Usar un SPF de más del 30 e hidratar en profundidad nuestra piel es esencial en verano

El verano es una época maravillosa para disfrutar del sol y hacer planes al aire libre. Es uno de los pequeños placeres de la vida con el que también hay que tener mucho cuidado, ya que este puede presentar un verdadero desafío para nuestra piel. Los rayos UV son más intensos que nunca, lo que unido al aumento de las temperaturas, hace necesario que tomemos medidas para que nuestra piel luzca sana y radiante.

Es muy importante que tengamos conciencia sobre el cuidado de la piel a lo largo de todo el día, no únicamente cuando realizamos actividades al aire libre aunque sí reforzando la prevención en lugares como la playa.

¿Las pieles morenas se queman?

De nada vale pensar que a estas alturas del verano ya no nos vamos a quemar porque estamos morenos. Esto es un falso mito, según ha explicado a El Faro Ana Baquero, farmacéutica y experta a la que hemos consultado sobre este y otros temas relacionados con el cuidado de la piel en verano.

"El hecho de que las pieles morenas no se queman es un concepto totalmente erróneo. Si bien es cierto que no se queman con tanta facilidad como lo haría un fototipo de piel clara, pueden perfectamente quemarse tras una exposición prolongada y sin un fotoprotector en cantidad y frecuencia adecuadas", resalta Baquero.

El SPF (Factor de Protección Solar), según aclara, indica el tiempo que podemos tardar en quemarnos tras aplicarnos el fotoprotector con respecto a lo que tardaríamos sin él. Es decir, si nos exponemos al sol sin protector solar y cronometramos cuánto tiempo tarda nuestra piel en enrojecerse y multiplicamos ese tiempo por el SPF del fotoprotector que queramos utilizar, sabremos durante cuánto tiempo aproximado nos protegerá.

Aún así ha querido resaltar que esto es aproximado, ya que luego va a depender de muchos factores como el sudor, la humedad, la frecuencia o la duración de los baños, entre otros. Por lo tanto, insiste en que para todos los fototipos de piel, recomienda escoger el SPF (no menos de 30) en función de la frecuencia con la que se quiera reaplicar la protección solar.

En este sentido, afirma que los fotoprotectores con SPF 30 habrá que reaplicarlos con mayor frecuencia que aquellos con SPF 50 para evitar el eritema solar.

Pero no solo hay que tener cuidado con la parte visible que dejamos de nuestra piel sino también con aquellas zonas a las que menos atención le prestamos y que también hay que proteger. Partes del cuerpo como la raya del pelo, las orejas, el cuello, los labios o los dedos de los pies que siempre acaban achicharrados por el sol.

Por esta razón, Ana Baquero detalla qué hacer con cada uno de ellos. En primer lugar, remarca que la mejor forma de proteger el cuero cabelludo es utilizando gorros, gorras, sombreros o pañuelos que nos resguarden físicamente del sol. Sin embargo, advierte que esto no suele ser suficiente y que lo idóneo es aplicar un fotoprotector en bruma o en polvo en la raíz del cabello y masajear hasta su total absorción. 

En cuanto a las orejas, cuello y escote, resalta que simplemente tendremos que extender nuestro fotoprotector facial a dichas zonas del mismo modo y frecuencia que en el rostro.

Por último,aconseja llevar en nuestro kit playero un bálsamo con SPF (mínimo 30). "Si además contiene activos como la manteca de karité, los ácidos grasos y/o el ácido hialurónico, mucho mejor", recomienda.

Aftersun para después de la playa

Una vez hemos vuelto de la playa, normalmente lo primero que utilizamos al salir de la ducha es el aftersun, pero ¿sirve realmente este producto para algo?

Tras un día de playa, lo principal es hidratar en profundidad la piel, bien podemos usar nuestra crema hidratante habitual o recurrir al aftersun. La diferencia es que este último, según aclara Baquero, va a presentar una fórmula más completa, permitiendo no solo hidratar la piel sino también calmarla.

"Debemos elegir fórmulas libres de alcohol para evitar que la piel se deshidrate aún más de lo que ya está. También es aconsejable que no tengan perfume para minimizar el riesgo de irritación", comenta.

Al hilo, asegura que lo ideal es optar por cremas postsolares entre cuyos ingredientes aparezcan una gran cantidad de agentes humectantes e hidratantes como el aloe vera, la glicerina, el ácido hialurónico o la alantoína. Además, cuantos más activos calmantes (bisabolol), antiinflamatorios (árnica), antioxidantes (vitamina E, niacinamida) y regeneradores (centella asiática) contenga, mejor.

"Ante una quemadura postsolar, el aftersun ayudará a contrarrestar el eritema, prurito e inflamación típicos de los efectos causados por el sol aunque no debemos olvidar que su uso no va a poder reparar el daño producido en nuestro ADN", advierte.

Autobronceadores

Tomar el sol no es la única forma de ponernos morenos. Hay otras opciones como los autobronceadores que se han puesto muy de moda en los últimos tiempos y son menos dañinos con nuestra piel.

"Los autobronceadores son una excelente opción para poder mantenernos bronceados durante todo el año evitando los efectos dañinos producidos por la radiación solar", recomienda la farmacéutica.

Tal y como explica, están compuestos por azúcares que en contacto con la piel se oxidan y son responsables de ese color dorado en nuestra piel. Además, cada vez hay en más formatos: gotas, espuma, crema, spray, toallitas…

Algunos son más graduales y otros tan solo requieren de unas horas para poder apreciar el tono deseado.

En reglas generales, para conseguir un resultado natural, recomienda seguir estos consejos:

1. Exfolia tu piel con un exfoliante físico. Incide en las zonas donde hay más células muertas como los codos, las rodillas, las muñecas y los tobillos.
2. Al salir de la ducha hidrata muy bien la piel con tu crema habitual y deja que se absorba por completo antes de aplicar el autobronceador.
3. Extiende el autobronceador con un masaje circular y evita hacer presión en los pliegues. Puedes usar un guante para que quede más uniforme.
4. Lávate muy bien las manos al terminar.

"Personalmente, te aconsejo que si eres principiante o quieres algo muy sutil, optes por un autobronceador gradual en crema. Además de ser más fáciles de modular, tendrás la piel hidratada y bronceada en un solo paso", resalta.