La Comisión Islámica defiende el uso de cualquier prenda de vestir, incluido el hiyab, el niqab y el burka y pide al ex presidente “que se retire de la escena pública”.
La Comisión Islámica de Melilla ofreció ayer su respaldo al líder de Coalición por Melilla (CpM), Mustafa Aberchán, quien demandó que el ex presidente del Gobierno, José María Aznar se disculpase de manera pública por sus declaraciones referentes a la prohibición del velo integral.
El máximo representante de la CIM, Samir Tieb, fue más allá y aseguró que el ex presidente debería “rogar el perdón de la comunidad internacional”, no sólo por sus últimas declaraciones “sino por todas las realizadas contra el Islam en los últimos años”.
De igual modo, precisó que Aberchán no erró al decir que Aznar estaba en contra del velo islámico, sino que fue éste último el que “demostró su ignorancia” confundiendo una prenda religiosa con otras.
“Esta persona debería desaparecer de la escena pública, ni siquiera conoce los principios de su propia religión, y mucho menos los del Islam”, apuntilló el máximo dirigente de la Comisión Islámica de Melilla.
“El enemigo público número uno de los musulmanes”. Así definió Tieb, al ex presidente del Gobierno español, José María Aznar, por sus últimas declaraciones contra el uso del velo integral y en favor de una ley que prohibiera su uso.
En vista de sus palabras, el mandatario de la CIM recalcó que Aznar era “un ignorante y un intransigente” por no diferenciar entre el velo, el niqab y el burka. “Sus palabras solo tienen un objetivo, alterar la convivencia”, lamentó.
Ahondando en esta cuestión, tachó de “fascistas” las declaraciones del ex presidente del Ejecutivo central, apuntando que, pese a estar en contra de la Ley aprobada en Francia, su máximo dirigente, Nicolás Sarkozy, se había “mucho más moderado y correcto en su discurso”.
“Aznar es una persona que mina el bienestar y la paz mundial”, criticó el dirigente de la CIM; “se cree un sheriff tejano y habla con la mayor de las irresponsabilidades, incitando a la xenofobia y el racismo”, lamentó.
Contrario a la prohibición
En cuanto a la prohibición del velo integral en el país galo, se mostró contrario a ella, pues matizó que cada persona debería ser libre de elegir su vestimenta, incluso si ésta es religiosa. “No deberían imponerse normas respecto a las creencias y las ropas de la personas”, agregó. “Si aceptamos estas determinaciones, cada vez habrá mayor número de restricciones. A nadie se le critica por lucir en la calle una minifalda o un crucifijo cristiano colgando del cuello”, apuntó.
Por tanto, concluyó que con la aplicación de dicha ley “se han pasado”. En cuanto a su hipotética aplicación en España, también se mostró contrario, aunque recordó que la idiosincrasia de ambas naciones es distinta.
“Todo lo que vaya en contra de las ideas del mundo occidental parece incorrecto”, lamentó, “si este tipo de imposiciones se convierten en costumbre perderemos muchos de los derechos y libertades por los que se han luchado”.
La Ley ya ha provocado detenciones en Francia
La ley que prohibe llevar el velo integral el país galo entró en vigor el pasado lunes, donde se practicaron las primeras detenciones de mujeres con burka y niqab durante una manifestación de apoyo a esas prendas islámicas en París.
Tres mujeres fueron arrestadas por la policía en una operación que tuvo lugar frente a la catedral de Notre Dame de París, donde la asociación 'No toques mi Constitución' había convocado una marcha contra la ley. Una de las detenidas llevaba un burka, otra un niqab y la tercera un hiyab, prenda esta última no prohibida por la nueva norma. También fueron detenidos algunos de los responsables de la asociación convocante.
Oficialmente, un portavoz de la policía indicó que los arrestos no se debieron a que las mujeres llevaran velo islámico, sino a que la protesta no contaba con los permisos reglamentarios. La asociación reconoció que había convocado la manifestación frente a la catedral de Notre Dame “porque es un lugar simbólico del poder que la religión católica tiene en el país”. Los arrestos no acabaron con la determinación de las mujeres, que además de llevar el burka por motivos religiosos aseguraron portarlo a partir de ahora con carácter reivindicativo.