López Fernández afirma que la economía de CCOO no es boyante porque hay problemas económicos l El sindicato negocia que esta candidatura esté apoyada por todas las federaciones
Tiene 48 años y 19 de ellos los ha pasado vinculado a unas siglas: CCOO. Hace dos años una sanción impidió a Francisco López Fernández seguir toreando. Ni siquiera le dejaron quedarse en la barrera y tuvo que ver los toros desde el tendido. Pero ese tiempo ya pasó y ha vuelto a los ruedos. López Fernández es, de momento, el único candidato a la Secretaría General de CCOO. No es nuevo en esto. Está acostumbrado a torear. Ha sido delegado sindical, responsable de una federación y secretario de Organización. Conoce muy bien lo que se juega al salir a la arena. Afirma que sus compañeros le han tenido que convencer para presentarse. La propuesta que aceptó lleva consigo que esté dos años en este cargo, que elija a una ejecutiva joven que pueda liderar CCOO en un futuro y hacer un plan de viabilidad. No quiere hacer despidos, pero promete poner las pilas a todo el mundo para sacar adelante al sindicato. El sábado unos 30 delegados sindicales le apoyarán en el congreso, pero desea que las negociaciones actuales le permitan contar con más respaldos y que al final la suya sea una candidatura de consenso.
–¿De quién parte la idea de que se presente como uno de los candidatos a la Secretaría General de CCOO?
–Mi nombre surge a raíz de los compañeros de la Federación de Servicios a la Ciudadanía. Les ha costado convencerme y también a mi mujer, que ‘ha dado el visto bueno’. Hace unos meses sonaba el nombre de José Tormo, presidente de dicha federación, pero él no quería hacerse cargo de la Secretaría General. Pensaron en mí porque fui hace unos años secretaria de Organización y conozco la Unión Provincial de Comisiones Obreras de Melilla. No tienen que enseñarme cómo funciona la institución no tengo que aprender y empezar de cero, sino que podría rodar con normalidad. Yo les puse una serie de condiciones. Al final éstas se han dado y entre ellas está que no me voy a liberar. Yo seguiré trabajando en mi puesto de la farmacia del Hospital Comarcal y por las tardes y los días que tengo de descanso los dedicaré al sindicato. No obstante, la propuesta final la puso sobre la mesa la Ejecutiva Confederal.
–Entonces, ¿le animó a decir sí que CCOO nacional le ofreciera presentarse?
–A ver, a mí me animan a mis compañeros. Eso es indudable, pero hacer un proyecto donde se junte juventud con futuro es lo que me hace decir que sí. Pensé que podría servir a mis compañeros.
–¿En qué consiste dicha propuesta?
–Me piden que me haga cargo de la Secretaria General durante dos años hasta el próximo Congreso Ordinario. A partir de ahí los compañeros que tienen menos experiencia, pero que durante este tiempo se formen, podrán liderar la organización. La propuesta que me llega por parte de José Campos, miembro de la gestora actual de CCOO en Melilla, es si estaría dispuesto a liderar un proyecto de dos años, que cuente con gente joven. Le dije que sí. De hecho la media de edad de los compañeros de la futura directiva no supera los 43 años. Viene un trabajo bastante fuerte: reorganizar CCOO buscando un proyecto de futuro. Para el 31 de diciembre habrán acabado todas las elecciones en las empresas y en las administraciones y podremos centrarnos todos en el interior del sindicato.
–Les sorprenderá a muchos ver que se presenta a secretario general cuando hasta hace poco ha estado sancionado por CCOO.
–He estado suspendido durante dos años. Pero ya cumplí.
–Pero sorprenderá que cuente con el apoyo de la ejecutiva nacional tras aquel asunto.
–Pero el tema es por qué fui sancionado. No fue por hacer un estropicio o por utilizar una tarjeta ‘black’, sino por una disconformidad con una cuestión determinada del sindicato. El pasado no se olvida y quien diga lo contrario miente, aunque no hay que volver atrás. Sirve para aprender de cara al futuro. Yo creo que uno de los puntos a favor que tiene que hayan pensado en mí es que, aún estado sancionado, no me di de baja de la organización como otros que cuando han tenido algún problema interno en CCOO lo primero que han hecho es irse a otra organización. Seguí pagando mi cuota aunque no tenía derecho porque estaba sancionado durante esos dos años y he seguido colaborando con la entidad.
–De hecho estos años ha estado asesorando a profesionales, por ejemplo, con la bolsa de trabajo del Ingesa.
–Sí claro. Cuando un compañero de la organización me buscaba siempre han podido contar conmigo. Es verdad que no podía liderar, pero en ningún momento he dejado el sindicato. Es cierto que no podía estar en los órganos de dirección ni formar parte de la asamblea hasta que cumplir la sanción de los dos años. Uno se puede equivocar o se equivocan otros. Pero insisto en que eso ya quedó en el pasado. Se aprende de esa cuestión y hay que mirar adelante.
