Un menor de edad con nacionalidad española hirió ayer con una piedra a un joven mayor de edad que no tenía documentación nacional. El altercado se produjo en la playa de la Ensenada de los Galápagos, aunque la disputa se trasladó hasta la plaza que se encuentra frente a esta cala y terminó cerca de uno de los bancos. La Guardia Civil se encargó de zanjar la polémica, que terminó con el mayor de edad con la cabeza vendada y siendo trasladado al Centro de Salud de Polavieja, según los testigos. Por otro lado el supuesto agresor, con edad penal, es decir, mayor de 16 años, fue retenido por la Benemérita.
Este desencuentro, que según los vecinos y comerciantes de la zona es un tipo de altercado habitual en la zona cuando llega el verano, ocurrió entre las 19:00 y las 19:30 horas de ayer. Según fuentes de la Guardia Civil, cuyos efectivos acudieron a la llamada de los testigos y pusieron fin a la pelea, tuvo lugar por motivos económicos, puesto que uno de los jóvenes reclamaba al otro el importe de la compra de unas zapatillas deportivas.
Además, según la Benemérita, uno de los jóvenes, el menor de edad, contaba con la documentación española y era melillense, mientras que no pudieron asegurar la nacionalidad del mayor de edad.
Testigos y vecinos
Sin embargo, algunos testigos que se encontraban en la zona y unos vecinos de este barrio aseguraron a El Faro que la disputa se debió a una chica. Además, explicaron que la pelea comenzó en la playa y que concluyó fuera, donde el menor golpeó con una roca en la cabeza al mayor de edad. El herido terminó con un vendaje y siendo trasladado al Centro de Salud de Polavieja, aunque no llegó a perder la consciencia, según los allí presentes.
Acerca de la nacionalidad de los implicados en la trifulca, los vecinos de la zona aseguraron que uno de los jóvenes era melillense, mientras que el otro no era español. Según explicaron, no se trataba de vecinos, pero sí que eran jóvenes que solían ir a pasar el día a esta playa y a bañarse allí con frecuencia.
Con estos datos se puede deducir que el menor de edad, el que supuestamente agredió con una piedra al chico trasladado a los servicios sanitario, era de origen español, mientras que el mayor de edad, el que terminó herido a causa del golpe con la piedra en la cabeza, era de origen extranjero, aunque ni la Benemérita ni los vecinos supuseron concretar la nacionalidad.
Manchas de sangre
La trifulca, que concluyó con un joven mayor de edad herido en la cabeza, terminó en la plaza que se encuentra frente a la entrada habilitada a la Ensenada de los Galápagos. Al borde de la verja se podía ver, aún horas después de que se produjera el altercado, una gran y llamativa mancha de sangre que, en parte, ponía de manifiesto la magnitud del golpe que había recibido uno de los implicados en la pelea.
Según fuentes de la Guardia Civil, cuando los coches patrulla llegaron al lugar de los hechos, amigos de ambos implicados estaban dispuestos a entrar en la riña para defender a uno y otro de los participantes, algo que la Benemérita evitó.
Según los allí presentes durante la trifulca, fueron cuatro los vehículos de la Benemérita los que acudieron hasta el lugar. Además, vecinos de la zona denunciaron a El Faro que, por desgracia, la pelea de ayer no fue un hecho aislado, puesto que este tipo de casos se suelen dar con frecuencia en esta playa de la ciudad, sobre todo en época estival.
“Esto es el pan de cada día” cuando llega el verano
A pesar de que la pelea de ayer terminó con un herido por una roca que acabó en el Centro de Salud de Polavieja por una brecha en la cabeza, la mayoría de los vecinos y comerciantes de la zona, al ser preguntados por lo ocurrido, lamentaba que este caso no fuese un altercado aislado y que se tratase de algo común, sobre todo cuando llega el verano y se empieza a abrir al público la Ensenada de los Galápagos.
“Este es el pan de cada día”, criticó uno de los residentes de los alrededores, que también aseguró que las peleas por chicas son algo habitual entre los jóvenes que se dan cita en esta cala.
Otro de los trabajadores de la zona se preguntaba si no podría aumentarse la vigilancia a la entrada de esta playa, puesto que si otros rincones de Melilla La Vieja cuentan con seguridad privada al margen de Policía y Guardia Civil, por qué esta zona supuestamente conflictiva quedaba al margen. Según este vecino, esta medida evitaría peleas.
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