La directora de cine Violeta Salama ha querido convertir la ciudad de Melilla en el escenario de su primera película. Uno de los puntos a los que se trasladó esta semana el set de rodaje de ‘Alegría’ fue la plaza de Armas. El Faro ha podido hablar con la cineasta en este emplazamiento donde estaban rondando algunas escenas de esta película que protagonizan actrices como Cecilia Suárez, Laia Manzanares, Mara Guil o Sarah Perles. Salama dice estar encantada por cómo está yendo el rodaje porque tanto Melilla como su clima se están portando muy bien. –¿Cómo es rodar en pandemia? ¿Es complicado? –Bueno, siempre es más complicado porque ahora tenemos pruebas de PCR constantes; la mascarilla, que al final para la comunicación siempre es más difícil porque hay que gritar más, antes podías comunicarte de alguna otra forma más no verbal y ahora es así. Pero por lo demás, estamos intentando sacar partido porque también con el COVID hemos podido rodar también en puestos fronterizos, que están cerrados y cosas que antes se habrían planteado. La ciudad también está más vacía, entonces nos deja un decorado mucho más limpio para enseñar. Estoy intentando sacarle partido también a esta dificultad que se nos ha presentado. –¿Cuál fue el germen de ‘Alegría’? –Yo me he criado aquí, y realmente por todo el tiempo que estado viviendo fuera y siempre que he vuelto al Pueblo, había algo de lo que me daba la sensación de que ya queda poco, y que es un resquicio de un tesoro. Antes se convivía en Líbano, en Siria, en tantos otros países, y ahora queda muy poco de esa convivencia. Melilla sigue siendo un crisol de culturas, sigue siendo una ciudad en la que todo eso está presente. Y sigue estando presente en la cultura, en la arquitectura, en la comida… Entonces, me da mucha pena también que toda esa imagen que se ve de Melilla. Cuando comentaba que yo era de Melilla, me hablaban de la valla, me hablaba de los inmigrantes, de los menas. Pero es que esa es una imagen muy generalizada pero no es real. O sea, cuando vives aquí, que es lo que yo he querido contar en ‘Alegría’, es que estas mujeres tienen su vida está aquí y que la frontera es anecdótica, que la vida sigue dentro de la ciudad con sus peculiaridades. Hay que seguir viviendo. –Entiendo que, en esa línea, los lugares que vamos a ver son los cotidianos para las personas que viven aquí pero son ajenos para aquellos que vienen de fuera. –Completamente. Todo el equipo que viene para la película, que son personas que completamente profesionales y que han trabajado en grandes producciones de este país, cuando han llegado a Melilla han alucinado con decorados naturales que no se han visto jamás. Todo el mundo se preguntaba: ¿si ‘Juego de Tronos’ hubiese visto esto, se hubiesen ido a rodar a Huelva? Porque al final esto está hecho como un decorado y todo lo que ofrece Melilla ha supuesto un descubrimiento para todo el equipo. Son realmente decorados no conocidos y al final eso para la película es un valor. –Si se puede contar, ¿qué otros escenarios vamos a poder ver en la película? –Hemos estado ya en la caseta de la playa, allí en La Hípica, hemos estado en el puesto fronterizo, en el Rastro, aquí (la plaza de Armas) vamos a montar la boda. En la playa de los Galápagos también vamos a rodar. En la avenida principal, la plaza de España… Bueno, bastante. En el fondo es la Melilla que todos conocemos y que no se ha visto tanto fuera. –Las actrices protagonistas ponen en valor el hecho de que esta historia estuviese contada desde el punto de vista femenino y además estuviese dirigida por una mujer. –Como a la hora de escribir película lo hago desde mi punto de vista, este obviamente es femenino. Las preocupaciones que yo pueda tener, imagino que son diferentes a las que pueda tener un director. A la hora de presentarse el mismo conflicto, pues mi visión, quieras que no, está más dirigida al universo femenino, que es el que yo conozco o al menos es el que observado más. –Desde un primer momento esta cinta ya cuenta con apoyo institucional y con reconocimiento de festivales tan importantes como el de Cannes y el de Toronto. ¿Qué supone para la producción de ‘Alegría’? –¡Supone todo! Porque de pronto el apoyo institucional, el apoyo del Gobierno y cualquier tipo apoyo, para una primera película es fundamental. Si no tienes todos, no consigues nada y para que tengas uno tienes que estar el otro. Al final es un suma y sigue y todos han sido regalos porque para una directora novel que no tenía tampoco nada como directora, sino que trabajaba y sigue trabajando en la industria pero en otros puestos de rodaje más técnicos, pues tener la ayuda de Televisión Española y algún reconocimiento internacional ya impulsa mucho el proyecto para que podamos estar aquí hoy. –Tras ‘Alegria’, ¿tiene más proyectos en el horizonte? –Bueno, siempre tengo proyectos ahí en un cajón, pero de momento estoy súper concentrada en que esto llegue a buen cauce porque al final es la primera peli y hay que mantener el cariño y toda la energía hasta el final, porque nunca se sabe por dónde va a salir.