–Ha hablado de las condiciones que puso para aceptar ir en esta candidatura, como que no desea liberarse de su trabajo, pero ¿cuáles son el resto?
–El proyecto que la Confederal me pone sobre la mesa, en el que también participo a la hora de dar idea sobre los candidatos que me acompañan en la Ejecutiva, es que haya gente joven con muchas ganas de participar. He estado durante 19 años liberado en Comisiones Obreras y la idea es dar mi experiencia a la gente de la Ejecutiva que salga conmigo para que coja su camino y puedan dirigir la organización dentro de dos años. A partir de esta fecha, espero pasar a ser como un consejero.
–¿Comisiones Obreras quiere tirar de sus bases?
–En el Consejo Confederal se ha establecido una norma que, será de aplicación para el próximo Consejo y por lo tanto puede ser Melilla la primera que lo ponga en marcha a como en la renovación de los cargos. Antes, para ser miembro de la Secretaría general no se podía repetir durante más de dos mandado y eso mismo se ha llevado a los miembros de la Comisión Ejecutiva Confederal, es decir, que no puede ser eterno que una persona esté al frente. Aunque en el mercado laboral la media de edad es muy alta y tenemos el problema del desempleo juvenil, el objetivo de CCOO es que esos jóvenes vean en nosotros un referente para reivindicar sus derecho.
–Desde que en enero Francisco Veira, último secretario general, decidió dejar el puesto el sindicato ha estado sin líder.
–Puedes ser un gran líder y tener malos compañeros con lo cual no llegas a tener capacidad para hacer cosas y sin embargo, ser un mal líder y tener un muy buen equipo de trabajo y disimular esa carencia. Comisiones ha estado trabajando sin parar. El sindicato tiene varias partes. Una es la Unión Provincial, donde falta la cabeza visible, pero además hay federaciones y cada una de ellas ha trabajado con independencia. De hecho, habrá una renovación dentro de cada una de las federaciones y serán ellas las que realicen ese trabajo. En estos meses se han producido varias elecciones y CCOO ha ganado en un gran número de ellas. De hecho, la Federación de Servicio a la Ciudadanía ha tenido muy buenos resultados, por ejemplo, en Iberia o en Correos.
–Desde la marcha de Veira se especuló con que había problemas económicos. ¿Cree que se va a encontrar con cuentas negativas cuando llegue a CCOO?
–Sé que hay problemas económicos. Es uno de los trabajos que tengo que resolver y que me han puesto encima de la mesa cuando acepté ser candidato a la Secretaría General. Habrá cosa que tendremos que hacer aunque no nos gusten y otras que tendremos que plantear. Ha habido muchos recortes de subvenciones por parte del Estado y además ha habido una disminución de los afiliados porque no todo el mundo podía pagar estando en paro la cuota. La gente piensa que si ha perdido el trabajo para qué necesita una organización que me defienda. Además, Melilla es un lugar complicado donde encontrar trabajadores porque es una de las autonomías con más desempleo. Económicamente la organización no es boyante y eso es evidente. Pero no pasa desde la época del compañero Veira y sino desde mucho más atrás. Me han informado sobre los problemas económicos que hay y uno de mis trabajos, en colaboración con la Confederal, es la aplicación de un plan de viabilidad de la organización, si conseguimos la Secretaría General. Habrá gente que no esté contenta con lo que se haga, pero es uno de los compromisos que me han puesto encima de la mesa y lo he aceptado. Sé que eso no va a ser muy bonito, pero hay que estar en lo bueno y en lo malo. Hay que llevar las dos cosas.
–Plan de viabilidad suena a despidos del personal.
–No hay que despedir si uno no quiere. Quiero recordar que Ángel Gutiérrez ya emprendió una reestructuración de gastos que supuso un ahorro a nivel organizativo y la que colaboramos todos en aquellos años, por ejemplo, no se viajaba hasta que no era absolutamente necesario, porque siempre en los desplazamientos se invierte mucho dinero y en lugar de dar dinero para el taxi, nos daban un bono de metro.
Ahora la estructura que tenemos de personal es más grande de lo que puede sostener la propia organización. Pero si todos nos ponemos las pilas, desde el primero hasta el último, es posible sacar adelante CCOO. La Confederación nos habla de una línea de crédito, pero también de una serie de objetivos que tiene que hacer la Unión Provincial, por ejemplo, aumentar el número de afiliados. Eso lo podemos conseguir entre todos. Si no conseguimos esos primeros objetivos, a finales de 2016 puede que haya que tomar una serie de medidas más drásticas de la que se podrían haber adoptado. La labor es conseguir que ese plan de viabilidad sea lo menos doloroso posible. Si soy elegido el sábado lo primero que voy hacer es hablar con los trabajadores.
–¿Se plantea continuar al frente de CCOO dentro de dos años?
