LOS SECRETARIOS de Estado para la Unión Europea, Juan González-Barba, y de Política Territorial y Función Pública, Víctor Francos, visitaron ayer Melilla para apuntalar la españolidad de la ciudad, tras la invasión por parte de miles de marroquíes de Ceuta.
En su visita, los representantes del Gobierno central recalcaron la gravedad de las acciones impulsadas por el Gobierno del país vecino y dejaron claro el apoyo del Estado y de las instituciones europeas a las ciudades autónomas.
Las consecuencias de la crisis con Marruecos pueden terminar siendo positivas tanto para Melilla como para Ceuta. La situación de presión migratoria y económica con la que somete Rabat a los dos enclaves españoles parecía inmutable. No parecía que hubiera solución a la asfixia que atenazaba social y económicamente a las ciudades hermanas y tampoco se percibía mucho interés en dar una respuesta desde el Gobierno central. Pero las acciones de Marruecos y sus posteriores declaraciones contra los intereses españoles, y por tanto de la Unión Europea, han desembocado en una serie de decisiones que pueden ser la solución a los problemas que se habían enquistado.
La entrada de Melilla y Ceuta en el espacio Schengen beneficiará a las dos ciudades, y servirá para reorganizar la relación con las provincias marroquíes aledañas. Además, la creación de un organismo nacional para la implementación y supervisión de acciones directas sobre ambos territorios españoles también supondrá un paso adelante en la estabilización de las ciudades.
Así, el envite de Marruecos se va a transformar en un golpe de timón a la dirección que estaba tomando el futuro de las ciudades autónomas. Rabat ha puesto sobre la mesa un asunto que estaba adormilado, que no se trataba como prioridad ni por España ni por la Unión Europea, activando una respuesta que seguramente no es la que esperaba.
Ahora, toca avanzar en la consolidación de estos proyectos y tejer los mimbres necesarios para potenciar la prosperidad en Melilla y Ceuta, haciéndolas menos dependientes del país vecino y fiando su futuro a Europa.