El de ayer, en el Senado fue sin duda un debate para la historia, por la claridad, tal cual reconoció el portavoz de CiU, con que el presidente Imbroda expuso la situación de Melilla, y también por el tono y forma con que el PSOE intentó rebatirle. Coincido con nuestra primera autoridad local en que lo peor es la falta de alternativas socialistas, la falta de propuestas por parte del Gobierno central para nuestra ciudad y la cerrazón frente a las que se proponen desde el PP.
Ya cansa la cantinela en forma de acusación recurrente, según la cual Imbroda sólo busca la “confrontación” impidiendo “cualquier resquicio de consenso”. Así se expresó ayer en la Cámara Alta la senadora socialista Ruth Porta, portavoz en el aludido debate, respecto de las posibles alternativas que aseguren el futuro económico o, lo que es lo mismo, el mejor futuro posible para nuestra ciudad.
Los melillenses no somos tontos y vemos lo que hay, y por eso no consuela que se nos pida sin más atenernos a lo que tenemos y punto, que al fin y al cabo es lo que propone el Partido Socialista y, por extensión, el Gobierno Zapatero.
Necesitamos, como dice Imbroda, “más fortaleza interior y más firmeza hacia el exterior en la defensa de nuestros intereses”.
Gibraltar gana terreno al mar y España se lo consiente prácticamente, y nosotros, por razones inconfesadas pero que todos intuimos, no somos capaces de ampliar físicamente nuestra ciudad de la única manera en que podríamos hacerlo, con la consiguiente repercusión positiva para nuestra economía y para la resolución también de problemas previsibles, como las necesidades futuras de ENDESA, imposibles de satisfacer en su ubicación actual por una cuestión tan simple como la falta de espacio para seguir ampliando su fábrica o industria generadora de energía en nuestra tierra.
El PSOE, está claro, cuenta la historia cono le da la gana. Evidentemente, en toda confrontación de pareceres cada cual da su versión, pero una cosa es esto y otra dar por hecho auténticas falsedades como que la Ciudad Autónoma ha abandonado la mesa de negociación para la resolución de la carestía de los billetes de avión. Ni el Ministerio de Fomento, ni el PSOE ni nadie puede demostrar que se ha convocado al Gobierno local y que éste ha rehusado acudir a negociar. Fue el Ministerio quien dio por finalizadas las negociaciones cuando decidió que el dinero que ya emplea en subvencionar el 50% del precio del billete a los residentes en Melilla, se concentrara todo en abaratar el precio del pasaje en la línea con Málaga, con el previsible impacto negativo en el resto de enlaces, que sin subvención ninguna, tal cual proponía el citado Ministerio en la última reunión de la referida Comisión, estarían claramente llamadas a desaparecer.
Luego, por tanto, no es verdad lo que es mentira. Tan sencillo como intolerable es que a nosotros se nos impida lo que hacen todas las comunidades autónomas para asegurarse mejores conexiones aéreas: es decir, firmar convenios publicitarios con empresas aeronáuticas, en la mayoría de los casos Air Nostrum, con tal fin y único y claro objetivo.
Habría que preguntarse por qué nosotros no podemos hacer en beneficio nuestro lo que otros si hacen, incluidos varios gobiernos autonómicos del PSOE. Por qué condicionar ahora cualquier medida a adoptar por el Ministerio de Fomento a que se anule la adjudicación del nuevo contrato publicitario con Air Nostrum. La respuesta está clara, no es otra que el afán por desautorizar al Gobierno Imbroda en pro del beneficio electoral de PSOE y CpM.
La posición socialista en todo este asunto es una vergüenza y un drama para Melilla, que con el PSOE no ve opciones de futuro. Y como no quiero ser derrotista ni ir más lejos aquí me planto. Continúen ustedes el guión para el caso de que estén de acuerdo conmigo, porque a veces el silencio es tan ilustrativo como fácil de intuir lo que se piensa y muy bien podría servirme a modo de conclusión de este artículo. Ya saben, la teoría de la fruta madura que cae por su propio peso. Lo dicho, no quiero ser derrotista porque, en realidad, tampoco lo soy y sí confío abiertamente y por muchas razones en que Melilla no sólo puede sino que tendrá un gran futuro, pero no será por supuesto gracias a este PSOE actual ni al presidente Rodríguez Zapatero.