El intento de entrada, que tuvo lugar de madrugada, se produjo de manera simultánea. Dos subsaharianos lograron acceder a la ciudad autónoma por el arroyo Villa Pilar.
La valla fronteriza que separa la ciudad autónoma de Marruecos vuelve a ser escenario de un intento de entrada masivo de inmigrantes susbaharianos. La Delegación del Gobierno informó en la jornada de ayer a El Faro que en la madrugada del lunes al martes se produjo un asalto simultáneo en cinco puntos diferentes del perímetro que divide ambos países.
Los hechos ocurrieron en torno a las 4:00 horas, cuando se avistaron diversas bolsas de inmigrantes dirigiéndose hacia el vallado por distintos puntos. Delegación apuntó que el grupo más numeroso estaba compuesto por “entre 100 y 150 personas” e intentó acceder a la ciudad a través del tramo que discurre cerca de Mariuari.
El resto de grupos estaba compueso por una veintena de inmigrantes cada uno, aproximadamente. A causa de lo confuso de la situación, Delegación no ofreció una cifra exacta de los que intentaron entrar en Melilla de manera ilegal, aunque en base a los datos proporcionados a este periódico, podría oscilar entre las 200 y las 250 personas.
Pese a los esfuerzos de la Guardia Civil en territorio español y de la Policía marroquí en el país vecino, dos inmigrantes lograron acceder a Melilla, en concreto a través del tramo del arroyo Villa Pilar, que se encuentra en la zona aledaña al aropuerto de la ciudad.
En este sentido, Delegación detalló que un grupo de cinco subsaharianos consiguió aproximarse a la valla fronteriza por esta parte. Mientras que tres fueron repelidos, los dos restantes alcanzaron su objetivo de saltar a Melilla.
Fueron inmediatamente trasladados a la Jefatura de Policía Nacional, donde se les abrió el pertinente expediente de expulsión, tal y como dicta la Ley de Extranjería, y posteriormente conducidos al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
La Delegación del Gobierno considera que este intento de entrada masivo estuvo organizado. Los inmigrantes utilizaron la estrategia del “divide y vencerás” para mantener ocupadas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en distintos puntos del perímetro fronterizo, incrementando así las posibilidades de que algún tramo quedara sin vigilancia. Así ocurrió en la zona del arroyo Villa Pilar, donde cinco inmigrantes lograron llegar a la valla y dos de ellos saltarla.
El asalto al perímetro comenzó a las 4:00 horas y duró casi hasta las 5:00. En opinión de Delegación, los subsaharianos estaban “claramente organizados”, ya que fue “demasiada casualidad” que se produjeran intentos de entrada por tantos puntos “distintos y alejados” en tan corto periodo de tiempo. Asimismo, indicaron que la intervención de la Policía marroquí para dispersar a los inmigrantes fue fundamental.
Esta coordinanción resulta novedosa, como apuntaron desde Delegación. A este método hay que sumar el de los coches kamikazes que intentan cruzar los pasos fronterizos a toda velocidad. En definitiva, todo apunta a que la inmigración ilegal se reinventa y que las mafias que trafican con seres humanos emplean tácticas más elaboradas que nunca.
En opinión de los sindicatos de Policía Nacional y Guardia Civil, la búsqueda de nuevas estrategias obedece al elevado nivel de desesperación de los inmigrantes, que no dudan en jugarse la vida con tal de llegar a Melilla, poniendo también en riesgo la de los agentes, como en el caso de los coches kamikazes.
En los últimos días se han producido intentos de entrada de subsaharianos por todas las vías posibles. Destaca la llegada de una patera el pasado sábado a las playas de la zona sur o la entrada de doce inmigrantes a través del paso de Farhana en un coche a la carrera, provocando destrozos tanto en el lado marroquí como en el español.
Delegación continúa con los traslados a la península con el objetivo de normalizar los niveles de ocupación del CETI. Hace pocos días había unas 750 personas en sus instalaciones, cifra por encima de su capacidad máxima, de 480, pero ya alejada de las 900 que llegó a registrar a finales del pasado año, uno de los grados de ocupación más elevados de toda su historia.