que en el resto de centros educativos del país.
Si se analiza por tipo de centro, en los públicos hay 22,1 estudiantes por aula, mientras que en los privados suben a 25,2. En ambos casos son las cifras más altas del país, siendo la media de 17,6 y de 17,3 respectivamente.
Sin embargo, el Ministerio quiere reducirlo a 15 alumnos por aula, lo que permitirá la puesta en marcha del tan demandado modelo de enseñanza personalizado, en el que el maestro atiende a menos alumnos y dispone de más tiempo para responder a las necesidades de cada uno de ellos.
Se barajan tres opciones ahora mismo: una sin pandemia (en el caso de que se descubra una vacuna), otra en el que la situación sanitaria se mantenga bajo control, y una última en el que una nueva oleada del virus obligue al cierre de las aulas.
El Ministerio de Educación recomienda acudir al centro a pie. Para ello se encomendará a los Ayuntamientos y a los centros educativos el diseño de rutas seguras entre los propios alumnos y familiares, para impedir que se produzcan contagios.
El Gobierno tiene claro que en septiembre, salvo que la pandemia vaya mucho peor, el alumnado deberá ir al colegio. Pero las medidas a seguir deben ser fundamentales y los maestros tendrán un papel fundamental.
Una de las necesidades de la que ya habló la ministra de Educación, Isabel Celaá, será el aprovechamiento de los espacios. Considera que salón de actos, gimnasios o biblioteca se conviertan en septiembre en aulas. Asimismo, algunos de los especialistas podrían cambiar su rutina e impartir otras asignaturas. La ‘nueva normalidad’ en Educación está en camino y Melilla puede ser el modelo a seguir en toda España.
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