Trujillo, la "activista pro marroquí"

Los componentes del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla han expresado de nuevo su rechazo a las palabras recientemente pronunciadas de nuevo por la ex ministra de Vivienda en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero María Antonia Trujillo, tal como hicieron hace algo más de un mes.

En ese lapso de tiempo, la ex ministra ya ha pisado el fango en un par de ocasiones. Primero, a principios de septiembre, declaró que “Ceuta y Melilla y los peñones e islotes suponen una afrenta a la integridad territorial de Marruecos”, así como que las ciudades autónomas “son vestigios del pasado que interfieren en la independencia económica y política de este país y en las buenas relaciones entre ambos países”, en referencia a España y Marruecos.

Durante su intervención en el I Congreso Internacional 'Relaciones hispano-marroquíes: presente y futuro', organizado por la Escuela Normal Superior de Tetuán en colaboración con la Universidad Abdelmalek Essaadi y el Centro Marroquí de Estudios e Investigaciones en Economía y Desarrollo Sostenible, en el que también estuvo Zapatero, declaró que “el peso de los argumentos históricos y jurídicos, que los hay y son relevantes”, a favor de la españolidad de estos territorios, “cede ante el devenir de los hechos, que reclaman una respuesta política, razonable y aceptable para ambos países mediante un diálogo abierto y sincero”.

Estas palabras ya encontraron la oposición desde todos los partidos y sectores de ambas ciudades autónomas sin excepción. Ahora vuelve a la carga y, no contenta con reafirmarse en sus palabras, ensalza el sistema político marroquí frente al español al asegurar que, “a pesar de ser considerada como una de las democracias más avanzadas del mundo, en España no existe amparo ante las injurias y calumnias” contra quienes han desempeñado un cargo público; que “en España no existe libertad de expresión cuando te separas del pensamiento oficial único”; y, todavía más, que “la libertad de expresión e información está más amparada en Marruecos que en España” y que le “gustaría que España tomara ejemplo de este país y no se desinformara y manipulara tanto”.

Así, en primer lugar, la secretaria general del PSOE de Melilla, Gloria Rojas, ha repetido lo que ya manifestó entonces sobre la ex ministra de Vivienda con José Luis Rodríguez Zapatero entre los años 2004 y 2007. Rojas ha reiterado ahora su “rechazo” a las palabras de Trujillo en su nombre, en el del PSOE y en el del Gobierno local, y ha repetido que la ex ministra “no representa a nadie salvo a sí misma”. Además, la dirigente socialista ha abogado por “no dar publicidad” a las declaraciones que realice, ya que, según ella, “no hay mayor desprecio que el no mostrar aprecio”.

“Nunca mejor dicho”, ha apuntado, por su parte, el presidente de Coalición por Melilla (CpM), Mustafa Aberchan, respecto a lo dicho por Rojas en relación a la ex ministra. Aberchan ha indicado que “lo que se tenía que decir de ella ya se ha dicho de forma contundente y unánime, como tiene que ser”, cuando la Asamblea, “que representa a todo el pueblo de Melilla, la puso en su sitio” al declararla, el pasado día 9 de septiembre, persona non-grata “después de esa agresión desleal y traicionera que ha hecho al pueblo de Melilla y a su propio partido”.

“A partir de ahí, creo que no queda nada que decir”, ha añadido el dirigente cepemista. “Hablar más de lo mismo es hacerle el juego a alguien que, obviamente, hoy por hoy no defiende los intereses de nuestro país”, ha asegurado el presidente de CpM.

En un tono similar se ha expresado el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, quien ha subrayado que Trujillo “ya no es nadie en la política española” y ha avanzado su intención de, a partir de ahora, contestar “con el silencio” cuando se le pregunte por ella.

Sus comienzos en la Junta

María Antonia Trujillo, nacida en Extremadura, entró en el Gobierno de esta Comunidad Autónoma como consejera de Vivienda en el año 2003, cuando Juan Carlos Rodríguez Ibarra renovó su Ejecutivo en las elecciones autonómicas de ese año.

