El administrador de la empresa a la que pertenecen fue “secretario general de UGT Melilla”.
Lo que comenzó como un proyecto social para dar trabajo a personas con discapacidad se ha convertido en una “pesadilla”. Así lo afirman los trabajadores del parking del Mercado Central que están afiliados a Comisiones Obreras. Estos empleados aseguran que son “explotados” por el administrador de la empresa que tiene la concesión de este servicio de aparcamiento, Para Minusválidos de Melilla Sociedad Limitada Unipersonal (Paminusmel). Resaltan que se sienten discriminados respecto a otros empleados porque tienen peores horarios y no se les reconoce la antigüedad. Además, denuncian que no tienen unos baños en los que hacer sus necesidades una vez que el Mercado Central cierra sus puertas a las 15:00 horas.
El delegado sindical de CCOO y trabajador en el parking, Ángel Palomo, asegura que el administrador de la empresa está “amargando, persiguiendo, discriminando, acusando, abusando y pisoteando a los empleados que pertenecen a este sindicato y que sólo demandamos nuestros derechos”. Palomo afirma que el administrador fue “secretario general de UGT en los años 80”. El Faro se puso en contacto sin éxito con el administrador de la empresa.
Principales demandas
Una de las principales reivindicaciones de los trabajadores del parking del Mercado Central es que se construya un aseo para que puedan hacer sus necesidades. Palomo explica que, actualmente no hay baños en el aparcamiento y que una vez que se cierra el Mercado Central no pueden acceder a estas instalaciones para ir al servicio. Llegan a utilizar botellas o bolsas de plástico cuando tienen necesidades fisiológicas.
El delegado sindical de CCOO en la empresa que gestiona el parking resalta que denunciaron esto a la Inspección de Trabajo hace unos meses. Afirma que el administrador tiene un informe de la Inspección de Trabajo en el que se le indica que debe construir unos servicios en estas instalaciones, uno para hombres y otro para mujeres. Sin embargo, Palomo asegura que aún no se ha desarrollado ningún proyecto para instalar esos aseos.
Otra de las reivindicaciones de los empleados es que se les reconozca la antigüedad en la empresa. El delegado sindical de CCOO explica que el administrador se niega ha añadir este complemento a la nómina de los trabajadores, cuando, afirma, tienen derecho en la mayoría de los casos.
Horarios continuados
Palomo destaca que los empleados relacionados con CCOO se sienten como “esclavos” por culpa del administrador de la empresa. Resalta que un compañero y él han estado unos 15 meses sin descansar un solo fin de semana porque “nos han obligado” a trabajar hasta “200 horas semanales”. Esto significa que han estado en su puesto de trabajo 40 horas más de las que se marca en su contrato, según apunta Palomo.
El delegado sindical de CCOO asegura que denunciaron “la presión y la discriminación” que sufren en la Inspección de Trabajo. También ha presentado una denuncia en el juzgado de lo social en Melilla. Pero señala que ni sus compañeros ni él pueden seguir aguantando esta situación laboral y por eso, ha decidido denunciarlo públicamente.
Palomo explica que son muchas las jornadas en las que sale de trabajar del turno de tarde a las 23:00 horas y se tiene que incorporar al día siguente a las 6:00 horas. Esto implica que no hay doce horas entre un turno y otro, que es lo que marca la ley. Afirma que el administrador les “obliga a realizar estos turnos desajustados”. También apunta que la empresa le debe a un compañero y a él más de 400 horas extra de trabajo. Añade que no se las han pagado, aunque reconoce que no tendrían que haber echado tantas horas extra porque en las empresas de personas con discapacidad “están prohibidas por ley”.
Un proyecto social
Palomo señala que la empresa surgió hace unos años como un proyecto social. La idea era dar trabajo a personas con discapacidad de la ciudad. Indica que comenzaron en estos puestos ocho personas de las que quedan en la actualidad tres. Asegura que no se le puede achacar a la crisis esta reducción de la plantilla, sino “a la mala voluntad de una persona sin escrúpulos”, en referencia al administrador.
El delegado sindical explica que hace cinco años los trabajadores depositaron su confianza en esta persona. Ahora, “se sienten traicionados y engañados”, porque asevera que no ha cumplido con ninguna de las promesa que les hizo al nombrarle administrador de la empresa. El Faro intentó ayer contactar, pero sin éxito, con el administrador de la empresa que gestiona el parking del Mercado Central.
Palomo espera que pronto se solucione esta situación y puedan trabajar “sin presión”.
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