Este miércoles dio comienzo el triduo de la Divina Pastora de las Almas de Melilla, una advocación de la Virgen que cuenta con muchos devotos. No en vano, dicen de esta talla, que es “la imagen, en la que la Virgen está más feliz”.
Este domingo, 21 de abril, la talla saldrá en procesión y desde su Hermandad están llevando a cabo todos los preparativos. Uno de los más relevantes, sin duda, es verter la imagen, labor de la que se encarga el Teniente Hermano Mayor, Alejandro Villegas: “Aunque la talla es espectacular es cierto que para las grandes ocasiones se intenta arreglar más y se le ponen pendientes, pendientes. Intentamos que tenga lo mejor para esas celebraciones”. Uno de los momentos más emotivos y complejos es la colocación de la mantilla: “Al tener que elevarla hay que vestirla desde arriba. La mantilla nos la ha cedido Maribel Pintos y es una antigüedad de Antequera. Es espectacular y le sienta muy bien a la Virgen. Vestir a la Virgen no es complicado, pero es verdad que ponerle la mantilla entraña más dificultad, ya que esta prenda va sujetada por sí misma. Lo que hago es sujetarla con alfileres. En este sentido, el halo de la Virgen al ser completo ayuda a fijarla para que no se mueva, pero requiere mucha maña y tranquilidad”.
Colocar la mantilla a la Virgen, así como el resto de complementos suele tener una duración de dos horas por lo que Alejandro Villegas precisa de cuatro o cinco personas que lo ayuden pues este proceso se realiza en altura: “Siempre procuro contar con personas debajo corrigiendo esos fallos que pueda haber”.
Vestir a la Virgen es un honor, pero también representa una responsabilidad: “Sí. Fundamentalmente en la salida de la Virgen porque claro te arriesgas al viento”. El ritual de engalanar la imagen es un instante de recogimiento: “Estar cerca de la Virgen me aporta mucha tranquilidad, ya que le cuento mis cosas, le hablo con confianza igual que a una madre. Además solemos hacerlo cuando la Iglesia está cerrada. Entonces tienes más tranquilidad para contarle lo que me ha pasado”.
La Divina Pastora cuenta con muchos devotos y, aunque su casa, está en La Purísima hasta que ésta se reforme la acoge la iglesia del Sagrado Corazón con lo cual el contacto es más directo con toda la ciudadanía.
Este sábado se celebrará la función principal en el Instituto de la Hermandad , donde se renueva la promesa de la Hermandad y el domingo se llevará a cabo la procesión de alabanza: “Este año, la consejería de Cultura ha adquirido la primera fase del trono, muy novedoso, porque tiene incrustadas piedras de lapislázuli. La misa se oficia a las 18:00 horas y a las 19:00 horas se realizará la procesión que parte desde el templo del Sagrado Corazón baja hasta la calle Miguel de Cervantes hasta la Avenida Juan Carlos I y regresa al Sagrado Corazón”.
Cerca de 60 personas serán las encargadas de portar el trono y aunque resten unas horas para el gran día, Alejandro Villegas afirma no sentirse nervioso: “No siento ansiedad, está todo preparado, pero al final lo tiene ella en la mano y será lo que tenga que pasar”.