Seis chabolas quedaron calcinadas y ningún inmigrante resultó herido. La Delegación del Gobierno alerta del “extremo peligro” del poblado por sus materiales inflamables.
En torno a las 15:15 horas de la tarde del viernes, una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil divisó las llamas y humo en el poblado de chabolas del Cerro de Palma Santa. Como resultado, un total de seis chabolas quedaron calcinadas y, afortunadamente, ningún inmigrante salió herido del incidente que, según explicó la Delegación del Gobierno en Melilla, pudo deberse a un hornillo.
Uno de estos aparatos fue extraído por el Cuerpo de Bomberos de la ciudad, tras sofocar el incendio. La Delegación recordó el “extremo peligro” que supone la existencia de este poblado de chabolas para los inmigrantes a causa de los numerosos materiales inflamables y acumulación de basuras en la zona.
Dos camiones cisternas de Bomberos se desplazaron al lugar rápidamente para sofocar el fuego, que quedó exinto una hora después, aproximadamente, según la nota de prensa de la Delegación del Gobierno en la ciudad.
Mientras los Bomberos hacían su labor, la Guardia Civil desalojó por motivos de seguridad el conjunto de casi 70 chabolas que se encuentran en la ladera del Cerro de Palma Santa y se cortó el tráfico en el tramo de la carretera de circunvalación que transita por la zona.
Una vez sofocado el incendio, los efectivos de Bomberos extrajeron un hornillo y una bombona de gas, que se encontraba en una de las chabolas calcinadas.
Por ello, no se descarta que el incendio pudiera haber sido causado por este hornillo, usado de una manera descontrolada. Además, la bombona de gas butano no estalló, ya que de lo contrario podría haber causado daños mayores.
Este nuevo incidente en la zona de chabolas del Cerro de Palma Santa evidencia, para la Delegación del Gobierno, “el extremo peligro” que representa, construidas estas infraviviendas con materiales muy inflamables y ubicadas en una zona escarpada, de difícil acceso y rodeadas de matojos y basuras, que facilitan la propagación del fuego en caso de siniestro.
Por ello, el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, quiso recordar que la existencia de este poblado “promovido por los inmigrantes” es un “sinsentido”, ya que éstos tienen derecho a beneficiarse de los servicios que presta el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
El Barkani insistió, en el comunicado, en la necesidad de cumplimentar todos los trámites legales correspondientes para erradicar el conjunto de infraviviendas del Cerro de Palma Santa y zonas adyacentes.
Antecedentes
Se trata del tercer incendio que se registra en lo que va de año en este poblado de chabolas, el último ocurrió el pasado 17 de marzo. Afortunadamente, en estos casos no hubo que lamentar daños personales, pero sí cabe recordar que en 2011 se registró un incendio que se cobró la vida de tres inmigrantes, que aún con plaza en el CETI, acudían al poblado incluso para pasar la noche allí.
Este suceso provocó la movilización de varios de los inmigrantes que reclamaban más seguridad y una salida a su situación, ya que muchos de ellos llevaban residiendo en la ciudad entre tres y cinco años.
Desde entonces, han sido varios los intentos por eliminar este poblado de chabolas, pero, por el momento, los cauces legales y administrativos están llevando tiempo, mientras se siguen repitiendo este tipo de sucesos.
Palazón: “Son conscientes del peligro que corren”
El máximo responsable de la ONG Prodein, José Palazón, afirmó ayer que los inmigrantes “son conscientes del peligro” que tiene acudir al poblado de chabolas, pero ese lugar es el único espacio donde “realmente” se hace la convivencia que es imposible en un Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) “donde no caben –por su alta ocupación– no tienen actividades y la vigilancia es tremenda”. Y ahora tampoco muchos de esos inmigrantes, que ganaban algún dinero limpiando coches en las calles de la ciudad, pueden hacerlo. “A pesar de que puedan estar perfectamente atendidos en el CETI, ellos no están contentos”, añadió Palazón, quien aseguró que ante cada incendio que se declara en el poblado de chabolas “se sienten heridos, lo sufren como una más de las consecuencias de su proceso migratorio”.
Además del peligro que entraña la vida en el poblado de chabolas, éstos no pueden evitar seguir acudiendo al lugar, ya que el CETI únicamente es el sitio “donde se come y se duerme” y “allí seguirán estando porque en el CETI no pueden estar todo el día”, afirmó Palazón.
Por otra parte y en relación a las últimas entradas de inmigrantes en la ciudad, el máximo responsable de la ONG explicó que las barcas hinchables parten de un punto de la costa marroquí y a la misma hora, lo que hace pensar que los inmigrantes aprovechan el momento en el que “alguien se va a tomar un té y mira para otro lado”. No obstante, recalcó que en Marruecos “nadie mueve una hoja si no quiere”. Esta puede ser la explicación de que las dos últimas pateras llegaran a Melilla a la misma hora, en torno a las 03:30 horas de la madrugada.
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