Los trabajos de sustitución de las concertinas por los peines invertidos están próximos a terminar. Así lo ha informado la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, quien ha dicho que aún continúan las obras en el perímetro fronterizo.
A finales de agosto de 2020, los melillenses veían cómo avanzaban los trabajaos de la nueva valla fronteriza que en lugar de concertinas tendrá “peines invertidos”, según los denomina el Ministerio del Interior. Estos son unos tubos metálicos con forma semicircular, colocados en lo alto de la valla orientados hacia Marruecos.
Otro elemento que distingue a la nueva de la anterior, según se puede ver a primera vista, es que es unos centímetros más alta y en vez una alambrada, la cubre una chapa metálica con un tamaño de agujeros que impide treparla, pero sí ver a través.
La empresa encargada de su construcción es Tragsa y no se cambiará todo el perímetro fronterizo, sino que se reforzarán los puntos más débiles.
Fue en 2018 cuando el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska anunció que retiraría las polémicas concertinas de la valla, aunque hay pocos tramos que la tengan ya, y que la sustituiría por métodos “menos cruentos”. En enero de este año ya comenzaron los trabajos para retirar la sirga tridimensional o tercera valla fronteriza de Melilla, el entramado de cables de acero situado en la zona intermedia del perímetro, que fue instalado por el Gobierno de José Luis Zapatero en 2006.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que en el lado marroquí de la valla hay una que está formada solo por concertinas, luego hay un foso, otra valla y puestos de vigilancia.
Entre las dos ciudades autónomas se invertirán casi 18 millones de euros para los cambios en el perímetro fronterizo: 8,3 millones en Ceuta y 9,5 millones de euros en Melilla.