Economía, Empleo y Turismo

El trabajador que sale por un empleo es hombre, extranjero y no tiene estudios

El trabajador que sale de la ciudad para firmar un contrato tiene el siguiente perfil: es un hombre, extranjero y no tiene estudios o son primarios y sin acreditar. Así se recoge en el informe ‘Datos Básicos de Movilidad’ del año pasado que analiza ‘Contratación y movilidad geográfica de los trabajadores de España’ sobre datos de 2019 que realiza el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal.

El documento analiza por sexos, formación, edad y grupos ocupacionales cómo es el ciudadano que reside en Melilla y que tiene que emigrar para lograr un empleo. En un inicio, sobre el sexo de los trabajadores, se indica que son los hombres los que más emigran con una tasa de movilidad de un 17,63%, siendo el de las mujeres de un 7,72%. En ambos casos los saldos entre las personas que vienen a Melilla y las que salen para firmar un contrato son negativos. En este sentido, son 9.919 los hombres que permanecen en la ciudad con contratos en 2019 y son 981 los que entran frente a los 3.264 que salen en busca de empleo, siendo el saldo, como ya se argumentó, negativo y de 2.283 trabajadores hombres menos en Melilla. Y las cifras de mujeres son que hay 11.336 que permanecen en la ciudad, siendo 422 las que entran a trabajar y 1.474 las que se van, siendo el saldo negativo de 1.052 mujeres menos firmando contratos en Melilla.

Se van 2.100 jóvenes

El documento del Servicio Público de Empleo también analiza las edades de las personas que firman contratos y en los tres bloques de edad hay un saldo negativo, es decir, hay más personas que se van de las que llegan a Melilla. La tasa de movilidad más alta es de 30 a 45 años siendo de un 13,97%, aunque la tasa de menores de 30 años es de un 12,7% y la de mayores de 45 años es de un 10,26%.

En datos absolutos, los menores de edad de 30 años que permanecen en Melilla es de 9.097 personas, siendo 546 las que llegan a la ciudad y 2.100 las que se van, por lo que el saldo es de 1.554 de saldo negativo.

Para los ciudadanos entre 30 y 45 años, hay 7.445 personas que permanecen en la ciudad, mientras que entran 565 y salen 1.852 personas, por lo que el saldo es negativo con 1.287. En el caso de los mayores de 45 años, permanecen 4.713 contratos, mientras que entran 292 y se van 786, siendo el saldo negativo de 494.

La formación

Otro aspecto que analiza el Servicio Público de Empleo en este informe del Observatorio de Ocupaciones es la formación de los empleados. La tasa de movilidad es mayor en las personas que tienen estudios primarios o sin acreditar con un 15,72%. Le siguen las personas con Bachillerato con un 14,92%; además de las personas con la ESO con un 12,72%; las personas con educación superior con un 10,69%; y con ciclos formativos hay un 6,49% de tasa de movilidad.

En números absolutos, es en las personas con estudios primarios o sin acreditar donde se registra el saldo negativo más alto con 1.622 contratos, ya que hay 7.905 que permanecen, entran 663 y salen 2.285. Para las personas que tienen la ESO, hay 4.445 contratos que permanecen, mientras que entran 259 y salen 1.037, por lo que hay un saldo negativo de 778. En el caso de Bachillerato, hay 1.888 que se quedan, entrando 135 y saliendo 527, por lo que la diferencia es negativa de 392. Para los ciclos formativos son 4.425 los contratos que siguen adelante en la ciudad, mientras que entran 146 y salen 468, siendo el saldo negativo de 322. Además, en educación superior son 2.566 los contratos que siguen adelante en la ciudad, siendo 199 los que se suman y 415 los que salen fuera, arrojando una diferencia negativa de 216.

Nacionalidad

Un aspecto donde hay una tasa de movilidad muy alta y diferenciada es en las nacionalidades. Un 26,18% en extranjeros frente a la del 10,03% de los nacionales. En concreto, según los números absolutos que arrojan hay 18.370 contratos que permanecen en españoles, mientras que entran 1.089 y salen 3.006 contratos, siendo el saldo negativo de 1.917 contratos.

En el caso de los extranjeros, hay 2.885 contratos que permanecen en este 2019, siendo los que entran 314 y los que salen 1.732, siendo el saldo negativo de 1.418.

