Un pitbull terrier ha atacado a un niño en Melilla y le ha provocado varios desgarros en un muslo, además de mordeduras de diversa consideración en un costado. Ocurrió a mediados de abril, pero la Policía Local lo ha hecho público ahora, una vez pasadas las elecciones del 28 de mayo. Los hechos se remontan al 18 de abril, cuando sobre las 21:00 horas, un menor de edad fue atacado por un perro de raza considerada potencialmente peligrosa en la calle Río Ebro (zona alta del Rastro, colindando con el Monte María Cristina). Poco después, los padres comparecieron en la Comisaría de la Policía Local y explicaron que la puerta de la casa de los propietarios del pitbull estaba abierta y por descuido el perro salió a la calle, donde el menor se encontraba jugando. Al verlo, el animal se abalanzó sobre él y le causó heridas en uno de los muslos y el costado. Según el protocolo antirrábico el perro tuvo que ser puesto bajo observación veterinaria y permanecer en cuarentena en el Centro de Acogida y Observación de Animales Domésticos de la Ciudad Autónoma de Melilla. Tras el incidente, la Policía comprobó que el pitbull carecía de la documentación y los permisos correspondientes, por lo que su propietaria fue denunciada atendiendo al Reglamento de Salud Animal. Por tales hechos el Grupo de Investigación de la Policía Local abrió diligencias respecto a los hechos reseñados, procediendo a denunciar a la propietaria del perro en calidad de investigada no detenida por un delito de lesiones por imprudencia. Los perros considerados de raza peligrosa deben no solo tener el chip y estar registrado como animal potencialmente peligroso y todas las vacunas en regla, sino que además, el propietario debe tener una licencia de tenencia de perros peligrosos y un seguro para cualquier tipo de incidente que se dé con el animal.