Unos 100 niños del Monte María Cristina recibirán apoyo escolar en la ludoteca Darro

La Ciudad firmará un convenio de 125.000 euros con las religiosas de María Inmaculada para que dirijan el centro.

Unos 100 niños del Monte María Cristina recibirán clases de apoyo escolar en la ludoteca de la calle Río Darro. El consejero de Educación, Antonio Miranda, aseguró ayer que las instalaciones podrían estar abiertas entre marzo y abril. Explicó que en los próximos días visitaran la ludoteca junto a unos técnicos de la Ciudad para determinar el material escolar que se necesita para poder dar inicio a las clases de refuerzo escolar.
El consejero de Educación aprovechó la firma del convenio de colaboración para la escuela infantil de las hermanas de María Inmaculada para informar de que la Ciudad abonará a esta entidad unos 125.000 euros para que ponga en marcha el proyecto de la ludoteca en la calle Río Darro. Fuera de este presupuesto está la inversión que Educación hará para la compra del equipamiento de las cuatro aulas de las instalaciones.
Miranda resaltó que cuando abra esta ludoteca, las plazas para apoyo escolar se sumarán a las de otras entidades que dependen de la Consejería de Bienestar Social y Sanidad. En total, habrá unos 1.000 alumnos de Primaria y primeros cursos de Secundaria recibiendo clases de refuerzo escolar gratuitas gracias a las iniciativas de la Ciudad, apuntó. Aunque aún habrá que esperar varias semanas para que las religiosas de María Inmaculada comiencen a dirigir las clases en la ludoteca del Río Darro y se firme este nuevo acuerdo entre el Ejecutivo local y las hermanas del Monte María Cristina.

60.000 euros para la escuela
El convenio que sí rubricaron ayer fue el de la escuela infantil. La Consejería de Educación aportará 60.000 euros a las hermanas para que puedan costear la escolarización de 20 niños de entre 2 y 3 años, aunque en la clase de Infantil admitan a otros 15 pequeños más. Se trata del mismo presupuesto que se destinó en 2013 a esta entidad sin ánimo de lucro. Con este dinero se contrata a una maestra de Educación Infantil, a dos técnicos de esta especialidad y a una cocinera.
La reserva de plazas es para niños de familias que están en situación de pobreza. No sólo se les ofrece clases y actividades de recreo, sino que se les da de comer, algo que le viene muy bien a los padres que apenas tienen recursos en sus casas para alimentar a toda la familia. Así lo aseguró la directora del Centro de María Inmaculada, Mercedes Moraleda. La religiosa agradeció la colaboración a la Ciudad y aseveró que sin esta ayuda económica y otras muchas que reciben sería imposible ofrecer una escuela infantil a las familias desfavorecidas del barrio.

El trabajo en el Monte
Moraleda explicó que además de la escuela infantil, en el centro ofrecen clases de apoyo escolar a 45 niños, clases de alfabetización a mujeres de entre 40 y 60 años gracias a la colaboración de un grupo de voluntarios y atienden a unas 200 familias con el Banco de Alimentos. También señaló que de media se atiende a diario a unas 15 personas que demandan ayudas puntuales, como alimentos o ropa. Afirmó que no puede hacer un cálculo exacto del número de ciudadanos a los que prestan ayuda.
Los escolares que están en las clases de refuerzo sólo son 45 porque no tienen aulas más grandes ni personal para ampliar la oferta de plazas. Por eso, la ludoteca del Río Darro será un lugar idóneo en el que prestar este servicio a los niños del barrio. Las religiosas podrán atender a más familias y se contratará a gente especializada para ofrecer las clases.
Además, para los niños del barrio organizan en el centro un gran número de actividades todos los sábados. La idea es que no estén en la calle y continuar con la labor educativa todos los días, incluso en verano, ya que para julio y agosto ofrecen las colonias urbanas de Cáritas.
En cuanto a los cursos de alfabetización, Moraleda explicó que hasta ahora sólo ofrecían estos talleres a mujeres jóvenes que participaban en otras actividades formativas. Ahora, cuentan con un grupo de voluntarios que se ha comprometido a dar clases de castellano a mujeres entre los 40 y los 50 años, aunque no se beneficien de otros cursos en el centro.