–No. El proyecto es a dos años. En ese tiempo se hará lo que digan las bases. Cuando llegue el día, pondré a mi cargo a disposición de la Confederación, así como de la Unión Provincial y de los compañeros de Melilla. Puede parecer una frase típica pero es verdad no quería coger la Secretaría General. Precisamente, uno de los puntos que me ayudaron a tomar la decisión es que era para dos años. Tengo muy buen puesto de trabajo en el Ingesa. Estoy de mañana, muy bien considerado por mi jefe y por mis compañeros y me costó mucho tomar esta decisión. También me he llevado alguna bronca en casa porque mi familia no entendía por qué quería meterme en el sindicato. Ahora mismo en el hospital me siento muy joven porque se van haciendo muchos proyectos nuevos en el servicio y he encontrado unos compañeros bastante competentes. Todo esto me ilusiona. De hecho, cuando tomé la decisión de presentarme a secretario general se lo dije a mi jefe para que supiera que no tengo la intención de liberarme.
–En cuanto a este tema, ¿cree que podrá estar dos años trabajando para el sindicato sin estar liberado de su oficio?
–En principio no me voy a liberar. Mi objetivo es lograr toda la colaboración posible. Si tengo el apoyo de todas las federaciones, no hará falta que tenga que liberarme de mi trabajo porque podré hacer la labor del sindicato por la tarde y los días libres. Me encanta el mundo sindical y siempre encuentro el tiempo para dedicarlo a este tema. No es una cosa que me cueste, lo único que no voy a estar de presencia física de 8:00 a 15:00 horas. Pero a partir de esa franja horaria, estaré activo. Hoy en día con el móvil se puede solucionar cualquier problema y hacer cualquier escrito. También voy a contar con muy buen equipo, con gente muy preparada y que sólo le falta experiencia en la organización. Es gente bastante preparada. Ahora mismo no puedo decirle los nombres porque se está negociando que sea una candidatura de consenso entre todas las partes y que sea una ejecutiva de todos y consensuada que es lo que me gustaría. De hecho, a la otra parte se le ha ofrecido el cargo de secretario de Finanzas, que es importante.
–Con ‘la otra parte’, ¿se refiere a las federaciones que no tienen nada que ver con la de Servicios a la Ciudadanía?
–No exactamente porque cuento con el apoyo de otras federaciones, aunque no de todas. De hecho tengo 20 avales de la Federación de Servicios a la Ciudadanía y otros diez más de otras áreas de CCOO. Si seguimos negociando podemos llegar hasta los 31 delegados que me apoyarían en el caso de que no existiera un consenso por parte de todas las federaciones. Pero nos gustaría tener el apoyo de todos, que olvidaran el pasado y pensaran en el presente y en el futuro de la organización. Por supuesto, no se está obligando a nadie. Pero el tema es tirar adelante con un consenso porque daríamos una fortaleza a la organización. Sería lo mejor que podría pasar a este sindicato. Pero le vuelvo a repetir que si no existe consenso igualmente me presento.
–¿Cómo será su ejecutiva?
–A nosotros nos proponen ejecutiva compuesta por cuatro personas más la Secretaría General. Pero las federaciones que no están de acuerdo conmigo han pedido tener cinco miembros más la Secretaría. Campos es el que está haciendo esta negociación y le dije que sin problemas, podrían quedarse con dos cargos directivos a cambio de que sean un hombre y una mujer y que sean jóvenes. Son los mismos requisitos que yo he seguido para hacer mi listado. Tengo colaboradores del ‘núcleo duro’ de CCOO que se han quedado fuera de la Ejecutiva con el objetivo de incluir a personas nuevas que nada tengan que ver con el pasado, ya que sólo una de ellas estaba en la Ejecutiva anterior. Además, mis candidatos son personas líderes en sus empresas, que han ganado sus elecciones.
Subir el plus de residencia a trabajadores de la privada y contratos a raíz de planes de empleo
Francisco López Fernández no sólo tiene proyectos para renovar el interior de CCOO. También tiene objetivos que cumplir fuera de la sede del sindicato. En concreto, apuesta por dos grandes proyectos: que suba el plus de residencia para los trabajadores de las empresas privadas y que los planes de empleo den lugar a contrataciones en los negocios donde se incorpora dicho personal.
En primer lugar, López Fernández explica que hay empresas en Melilla, sobre todo las franquicias, que se niegan a pagar el plus de residencia a sus empleados alegando que no viene recogido en el convenio laboral. Sin embargo, sí se benefician de descuentos en impuestos. Por ello, apuesta por incluir una disposición adicional a los Presupuestos Generales del Estado para que se beneficien de las bajadas del IRPF sólo las empresas que paguen el plus de residencia.
Por otro lado, señala que se podría lograr un compromiso por parte de las empresas que reciben a personal de los planes de empleo para que contraten a un porcentaje, aunque sea de un 5 o un 10%, otros seis meses más. Afirma que esta medida serviría para generar empleo y para incentivar a los trabajadores que pueden esforzarse aún más si ven que tienen posibilidad de continuar en dicha empresa durante medio año más. Además, insiste en potenciar el sector del Turismo abarando los transportes.