Algunos vecinos del Barrio Hebreo de Melilla creen que la zona está abandonada. Así lo aseveran algunos residentes de estas calles porque lamentan que haya pintadas de mal gusto en las paredes y la acumulación de basuras alrededor de las inmediaciones de los dos centros escolares que hay en el barrio.
Estos días El Faro visita el Barrio Hebreo, una zona cuyas calles principales tienen nombres relacionados con la cultura judía. Hemos salido a preguntar qué tal se vive por aquí. Uno de esos vecinos es Mimon, quien comenta que ve el barrio "un poquito abandonado" y que hay más personas que antaño viviendo en esas calles.
Pero también ha observado que "hay gente nueva que no se adapta", si no lo son se trata de gente que no reside en este barrio. Son personas que acuden a las calle Diego de Paredes para reunirse y que están bajo el influjo de la droga, explica. Pero cree que esto es algo que ocurre en todos los barrios periféricos como este.
La calle Diego de Paredes es una calle principal que conecta de forma perpendicular a las calles Haifa, Tel Aviv o Jerusalén, es una vía transitada en la que se encuentran las puertas del CEIP Mediterráneo y la Escuela Infantil San Francisco, y en cuya punta está la plaza del Tiro Nacional. Ahí hay unos contenedores de basura, y algunos parece que han sido incendiados en ocasiones anteriores.
Cuando pasa El Faro por esa zona están trabajando los operarios de la limpieza, pero algunos vecinos, quienes no quieren hablar ante los micrófonos, señalan que aunque pase el servicio de la limpieza, continúan acumulándose residuos. Señalan a la falta de incivismo de algunas personas, que además podrían ser ajenas al barrio.
Mohamed, es un joven que pasa por esta calle con su coche. Lleva viviendo toda la vida en este barrio y lamenta que haya cambiado mucho. "Ahí lo pueden ver", manifiesta, señalando las pintadas de los muros del CEIP Mediterráneo, entre nombres y cosas sin sentido también se pueden leer insultos y expresiones de mal gusto.
"Esto es una vergüenza, la verdad. Este es un barrio muy antiguo, ahí tenemos un colegio y no es posible que tengamos esta fachada de esa manera, en el estado en el que se encuentra", expresa Mohamed.
Además, comenta que por la noche esa calle se llena de gente, se forman peleas y "ocurren cosas". "Por aquí no pasa ni la policía ni nada. Esto es vergonzoso", critica
Las pintadas de las paredes es otro de los principales problemas que destaca Nora de este barrio. Esta otra joven melillense también pone de manifiesto que las pintadas de las paredes molesta mucho a los vecinos.
"No entendemos por qué cuando ya está todo bien pintado y arreglado otra vez estropean las paredes haciendo que esto sea un barrio bajero. Y no nos gusta eso", asevera.
Otra cuestión que destacan algunos vecinos, quienes no quieren hablar ante los micrófonos, es que en los horarios de entrada y salida del colegio se forman grandes aglomeraciones y hace que también se acumule mucha basura en las inmediaciones.
Por ello, también echan en falta que haya algún dispositivo de seguridad que regule esta cuestión, y muchos vecinos, que son también padres de niños que van a ese colegio, critican que la labor de la Policía Local o los Agentes de Movilidad se quede en la parte baja de la calle, sin llegar hasta la puerta de los colegios.
También hay otras cuestiones que suponen una asignatura pendiente y hacen que los vecinos sientan que este barrio está abandonado. Benaisa, un melillense que tiene su casa en estas calles, destaca que entre las cosas a mejorar lo que habría que hacer es tener un mejor mantenimiento del barrio. "Hay calles que tienen agujeros", comenta. Este vecino tampoco pasa por alto las pintadas de mal gusto que hay en el colegio.
Otro vecino, también llamado Mohamed destaca que es competencia de las autoridades municipales arreglar los desperfectos de las calles. Aunque a pesar de eso, este vecino, que lleva seis años viviendo en esta zona de la ciudad, asegura que es una zona muy, muy tranquila para vivir.
Los vecinos destacan la buena convivencia que ha habido siempre en esta zona
El Barrio Hebreo de Melilla "es el segundo barrio más antiguo de Melilla", según Mimon, uno de sus habitantes. El melillense señala que tiene más historia el "del Mantelete", por la zona de la Alcazaba y la plaza de las Culturas.
Mimon comenta que las casas Son casas antiguas de poco espacio, de unos 30 o 40 metros cuadrados. "Los niños no tienen donde jugar, pero están haciendo un parque nuevo, que se espera que termine dentro de poco", explica señalando que es una de las asignaturas pendientes.
En el Barrio Hebreo, que queda recogido en las estadísticas municipales junto a la zona de El Tiro Nacional, viven 2.931 personas, de acuerdo con los datos del censo de la Ciudad Autónoma.
"Aquí solían venir judíos de la diáspora por la ruta sefardí. Vienen y se dan una vueltecita", explica Mimon. Esas personas de las que habla hacen la ruta sefardí para conocer más acerca de las raíces de los judíos sefardíes españoles. Antes por estas calles solían residir familias sefardíes, aunque una vecina explica a El Faro, que ya son pocos los vecinos judíos que quedan ahí.
La melillense Nora señala que su familia lleva viviendo en el Barrio Hebreo desde hace muchos años, e indica que aunque parezca a priori, parezca un barrio bajo, este es un barrio muy tranquilo y no conflictiva. "He estado en barrios diferentes que parecen más tranquilos y he visto un poco más de rifirafes entre vecinos, y aquí las relaciones entre los vecinos es muy buena", asevera.
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