Cruzó en bicicleta el paso de Farhana y no paró cuando el agente le dio el alto en tres ocasiones.
Un joven marroquí, de iniciales Z.B., se enfrenta a una multa de 30 euros por desobedecer a un agente de la Guardia Civil, cuando cruzó el paso fronterizo de Farhana el pasado martes 22 de julio. En el juicio de faltas celebrado ayer en el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 4, uno de los guardias afirmó que le dio el alto al joven hasta en tres ocasiones, mientras éste corría en bicicleta por la carretera en dirección al CETI. Finalmente, fue alcanzado por un segundo guardia civil en su coche a pocos metros del puesto fronterizo.
Los hechos ocurrieron en torno a las 21:50 horas en Farhana. La Policía Nacional, que realiza el control documental, rechazó la entrada en territorio español al joven, que circulaba en bicicleta. Z.B. discutió con el agente policial hasta que el jefe en frontera le permitió el paso a Melilla, según explicó uno de los guardias civiles.
Seguidamente al control de la Policía Nacional, el joven continuó montado en la bici y cuando llegó a la altura donde está la Guardia Civil haciendo sus labores de fiscalización, no se detuvo, cuando uno de los guardias le dio el alto.
El joven estaba enfadado
Según la declaración del agente de la Benemérita, hasta en tres ocasiones pidió al joven denunciado que parara, haciendo éste caso omiso. En un momento dado, Z.B. volvió la cabeza y dijo: “No me voy a parar” y aceleró la marcha en dirección a la carretera de Farhana que conduce al puente del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Uno de los guardias civiles corrió detrás del joven, pero al ver que éste aceleraba con su bicicleta, vio que no podía darle alcance. El compañero del guardia civil continuó la persecución con su vehículo hasta que, a unos 30 metros del puesto fronterizo, consiguió retener al joven.
Según la declaración del denunciado, tenía la intención de volver a pedir perdón a los agentes, pero antes devolvió la bicicleta a su dueño que la esperaba. “Estaba enfadado porque el policía me había tratado mal y no me había pedido disculpas. Entonces continué con la bici y no hice caso a la Guardia Civil porque estaba muy enfadado y nervioso”, explicó al juez.
El joven marroquí indicó que actualmente se encuentra sin empleo y no percibe ninguna prestación. El Ministerio Fiscal valoró el reconocimiento de los hechos del propio denunciado y pidió para él la pena mínima: Una multa de 30 euros por una falta leve de desobediencia a la autoridad, recogido en el artículo 634 del Código Penal.
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