La gran ilusión de los niños y niñas que van a recibir su Primera Comunión es, fundamentalmente, el traje que lucirán ese día. Se trata de algo muy especial, que llevan tiempo esperando porque se trata de convertirse en el personaje que tanto desean. Lo sienten por igual los chicos que las chicas.
"Es verdad que ha habido años en que hemos vendido más trajes de niñas que de niños y poco a poco hemos ido metiendo colecciones de niños muy bonitas, dando muchas posibilidades de elegir y ya estamos al cincuenta por ciento; o sea, los niños también se lucen, hay bastante variedad para ellos", comentó a El Faro Farah Ahmed, propietaria de Novias Farah.
Ella es una verdadera experta en la materia después de diez años vistiendo a chicos y chicas para el gran evento. Y lo tiene claro: en Melilla se arriesga poco en el caso de los niños, que habitualmente van a vestir de marinero. Todo lo más, un pantalón a la rodilla.
Este año, sin embargo, ha introducido una novedad: el cuadro escocés. Pero reconoce que las tendencias más atrevidas no llegan a la ciudad. Aquí se prefiere el clásico marinero y ella actúa en consecuencia.
En el caso de las niñas la cosa es diferente. Farah Ahmed trae muestras de toda la nueva colección que hace tendencia en la península, desde los vestidos más sencillos efecto camisón ("sin nada", dice) hasta los más recargados, con brocados, con pasamanería, con pedrería, porque todo depende de los gustos y se vende.
"No hay un término medio. Estamos muy equiparados tanto en unos estilos como en otros, en toda la gama de modelos, desde los más sencillos a los más complejos porque hay un abanico muy amplio de demanda. Se suele vender de todo".
Desde agosto
Novias Farah empieza a trabajar el tema de las comuniones desde el mes de agosto anterior a la fecha del acontecimiento. Es entonces cuando salen las nuevas colecciones y cuando, sobre todo, las madres empiezan a preguntar por los trajes.
Es habitualmente en septiembre cuando llega la mercancía, de manera que para octubre y noviembre empiezan las ventas. No obstante, siempre queda alguna rezagada que lo deja para última hora, bien porque le han prestado un vestido y no le está bien a la pequeña o porque el que se compró cinco o seis meses atrás se ha quedado pequeño. El caso es que Farah Ahmed siempre tiene una solución a mano para estos casos desesperados.
Su recomendación a la hora de comprar un traje de comunión es que se prueben muchos vestidos y no se vaya a la tienda con una idea preconcebida porque puede que no funcione. En su opinión, no hay que dejarse llevar por las fotografías de la publicidad porque no siempre van a favorecer al niño o la niña.
En cuanto a los colores, el blanco ha perdido fuerza y se ha sustituido por las quince gamas de ese color, incluido el beige. "Se ha metido mucho el color hueso. Dentro de la gama de los blancos hay como quince tonalidades y se opta mucho por el que llamamos blanco natural, que también se usa mucho en las novias".
Hay vestidos de comunión para todos los bolsillos. Farah Ahmed situó la horquilla entre los 90 y los 850 euros. "La media suele estar entre los 300 y 350 euros. ¿Qué suele pasar? Pues que siempre les gusta el de 850 euros. Yo les digo que no me llamen carera, que os gusta lo bueno, lo caro. Pero el abanico es muy amplio y por 90 euros tenemos trajes muy bonitos", explicó.
Con el traje de comunión puede llevarse todo tipo de complementos, desde coronitas de flores a zapatillas decoradas pasando por pijamas, camisones y zapatillas para la noche previa al acontecimiento. Y la ropa de dormir la hay tanto para niños como para niñas. En definitiva, todo un ajuar para los más pequeños.
Buenos días soy Farah Ahmed Ali, la propietaria de NOVIAS FARAH y no de Yo Novias como habéis puesto en el reportaje. Sería recomendable que se rectificase por favor.
Gracias