CCOO y SAE aseguran que desde que el Ingesa creó las habitaciones para pacientes en la Residencia de Mayores no han cesado de enviar allí a enfermos crónicos. CCOO subrayó que bajó el número durante unas semanas y ahora, de nuevo, se ha incrementado el número hasta llegar a los 14 pacientes. Indicó que se trata de enfermos que no tienen Covid-19 y que deben permanecer hospitalizados para recibir una serie de cuidados que se les puede prestar en esta planta adaptada del centro de mayores. Desde allí se les da el alta o siguen hospitalizados, pero no se regresa al Comarcal para evitar ese movimiento de enfermos de un lado a otro.
Este sindicato cree que se aprovecha este recurso para dejar todas las camas libres posibles dentro del Hospital Comarcal, más hora con el crecimiento de ingresos por Covid-19.
SAE indicó que se cuenta en esta plata con un médico, una enfermera y dos auxiliares para atender a esos pacientes. Tienen una sala de enfermería y otra de medicación.
Cambio en la Residencia
Pero al margen de esta cuestión, la vida dentro de la Residencia de Mayores vuelve a lo que se puede llamar como normalidad, aunque hayan cambiado muchas cosas.
SAE destacó que la planta con mayores que padecían Covid se cerró hace ya mucho tiempo. Fue una alegría ver que ya no se necesitaba este espacio.
Además, todos los usuarios están vacunados, así como el personal, así que están más tranquilos en el centro. No obstante, se siguen las normas estrictas de llevar mascarilla o dejar la distancia de seguridad entre las personas que conviven en esta residencia.
Y es que, aunque una persona esté vacunada contra la Covid-19, puede coger el virus y trasmitirlo a otras, aunque la enfermedad le haga menos daño. De ahí que sigan todas las medidas de seguridad vigentes.
Pero sí que se ha podido recobrar parte de la normalidad perdida hace un año. Indicó el sindicato de técnicos de auxiliares de enfermería.
En este sentido, puso en valor que los residentes pueden salir de sus habitaciones y dar paseos por el centro e incluso salir de la residencia con sus familiares. Todo esto se hace bajo un estricto control, es decir, con horarios y apuntando con quién se va esa persona ese día y quién trabaja en cada turno. Si hubiera un contagio de Covid, se conocería a todas las personas que podrían estar afectadas por el mismo, añadió el sindicato.
Los mayores de la Residencia del Imserso también han recuperado actividades, como ir al fisioterapeuta y otras terapias, aunque siempre dejando la distancia de seguridad entre ellos.
Asimismo, ya pueden acudir a la peluquería del centro.
Además, los mayores han vuelto a bajar al comedor para comer todos juntos. Es cierto que hay mucha distancia entre ellos y no están todos juntos como antes de que llegara la pandemia, pero de alguna forma están recuperando parte de su normalidad.