Sectores económicos

Atendiendo a los sectores económicos, no es de extrañar teniendo en cuenta las características de Melilla, que haya un 100% de tasa de movilidad en agricultura. En concreto, en números absolutos hay ningún contrato registrado, entran 32 y salen 859, siendo el saldo negativo de 827 contratos.

Le sigue con la tasa más alta los empleados de industria con un 21,46%. Las cifras son que hay 518 contratos que permanecen en el 2019, siendo 65 los que entran y 218 los que salen, por lo que la diferencia es menos 153 contratos.

El siguiente sector con la tasa de movilidad más alta es la construcción con un 13,08%. Hay registrados 1.881 contratos, entrando 223 y saliendo 343, por lo que hay un saldo negativo de 120. Por último, la tasa de movilidad en el sector servicios es de 10,45%, siendo los contratos que permanecen 18.856, mientras que entran 1.083 por los 3.318 que salen, por lo que la diferencia es de 2.235 contratos menos.

Grupos ocupacionales

La mayor tasa de movilidad si se atiende a los grupos ocupaciones está en trabajadores cualificados en agricultura y pesca con un 26,53%. En este caso, había 54 contratos que permanecen y se van 39 sin ninguna entrada.

La siguiente más alta es 16,22% es de técnicos y profesionales científicos e intelectuales. Hay 2.100 contratos que siguen adelante y entran 102 mientras que salen 711, por lo que el saldo negativo es de 609.

Los operadores de instalaciones y maquinaria y montadores son el siguiente grupo con mayor tasa de movilidad con 14,18%, ya que hay 557 contratos que permanecen, mientras que entran 19 y salen 165, siendo la diferencia de 146 negativa.

Les siguen con una cifra de un 12,43% los trabajadores no cualificados, ya que hay 6.576 contratos que siguen y, aunque entran 150, salen 1.716, siendo el saldo negativo de 1.566.

En el caso de artesanos y trabajadores cualificados de industrias manufactureras, construcción y minería la tasa de movilidad es de 12,02%. En números absolutos, hay 1.563 contratos que continúan, 98 que entran y 329 que salen, por lo que el saldo negativo es de 231.

Con la misma tasa también están los técnicos y profesionales de apoyo, que cuentan con 1.102 contratos que permanecen, mientras que entran 69 y salen 232, siendo el saldo, como en todos los grupos negativo, con 163.

Para los trabajadores administrativos la tasa es de un 9,7%, porque hay 1.331 contratos que siguen, siendo 21 los que entran y 265 salen, por lo que la diferencia es 244. Muy de cerca están los trabajadores de dirección de empresas y administraciones públicas con un 8,51%. En estas ocupaciones hay 43 contratos que siguen adelante, 2 que entran y salen 6, siendo la diferencia de 4 y es negativa.

En último lugar, con una tasa de 8,27% están los empleados de los servicios de restauración y personales, siendo 7.929 los contratos que siguen, mientras que llegan 155 y se van 1.275, siendo el saldo negativo de 1.120.

Regiones de entrada y salida

Por otro lado, el documento indica que de los 1.403 contratos que entran hay 770 de Andalucía, que supone un 54,8% del total; hay otros 158 de Cataluña que supone un 11,2%; otros 112 de la Comunidad de Madrid ( 7,98%); 80 de Canarias (5,7%); y 49 de la Comunidad Valenciana (3,4%).

En cuanto a los contratos que salen de la ciudad, que son un total de 4.738, hay 1.653 que se van a Andalucía (34,88%); hay 799 para Cataluña (16,86%); otros 482 para Murcia (10,17%); también 430 para la Comunidad de Madrid (9,07%); y 287 para Galicia (6,05%).

Melilla en negativo: por cada contrato que se firma, se hacen 3,38 fuera

Melilla es una región que emisora de trabajadores, como Ceuta y otras autonomías como Extremadura. De hecho, durante el 2019 el número de contratos que ha implicado desplazamiento entre autonomías sufrió un incremento en un 3,68% a nivel nacional, pero se trata de una cifra inferior a la de otros años. Y tanto Melilla como Ceuta registraron tasas de emisión de trabajadores más elevadas que en 2018. De hecho, por cada contrato que se firma en Melilla, se rubrican fuera 3,36, siendo la tasa más elevada a nivel nacional, seguida de Cantabria, Ceuta, Extremadura, Canarias, Galicia y Asturias, siendo la de esta última de 1,68 contratos que salen por uno que entra.

