“Estamos en Melilla. Nos han identificado. Nos van a llevar a un centro”. Ésta era parte de la conversación que uno de los jóvenes que viajaba en la patera, rescatada por Salvamento Marítimo, mantenía ayer con un familiar o amigo en francés. Como él, muchos otros sacaban los móviles para llamar, escribir WhatsApps e incluso hacer una foto del lugar en el que se encontraban. Un gesto que todos nosotros hacemos cuando llegamos a nuestro destino tras un viaje. ¿Quién no ha cogido el teléfono para decir: “he llegado bien”? Aunque en el caso de ese joven y los otros 48 migrantes que iban en la patera era mucho más que comunicar que se ha llegado al destino. Estaban vivos y había que avisar a familia y amigos.
La zodiac en la que pretendían llegar a la península estaba en muy malas condiciones y se hundía a pocos kilómetros de la costa marroquí. Si no llega a ser por Salvamento Marítimo, podrían haber muerto ahogados.
Ya atracados en el puerto de Melilla, a algunos se les escapaba una sonrisa mientras se cubrían con las mantas térmicas que repartían los voluntarios de Cruz Roja. Estaban empapados y hacía frío. Los rayos de sol no calentaban lo suficiente. Otros tenían la mirada perdida y el gesto triste, quizás pensando en lo que dejaban atrás. Hubo quien abrazó a la persona de al lado, al amigo con el que había compartido ese peligroso viaje. Le acariciaba la cara para darle consuelo. Ya estaban a salvo. Habían llegado bien.
Este poemario cierra una trilogía denominada Mujer al pie de un pararrayos, que tiene como…
Aunque tantas veces sea más de indigestión. Más vale gestión sin política que política sin…
El mundo es un horizonte de puertas abiertas, con unos moradores que acompañan la vida,…
“Los socialistas reafirmamos nuestro compromiso abolicionista de la prostitución, entendiendo que la libertad y la…
Somos Melilla ha criticado una vez más el deterioro del techo de amianto del pabellón…
El viernes por la noche, en el restaurante V Pino, la asociación de vecinos Barrio…