Ayer siguieron declarando nuevos testigos en el juicio conocido como el caso ‘Voto por correo’, en el que hay 28 personas acusadas por supuestos delitos electorales. En esta última sesión, varios declarantes volvieron a aducir tener problemas para recordar los hechos relativos al presunto entramado que se urdió, según la acusación de la Fiscalía, por parte de CpM y PSOE para ganar las elecciones generales de 2008, a las que se presentaron en coalición. Además, el presidente del tribunal de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial, Federico Morales, interesó una multa de 150 euros para uno de los testigos que ayer no se presentó a la cita judicial. La fiscal, por su parte, solicitó que esta persona volviera a ser citada. En el caso de que tampoco comparezca, el tribunal tendrá que dictar una orden de búsqueda y captura. “Sería conducido a la fuerza”, expuso Morales.
La primera persona que ayer declaró, aunque en un principio se mostró reticente a responder al interrogatorio de la Fiscalía, finalmente accedió a contestar a las preguntas. La mujer reconoció que votó por correo después de que una vecina que estaba integrada en CpM la animase a ello bajo la promesa de un puesto en los planes de empleo.
Presionada por la Guardia Civil
Esta testigo señaló que recogió la solicitud del voto y le entregó a su vecina “el voto cerrado”. La fiscal le preguntó si le entregó el sobre de las papeletas a esta mujer para que ella lo manipulara y metiera la papeleta correspondiente, a lo que la declarante respondió con un sí. Además, aclaró que otros miembros de su familia hicieron lo mismo con la esperanza de conseguir un trabajo.
Por otro lado, la mujer sostuvo que se sentía perseguida por la Administración de Justicia. También dijo que cuando declaró en 2010 se sintió presionada por los agentes de la Guardia Civil: “Me amenazaron, me dijeron que estaba mintiendo y me asustaron con la justicia”.
Otra testigo también dijo que lo pasó “muy mal” en el interrogatorio policial, aunque no señaló que hubiera sido coaccionada. Esta mujer aseguró que no recordaba si llegó a votar o no por correo, aunque apuntó que era un tema del que se hablaba en la calle. Eso sí, manifestó que todos los partidos prometían puestos de trabajo. “Lo que sé es que nunca recibí el sobre con las papeletas en la casa, aunque no me acuerdo de si llegué a solicitar el voto por correo”, manifestó.
Hubo otra testigo que también señaló que no llegó a recibir la carta con las papeletas. No obstante, explicó que esto se debió a que estuvo de viaje y que, aunque cuando regresó tenía “un aviso del cartero”, ya se había pasado el plazo para realizar el voto por correo. La solicitud se la rellenaron en una de las oficinas del PSOE, según dijo, pero no recordaba que la hubieran apuntado a ninguna lista.
Rumores de la calle
“Yo voté por correo porque todo el mundo lo hacía, por los rumores que escuché de que darían trabajos”, reconoció otra de las declarantes. “Yo pensaba que podría acceder a un puesto de los planes de empleo”, afirmó. Según manifestó, ella fue a la sede de CpM para pedir explicaciones por una carta falsa que recibió en la que se decía que había sido preseleccionada para uno de los puestos públicos. “No llegaron a atenderme porque había mucha gente quejándose”, sostuvo.
Otro individuo recordó que estuvo en la sede de CpM, donde una chica que llevaba pañuelo “me dio una carta”, aunque no supo decir si lo que le entregó la mujer fue la solicitud del voto por correo o cualquier otro documento. Este mismo hombre, que tampoco se acordaba de si había votado por correo en 2008, señaló que en 2009 trabajó en un plan de empleo, después de años inscrito en el INEM.
Una testigo avisó al tribunal de que sufría fibromialgia, un problema que afecta su memoria desde hace años. Apuntó que votó por correo, aunque no sabía en qué año fue. Según dijo, no recordaba haber ido a la sede de CpM a dar su DNI para que la apuntasen en una lista, como declaró en 2010. “Si lo pone en la declaración policial, será verdad”.
El juicio continuará el martes, con las versiones de otros testigos.
Una de las testigos, ante la estupefacción del tribunal, aseguró que ella tenía derecho a no declarar puesto que no estaba obligada a ello. El presidente de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Málaga, con sede en Melilla, el magistrado Federico Morales, la sacó rápidamente de su error. “Se equivoca, usted está obligada a decir la verdad porque no está acusada”, respondió. Ante la insistencia de la mujer, el juez le explicó que todos los que comparecen como testigos están obligados a declarar y a no mentir puesto que, de lo contrario, serían acusados por un delito de falsos testimonios. “Si usted quiere puede irse ahora mismo, pero las consecuencias van a ser para usted”, le apercibió el magistrado. Una vez más, Morales tuvo que aclarar que a un juicio no se acude a decir “lo que uno quiere”. “Aquí se viene a decir la verdad competa”, sostuvo. Finalmente, la mujer accedió a responder a las preguntas. “Yo tenía la intención de decir que no me acordaba”, reconoció la declarante.
El consejero de Medio Ambiente, Daniel Ventura, anunció este lunes el convenio firmado entre la…
Durante este pasado domingo se celebró en pabellón “Javier Imbroda Ortiz el Torneo Autonómico de…
Este mediodía, se ha procedido a la lectura del manifiesto institucional de la Asamblea con…
El conjunto de la UD Melilla, que milita en el grupo quinto de la Segunda RFEF…
Este lunes, ante la incertidumbre generada en el colectivo por la misiva que una aseguradora…
Tras el éxito de la primera edición de la pasada temporada el próximo domingo 1…