Así se recoge en el informe ‘Datos Básicos de Movilidad’ del año pasado que analiza ‘Contratación y movilidad geográfica de los trabajadores de España’ sobre datos de 2019 que realiza el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal.

También se describe en este documento que la evolución en los últimos diez años ha sido que la mayoría de las autonomías han mantenido su mismo carácter, es decir, que si eran emisoras de trabajadores, lo siguen siendo, y si son receptoras, han aumentado esas cifras. Y la excepción la tienen Melilla y Ceuta que han pasado de ser receptoras a emisoras en esta comparación de diez años, así como Aragón, que ahora atrae contratos, y Murcia que los pierde.

Datos principales

Este documento indica que el caso de la de Melilla, dadas sus peculiaridades y ubicación geográfica, ofrece características diferenciadas del resto de territorios españoles. Subrayó que destaca por la reducida movilidad laboral y la condición de emisor creciente y tradicional. Éstas son las características más significativas. Su peso es escaso a nivel nacional, 0,06% de entrada y 0,21% de salida, y su movilidad se concentra en Andalucía (35%), seguida ya muy de lejos por Cataluña (17%), Murcia (10%) y Madrid (9%).

Los contratos firmados en Andalucía son en un 60% de hombres, en su mayoría en el tramo de edad entre 25 y 44 años, mayoritariamente temporales, con un peso de extranjeros significativo (21%). Destacan como sector de destino la hostelería y actividades administrativas y auxiliares. Los niveles formativos dominantes son medios y bajos. A Cataluña se dirige una mano de obra sobre todo masculina, joven y en más de la mitad de los casos de origen extranjero, que trabaja en diversidad de sectores, sobre todo servicios y construcción, se describe en el informe.

Y Ceuta tiene un perfil muy similar al de Melilla. El informe subraya que, debido a sus peculiaridades y a su ubicación geográfica tiene unas características muy específicas, y como nuestra ciudad, la movilidad laboral es reducida y es emisora de trabajadores.

Supone un mínimo peso cuantitativo en el conjunto de la movilidad laboral observada en los contratos, 0,09% de entrada y 0,18% de salida, y aporta valores muy concentrados de salidas con destino a la vecina Andalucía (56%) y en mucha menor medida a Madrid (14%).

En los contratos firmados para trabajar en Andalucía el 65% son hombres, con limitada representación de mano de obra extranjera (13%) que van a trabajan en el sector servicios mayoritariamente, sobre todo hostelería y actividades administrativas y auxiliares, con un significativo 12% de universitarios.

El perfil del destino Madrid presenta una ratio hombre-mujer más equilibrada, un peso mayor de extranjeros (20%), y además de trabajar en hostelería y trabajos elementales, una parte destacada son técnicos y científicos, con estudios universitarios (21%).

En un segundo plano, más alejado ya en número, están los destinos de Cataluña y la Comunidad Valenciana.

Comparación

En cuanto a la tasa de movilidad interautonómica, Melilla está por encima de la media nacional, que es de 9,81%. Se indica que nuestra ciudad registra una cifra de 12,62%, siendo la octava con la cifra más alta y por detrás de Ceuta que es la cuarta con el mayor dato con un 15,27%. Es La Rioja con la cifra más alta de tasa de movilidad con un 26,84% y Canarias tiene el dato más bajo con un 4,56%.

Según los datos del informe, el total de contratos registrados en la ciudad en 2019 fue de 22.658, de los que permanecen en la ciudad 21.255, siendo 1.403 los que entran y 4.738 los que salen. Por ello, el saldo el negativo y Melilla perdió 3.335 contratos. Si se analizan las tasas, son 6,19% los contratos que entran frente al 18,23% de se hacen fuera de la ciudad. Por ello, la tasa de movilidad es de un 12,6%.

Además, el saldo fue negativo en nuestra ciudad desde 2014 y no ha parado de incrementarse en estos años hasta 2019 llegando a este máximo, aunque ahora habrá que esperar a ver qué influencia ha tenido en el 2020 la llegada de la pandemia.

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