Vídeos manipulados y al servicio de la incitación al odio

Posiblemente esta haya sido la campaña electoral con más pujanza en las redes sociales tanto para bien como para mal. Algunos de los partidos han creado webs con buzones de sugerencias a sus candidatos y andan propagando sus propuestas a través de las redes sociales. Digamos que este es el aspecto más positivo; el negativo, por contra, es el campo de batalla en el que se convierten esas redes, exhibiendo el claro antagonismo entre partidarios de unos y otros, muchas veces con adjetivos demasiado subidos de tono y sin respeto alguno por las distintas opiniones.

Lo peor no es sólo eso, la situación se agrava aún más cuando el reguero de insultos e improperios se suceden a partir de noticias falseadas, las cada vez más tristemente famosas fake news. Pero, como dice el refrán, no hay peor ciego que quien no quiere ver y basta con que alguien prenda la mecha para que otros intenten avivar el fuego aunque no haya leña con que alimentarlo.

En este panorama, la sucesión de vídeos como arma con que desprestigiar al contrario ha sido igualmente otro factor destacable en esta campaña. De los difundidos, los más controvertidos son los que pretenden hacer valer una verdad que, en realidad, en los vídeos en cuestión ni se constata, ni se prueba, ni en modo alguno aparece siquiera a modo de referencia. Aludo en concreto al divulgado en esta misma semana por CpM a través de su candidato y actual diputado en la Asamblea, Rachid Bussiam, para demostrar, supuestamente, que el PP incurre en lo mismo de lo que acusa a Coalición por Melilla, es decir, en el uso de la religión para hacer política.

CpM, que hasta ahora no ha sido capaz de reaccionar ante la grabación que mostraba a su igualmente candidata y actual diputada local Fatima Mohamed pidiendo el voto para los “musulmanes” porque “los cristianos van a cerrar las mezquitas”, se ha atrevido a presentar un vídeo contra la consejera de Cultura, Fadela Mohatar, que lejos de constituir la pretendida denuncia contra la también candidata por el PP, se ha convertido finalmente en un arma de injurias e incitación al odio por su condición de musulmana y origen amazigh.

Según Rachid Bussiam, el vídeo en cuestión muestra a la consejera pidiendo el voto en la Iglesia Evangelista. Pero lo que en realidad puede verse en la grabación es a la consejera agradeciendo el haber sido invitada a un acto, y al pastor de la citada iglesia devolviéndole el agradecimiento por su asistencia y realizando una bendición para toda la clase política personificada, en dicho momento, por Fadela Mohatar.

En ningún momento, el supuesto vídeo ‘probatorio’ de CpM demuestra las acusaciones que Rachid Bussiam vierte contra ella. Sin embargo, tan relevante detalle no ha impedido que su difusión haya servido, especialmente vía Facebook, para dar rienda suelta a todo tipo de interpretaciones, algunas tan peregrinas como que la consejera estaba siendo bautizada en la confesión cristiana.

El vídeo, en resumen, se ha convertido en un arma de incitación al odio, con el que se ha intentado desprestigiar y descalificar a Fadela Mohatar por su condición de melillense, española y musulmana perteneciente al Partido Popular.

Sencillamente resulta vergonzoso e intolerable y muestra mala fe por parte de los seguidores de Aberchán, que sobradamente saben que la consejera ni pide el voto para formación política alguna ni hace otra cosa que asistir con respeto a la manifestación religiosa de una comunidad, en este caso la gitana, que la invitó a su iglesia para trasmitirle in situ la falta de espacio en su lugar de culto y encuentro social y cultural.

El respeto ha sido y es la base de nuestra convivencia pacífica. Los melillenses en general estamos acostumbrados a participar y disfrutar de las fiestas y ceremonias de las diferentes religiones y culturas que conforman nuestra sociedad. Lo musulmanes pueden asistir y asisten, de hecho, a un acto religioso en una Iglesia e incluso pueden participar del mismo como ya hizo en su día el propio Aberchán cuando, coincidiendo con la festividad de la Patrona de Melilla, acudió como Presidente de la Ciudad a la antigua Iglesia de la Purísima para realizar la tradicional ofrenda a la Virgen de la Victoria.

Lo hizo con naturalidad, como una señal de respeto a la confesión de gran parte de los melillenses y a las tradiciones que forman parte de nuestro pasado y nuestro presente. Su gesto le engrandeció. Por eso no se entiende que CpM se haya atrevido a manipular y utilizar de manera tan mezquina el vídeo de la consejera en la Iglesia Evangelista.

Como no se entiende su deriva hacia la radicalidad, con incorporaciones como la de la presidenta de la Asociación Intercultura y también candidata cepemista al 26M, Yonaida Selam, de larga trayectoria política desde la UGT y PSME-PSOE hasta su actual pertenencia a Coalición por Melilla, donde ha terminado arribando tras un progresivo proceso de radicalización, en el que el extremismo, la verborrea hostil y la victimización de los musulmanes ha sido su pauta para generar enfrentamiento entre las distintas comunidades.

CpM, que logró crecer electoralmente cuando más se abrió al conjunto de la sociedad melillense, se ha replegado, radicalizado y convertido en una formación política basada principalmente tanto en el hecho identitario como en la religión islámica. Francamente, una involución peligrosa que la aleja de la Melilla plural y diversa por la que creo apostamos una gran mayoría, y que no contribuye a avanzar en la nueva identidad melillense que, a modo de mezcla e intercambio cultural, debe ir generándose paso a paso en beneficio de una verdadera interculturalidad.