Categorías: Tribunales y Justicia

Un capitán de la Guardia Civil se sienta en el banquillo, acusado de tres delitos

Un agente de la Benemérita afirma que su superior trató de evitar que pusiera una multa  al conductor de una furgoneta, también acusado por desobediencia en la frontera de Farhana.

La Audiencia Provincial celebrará mañana el juicio que sentará en el banquillo a un capitán de la Guardia Civil, J.C.O.,  acusado de tres delitos contra la Administración Pública, de tráfico de influencias y de coacciones. El denunciante es un agente del Instituto Armado, R.C.M., que en 2008 denunció a su superior. Le acusa de tratar de evitar que el denunciante multara en la frontera de Farhana a un conductor de una furgoneta por desobediencia y por no llevar el cinturón de seguridad puesto. El conductor, M.M.A., también estará sentado en el banquillo de los acusados por una falta contra el orden público.
La acusación pide para el mando del Instituto Armado 7 años de inhabilitación especial para empleo o cargo público por un delito contra la administración pública, 9 meses de prisión (además de 3 años y 6 meses de inhabilitación para empleo o cargo público) por un delito de tráfico de influencias y 9 meses de prisión por un delito de coacciones. Para el segundo acusado, solicita una multa de 480 euros (40 días a razón de 12 euros diarios) por una falta contra el orden público.  Los abogados defensores piden la absolución de sus clientes, al considerar, en el primer caso, que no se dan los requisitos legales para la imputación de los tres delitos, y en el segundo caso, el letrado afirma que el conductor no participó en los hechos denunciados.
En el juicio declararán los dos acusados y un total de diez testigos de los hechos que hace cinco años se produjeron en la frontera de Farhana.

Los hechos
El denunciante afirma que en julio de 2008, mientras estaba de servicio en el paso fronterizo de Farhana, una furgoneta llegó al control por la zona de seguridad reservada a los vehículos oficiales de la Guardia Civil. La intención del conductor era cruzar a Marruecos sin esperar la cola que había en ese momento.
El guardia civil denunciante preguntó al conductor de la furgoneta, el segundo acusado, el motivo de dicha maniobra. Le contestó que tenía permiso para circular por esa vía. Para comprobar dicho permiso, el guardia civil le pidió que estacionara el vehículo. Tras insistir varias veces, finalmente, el conductor accedió a aparcar la furgoneta y a entregarle su documentación.
“En tono desafiante y despreciativo”, sostiene el denunciante, este acusado, M.M.A., le dijo que él solamente hablaba con sus superiores, por lo que, el guardia civil resolvió interponer una denuncia contra el acusado por conducir sin cinturón y por desobediencia leve a la autoridad.
En ese momento, el conductor llamó por teléfono al que luego resultó ser el capitán de la Guardia Civil, J.C.O., para informarle de que tenía problemas para cruzar la frontera y que le iban a denunciar.
Acto seguido, el mando de la Benemérita se puso en contacto con el denunciante a través del sistema de comunicaciones de la Guardia Civil, el COS, ordenándole que dejara pasar la frontera al conductor de la furgoneta. Según la acusación, hasta en tres ocasiones el capitán del Instituto Armado le ordenó al denunciante que dejara pasar la furgoneta, aún cuando el guardia civil estaba procediendo a interponer la denuncia por desobediencia a un agente de la autoridad.

El traslado a Urgencias
Una vez que el conductor continuó la marcha, el denunciante informó al suboficial de servicio de que necesitaba acudir a Urgencias porque se encontraba indispuesto. El capitán J.C.O. le comunicó a través del COS que él mismo le llevaría al hospital. Después de solicitar hasta en tres ocasiones que le llevaran a Urgencias, un compañero de la patrulla le llevó a una clínica, donde el denunciante ingresó con “una crisis de ansiedad” por el incidente en la frontera, por lo que le prescribieron un día de reposo, según el escrito de acusación.

La defensa
El abogado defensor del capitán de la Guardia Civil sostiene que las órdenes que su cliente le transmitió al denunciante son “legítimas”, puesto que el conductor en cuestión, ciertamente, tenía permiso para circular por la zona de seguridad. Arguye que el denunciante no actuó de acuerdo al protocolo correspondiente a este tipo de casos, consistente en comprobar si el conductor y el vehículo tenían permiso o no para circular por esa zona. Además, apunta a que otro guardia civil destinado en la frontera de Farhana ese día, le comunicó a R.C.M. que el conductor sí tenía autorización. Por tanto, el abogado defensor solicita la libre absolución de su cliente.
La defensa del conductor también acusado de una falta contra el orden público pide igualmente la absolución de su cliente al considerar que no participó de los hechos relatados por la acusación.

Transcripciones de las comunicaciones

el incidente
Capitán: “¿Usted tiene ahí parada una furgoneta que ha pasado por circunvalación? Cambio”.
Agente: “Afirmativo”.
Capitán: “Bien. Ese personal está autorizado. Déjelo que continúe”.
Agente: “Le participo que este vehículo ha intentado cometer una infracción, colándose delante nuestra. Así mismo se le requirió el permiso de conducir e hizo caso omiso y se fue a hablar con los superiores en vez de atender a los requerimientos del agente”.
Capitán: “Le he dicho a usted que está autorizado y si está autorizado, todo a partir de ese momento lo que usted haga no tiene justificación. Déjelo que continúe”.
Agente: “Sí, afirmativo. Le estoy solicitando el DNI para ser denunciado a la Ley 1/92 por falta de respeto al agente de la autoridad”.
Capitán: “Le he dicho a usted que deje pasar ese vehículo, que deje pasar ya a ese vehículo, pues a partir de la autorización no tiene usted por qué pararlo. Cambio. Y no ha cumplimentado la orden de llamar al COS, pidiendo si tiene autorización. Deje ya ese vehículo. Cambio”
Agente: “Le participo que este señor me ha faltado al respeto”.
Capitán: “Y no se lo voy a repetir más, que deje ese vehículo. No tenía usted que haberlo parado. No ha cumplimentado lo que tiene ordenado, deje ya ese vehículo”.

el traslado a urgencias
Agente: “Mire, aquí un componente se encuentra indispuesto y solicita ser llevado a Urgencias”.
Otro agente: “Bien, particípelo a R.” (suboficial)
Agente: “Sí, a ver si me puede desplazar a Urgencias que no me encuentro bien”.
Otro agente: “Sí, adelante”.
Capitán: “Para indicativo que pide traslado a Urgencias, que espere que voy yo para allá. Ya lo traslado yo”.
Agente: “Sí, a ver si me puede mandar una ambulancia, que no me encuentro bien por favor”.
Capitán: “Espere instrucciones COS”. “Que no mande a nadie, que se va a marchar él, pero que espere un minuto”.
Agente: “Le interrogo, ya he salido con el componente de mi patrulla de Urgencia. El médico le ha indicado que se retire a casa a reposar porque tenía el azúcar mucho más alto de lo normal. Interrogo, ¿lo llevo allí, no?”.

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