La Prensa de Melilla celebró su centenario con una cena de gala en la que se homenajeó a sus ex presidentes, entre ellos, el fallecido y admirado Ángel Morán, cuyo Escudo de Oro recogió su hermana Julia.
La Asociación de la Prensa de Melilla (APM) celebró ayer sus 100 años de historia con una cena a la que estaban invitados los socios de la entidad, casi medio centenar. A tan especial ocasión no faltaron las principales autoridades locales, precisamente en el primer acto oficial del nuevo presidente de la asociación, José María Navarro, que fue elegido en la mañana de ayer en la asamblea celebrada en la sede de la APM.
Los salones del V Pino fueron el escenario de la agradable velada que vivió uno de los momentos más emotivos de la noche, cuando los responsables de la asociación hicieron entrega del Escudo de Oro a los ex presidentes vivos de la entidad en los últimos años. Avelino Gutiérrez, Mª Ángeles Jiménez, Miguel Gómez Bernardi, José Mª Navarro y Javier Calderón recibieron el máximo reconocimiento de la Asociación de la Prensa de Melilla. El fallecido y admirado periodista melillense Ángel Morán, quien fue “el mejor presidente de la APM” de los últimos tiempos también recibió a título póstumo su insignia de oro que recogió en su nombre su hermana Julia Morán.
El presidente electo de la APM, José Mª Navarro, dedicó unas breves palabras a los asistentes, cerca de un centenar, en las que destacó los últimos logros conseguidos por la anterior Ejecutiva. Tal y como hiciera por la mañana, subrayó la renovación de la sede como uno de los logros de la gestión de Javier Calderón, pues en los próximos días se procederá a su reinauguración. También recalcó otra conquista del gremio como fue la creación del Colegio de Periodistas de Andalucía, Ceuta y Melilla, que vendrá de la mano de la creación en la ciudad de la Demarcación Territorial del Colegio.
Navarro también lamentó las críticas que Calderón ha recibido “crueles en muchos casos” y sin sentido, mientras que éste “no ha realizado un solo comentario público aprovechándose de su cargo, en beneficio propio, ejemplo que deberían seguir muchos”.
La siguiente intervención fue la invitada especial de la noche, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, quien no quiso perderse tan especial celebración, pues la Asociación de la Prensa de Melilla es una de las más antiguas de España.
Destacó que en los últimos cien años el periodismo se ha ido adaptando a cada avance de las tecnologías. Hoy son las redes sociales otro de los retos a los que los medios de comunicación social deben adaptarse y aprovecharse para cumplir con el dicho de ‘renovarse o morir’.
En este sentido, destacó la importancia de buscar un nuevo modelo de negocio, pues la crisis y las nuevas tecnologías están provocando, entre otros efectos adversos, “la pérdida del periodismo local, el más cercano”. Tanta es la importancia de la existencia de este tipo de medios informativos, que Melilla, dadas sus características singulares, se hace más patente la necesidad de que el periodismo local sobreviva, destacó González.
La presidenta de la FAPE explicó que el gremio está sufriendo recortes y despidos masivos, pero confesó ser optimista y entusiasta ante el futuro. “Intuyo que tenemos aún una larga travesía de desierto. Para superarla con éxito, tenemos que insistir en la formación, en la flexibilidad y en la capacidad de adaptación a la nueva era mediática. Los periodistas estamos obligados a emprender con editores o sin ellos”, argumentó.
González destacó que ante el panorama actual, el periodista no debe amilanarse y el colectivo debe afrontar “el desafío de demostrar que tras cien años de innovación y cambios, hoy somos más necesarios que nunca para asegurar la democracia”.
“El periodismo no es una profesión para gente sin ética, sin vocación, sin compromiso y sin conciencia”, concluyó la presidenta de la FAPE y animó a los periodistas melillenses a continuar su labor utilizando las redes sociales como “aliadas”. Pero es “labor del periodista contrastar, contextualizar, contar las noticias con profesionalidad y responsabilidad”, puntualizó.
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, cerró el turno de intervenciones antes de pasar a la cena. Estuvo acompañado en la mesa por el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, los parlamentarios melillenses Mª Carmen Dueñas y Antonio Gutiérrez , el presidente de la Audiencia Provincial, José Luis Martín Tapia y una nutrida representación del Gobierno local.
Pero los protagonistas de la noche fueron los periodistas de todos los medios de comunicación locales que anoche dejaron a un lado los micrófonos, las grabadoras y las cámaras para disfrutar de tan especial cumpleaños, así como de aquellos profesionales del gremio que desempeñan su labor en gabinetes de comunicación, como Irene Flores en la Delegación del Gobierno y Miguel Gómez en la Dirección Territorial del Ingesa.
Imbroda anima al gremio periodístico a seguir otros 100 años más “haciendo una Melilla mejor”
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, aprovechó la ocasión para felicitar a la APM por su Centenario y animar a los periodistas a seguir trabajando y contribuyendo a “ensanchar la profesión y que entre todos seamos capaces de hacer una Melilla mejor”.
El mandatario autonómico subrayó que por Melilla han pasado “las primeras espadas y figuras del periodismo” del siglo pasado, quienes dejaron “un poso de entusiasmo” en la ciudad. Sin embargo, indicó que quizá “la sociedad no ha calibrado correctamente la importancia de la APM”. Imbroda aseguró que, para él, lo que cuenta es “la grandeza” del periodista, como “testigo de la libertad y la democracia”. Criticó las voces que piden que la Ciudad “no apoye” a los medios de comunicación. “Creen que si no lo hacemos la libertad es menor, pero es al contrario”, argumentó y añadió que Melilla tiene “una obligación con la sociedad. ¿Hablamos de dinero o de valores?”. Las redes sociales también centraron parte del discurso de Imbroda, alabó las bondades que ofrecen para conocer las noticias “al momento”, pero criticó el mal uso que se hace de ellas: “Un rinconcito pequeñito se ha convertido en refugio de psicópatas que amenazan, insultan, injurian y calumnian y con una libertad y una impunidad que muchas veces dice uno ‘esto no puede ser’. Esto no es libertad ni democracia ni Constitución”.
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