Victoria merecida a pesar del viento

l La UD Melilla está cada vez más cerca de asegurar la permanencia y no arroja la toalla en la pelea por acabar en puestos de Copa l Vázquez y Roldán consiguieron los goles en un partido deslucido por el fuerte viento. La UD Melilla sumó tres puntos que valen su peso en oro de cara a sellar un año más la permanencia en Segunda División B. Además, la escuadra que dirige Juan Moya se resiste a arrojar la toalla en la pugna por hacerse un hueco en la zona alta de la tabla y mantiene viva la esperanza de conseguir billete para la próxima edición de la Copa del Rey.
Munir volvió a erigirse en protagonista en un partido deslucido por el fuerte viento de poniente que reinó a lo largo del mismo. El meta melillense tuvo poco trabajo pero demostró estar a la altura al detener un penalti ejecutado por Ocaña que pudo significar la igualada y que el choque hubiera tomado otros derroteros. Es el décimo partido en lo que se lleva de competición que el arquero unionista no ve perforada su meta. Hecho que vale para que la UD Melilla cierre un trimestre en el que se ha mostrado como un equipo sólido en casa donde no pierde desde el pasado 1 de diciembre, aunque poco fiable lejos del Álvarez Claro.
La escuadra melillense jugó la primera parte en contra del viento, pero eso no fue óbice para que el cuadro local se mostrara superior al isleño. Los de Masegosa no supieron aprovechar el viento a favor hasta que el técnico sevillano, ayer en las gradas por sanción, decidió dar entrada en el terreno de juego a Ocaña, opción que cambió la fisonomía de su equipo con una presencia constante en las zonas de influencia del juego.
Iván Guerrero fue el primero en conectar un disparo que se marchó alto y más tarde volvería a intentarlo con igual fortuna. Entre medias el canterano Pepe protagonizó una gran jugada por la banda derecha que solventó a base de fuerza y empeño para llegar al área y ceder un balón en bandeja a Chota que optó por buscar la colocación estrellando el cuero en la base del palo derecho de la meta defendida por Valle.
Al filo del cuarto de hora el Melilla volvería a gozar de una inmejorable ocasión, pero primero Nacho Aznar falló en su intento de disparo y después Manolo buscó la escuadra derecha de Valle que vio como el esférico se marchaba rozando la cruceta.
El San Fernando, que no daba con la tecla para neutralizar el juego combinativo de los azulinos, intentó hacerse notar con un golpeo en semifallo de Germán y otro seco y raso de Adri Gallardo. El primero lo despejó con apuros la defensa y el segundo lo resolvió sin problemas Munir.
Los locales seguían mostrándose ambiciosos y así, pasada la media hora, una internada de Guille Roldán en el área era cortada de manera inocente por Carlitos con el consecuente penalti señalado por el madrileño Ortiz Arias que se encontraba muy cerca de la jugada. David Vázquez fue el encargado de ejecutar de manera magistral el máximo castigo disparando ajustado al palo derecho del meta David Valle que se lanzó al lado contrario, estableciendo el 1-0 en el electrónico.
Tras el gol, el técnico visitante buscó un revulsivo dando entrada a Ocaña en el terreno de juego. A partir de ahí los visitantes comenzaron a tener más presencia en terreno azulino y fruto de ello llegaron varios intentos lejanos que partieron de las botas del recién incorporado aunque todos ellos, incluido un libre directo cerca del balcón del área, se marcharon cerca del travesaño de la portería de Munir por lo que el primer acto acabó con ventaja azulina.
Tras el paso por los vestuarios el Melilla pudo sentenciar el encuentro nada más iniciarse el segundo acto. Pepe envió un balón al área que Germán no estuvo acertado a despejar dejando una pelota suelta a la que llegó Guille para conectar un trallazo al que Valle respondió de manera felina evitando un gol cantado.
Sin embargo y al igual que ocurrió con el Melilla en la primera mitad, el San Fernando se asoció mejor en contra del viento y pasó de dominado a dominador. Así, en el minuto 48, Pedro Bolaños derribó a Ocaña en el lateral del área y el árbitro, muy cerca de la jugada, señaló el punto fatídico. El mismo jugador se encargó de lanzar la pena máxima con un disparo seco y ajustado al palo derecho pero Munir, que aguantó bien el lanzamiento, voló para enviar a saque de esquina.
El conjunto gaditano no bajó los brazos y siguió buscando la igualada aunque sin generar ocasiones de verdadero peligro, unas veces por la falta de puntería de los atacantes isleños y otras por la sobriedad con la que se desenvolvió ayer la zaga unionista. En ocasiones el San Fernando lo intentaba en acciones a balón parado que la defensa local resolvía con éxito; mientras que en otras la falta de acierto de los de Masegosa les pasó factura.
Así, Javi Zafra se marchó en el 79' por banda derecha y su centro raso no lo aprovechó Ocaña quien se quedó con el molde cuando tenía todo a su favor para batir a Munir. Cinco minutos más tarde Richi cortó de manera providencial un centro desde la izquierda de José Vega al que llegaban dos jugadores del San Fernando para rematar y poco después, a tres del tiempo reglamentario, José Vega se marchó de Pepe, penetró en el área y su centro medido lo remató flojo a las manos de Munir el ex cordobesista Javi Zafra.
Ya en tiempo añadido y cuando parecía que el marcador no se movería, llegaría el segundo penalti señalado a favor de los azulinos. Fue como consecuencia de un envío de David Valle sobre el central Paco Borrego al que Guille Roldán presionó y le robó la pelota. El defensa isleño agarró primero y derribó después al centrocampista cordobés y el colegiado, que seguía de cerca la jugada, no dudó en decretar la pena máxima. Guille Roldán de tiro raso y centrado estableció el definitivo 2-0.