En 2004, durante la campaña electoral de las generales, Zapatero invitó al entonces presidente extremeño a formar parte de su gabinete si el PSOE ganaba las elecciones, tal como finalmente ocurrió contra todas las previsiones. Ibarra declinó la oferta, pero, a cambio, exigió que otra persona de su gabinete formara parte del Gobierno de España.

El PSOE de Extremadura barajó entonces otros dos nombres para ocupar las carteras de Sanidad o Vivienda, en este orden. La primera opción fue Guillermo Fernández Vara, consejero de la Junta de Extremadura desde 1996, primero de Bienestar Social y luego de Sanidad. La primera cartera ya había sido, sin embargo, adjudicada a Elena Salgado. La segunda opción de los extremeños –ahora para el Ministerio de Vivienda- fue Javier Corominas –hombre de confianza de Ibarra-, pero, debido a la política de paridad del presidente respecto a los miembros de su Ejecutivo, también en este caso debía ser una mujer, por lo que el nombre escogido fue el de María Antonia Trujillo pese a que, hasta marzo de 2004, ésta llevaba tan sólo unos meses –desde junio de 2003- ocupando la cartera de Vivienda en la Junta, por lo que no atesoraba demasiada experiencia.

Como ministra de Vivienda, algunas de sus acciones fueron promulgar el Código Técnico de la Edificación, elaborar el Plan Estatal de Vivienda y Rehabilitación (2005-2008, con el primer programa específico de vivienda joven) y aprobar la nueva Ley de Suelo. Su programa de vivienda joven se basó en incentivar y posibilitar el acceso de numerosos jóvenes al mercado inmobiliario a través del alquiler, fomentando el arrendamiento de viviendas a un precio inferior al de mercado durante los periodos de estudio o primer empleo de estos. También creó la Sociedad Pública del Alquiler. En el año 2005, Trujillo llamó “irresponsables” a los medios que avisaban de una “burbuja inmobiliaria” y hasta aseguró que no se debía “dar credibilidad a los medios económicos e instituciones que pretenden alarmar a los ciudadanos”. Sin embargo, como ya es bien conocido, poco después, en 2007, estalló la crisis inmobiliaria en España y el día 6 de julio de ese año fue sustituida en el puesto por Carme Chacón.

Su romance con Marruecos

Afincada desde hace años en Marruecos, donde, entre los años 2015 y 2020, mantuvo una relación sentimental con el marroquí Nordin Fatah, en 2018, Trujillo fue nombrada consejera de Educación en la Embajada española en Marruecos, pero en mayo de este año fue destituida entre críticas del personal de los colegios españoles por su trato “insensible y ausente, cuando no amenazante”.

Desde hace un tiempo Trujillo vive en Larache, porque, según dice, “es el momento de devolver a este país lo que este país nos ha dado a todos los que hemos decidido trabajar de una forma u otra”.

Para De Castro, Trujillo “ha pasado de ser ministra a activista pro marroquí y ahora se dedica a hacer de lobby de ese Gobierno por intereses personales”, de manera que está “contribuyendo a la propaganda anexionista de ese país respecto a las ciudades autónomas españolas de Melilla y Ceuta”. Para De Castro, se trata de un recurso utilizado frecuentemente por el reino alauita para desviar la atención de otros asuntos “de mayor calado”, como serían la cooperación con Rusia en materia nuclear, la compra de armamento militar a China o la declaración reciente en la ONU negando la evidencia de las fronteras terrestres con las ciudades autónomas. “Nuestra prioridad son los melillenses, sin entrar en el juego de propaganda de Marruecos y de sus acólitos, en este caso Trujillo”, ha concluido el presidente del Gobierno local.

Sobre si debería ser expulsada del PSOE, Rojas ha respondido que desconoce si todavía sigue en el partido y si está afiliada, pero ha insistido en “no hacerle caso” en lo que parece que se convertirá, o debería convertirse, en la tónica general de ahora en adelante en Melilla.