“Tenía papeletas para la lotería del ictus, en la que no quería jugar”

 Maribel Val, médico de UCI, es una de los 200 melillenses que padecen al año esta enfermedad en Melilla.

Era un día normal de trabajo. No hizo nada especial ni le sucedió algo que le causara más estrés del habitual en su labor como médico  en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Pero, nada más comenzar la guardia, mientras charlaba con un compañero, se dio cuenta de que su cerebro pensaba unas palabras que sus labios no podían articular. La expresión de la cara del otro médico comenzó a cambiar y cuando sintió que perdía la movilidad de la pierna y el brazo izquierdo, se dio cuenta de lo que le estaba sucediendo. Ella es Maribel Val, médico de UCI del Comarcal que sufrió en enero de 2013 un ictus mientras estaba trabajando en el hospital. Val es una de las 200 personas que de media sufren al año esta enfermedad en Melilla. Esto significad que se produce un caso de ictus cada dos días.
“Estaba claro que tenía papeletas para una lotería, el ictus, que en ese momento no me hubiera gustado jugar. Era hipertensa, padecía estrés, fumaba, tenía el colesterol alto, algo que desconocía y por lo que no me había preocupado hasta ese instante, y soy mujer. Me tocó”, aseguró Val.
Ayer se celebró en Día Mundial del Ictus y Melilla se sumó a una campaña que se realiza a nivel nacional a través de la Sociedad Española de Neurología. Se instalaron varias ‘consultas’ en la entrada del Hospital Comarcal para informar sobre esta enfermedad, aconsejar a los pacientes sobre cómo prevenirla y realizarles un chequeo médico para comprobar si son candidatos de alto riesgo y pueden padecer un ictus en un futuro. Además, se llevó a cabo una charla informativa sobre este tema y se contó con la experiencia de Val para dar testimonio de lo importante que es prevenir y de cómo se puede superar esta patología.
La médico de UCI aseguró que fue “muy fuerte pasar de ser el médico que atendía al paciente a ser el enfermo que estaba ingresado”. Afirmó fue duro ver los interrogantes sobre su estado de salud en los ojos de sus compañeros y es que ella no era una enferma cualquiera. Ella había visto a enfermos de ictus y conocía muy bien todos los caminos en los que podía desembocar la enfermedad. Pero destacó que gracias a la gran profesionalidad de los compañeros médicos y a que el ictus se produjo mientras estaba en el Comarcal, se pudo coger a tiempo. Eso evitó que las secuelas del infarto cerebral marcarán su vida para siempre.
“Se acumularon en mi mente interrogantes de lo que podía ser mi futuro: ¿Cómo quedaré? No quiero ser una carga para nadie”, indicó la médico de la UCI. Pero, sobre todo, Vals pensó en el sufrimiento que iba a causar en sus hijos y en la angustia que tendrían todos a la espera de cómo se desarrollaba la enfermedad.
La médico desea reincorporarse en un futuro cercano a la UCI, y mientras vuelve al trabajo, afirma que su prioridad es que los ciudadanos conozcan “las papeletas que tienen para jugar en la lotería del ictus con el objetivo de que se deshagan de ellas”. “Se puede hacer con pequeñas acciones por nuestra parte lo cual no quiere decir que sean fáciles ni rápidas”, apuntó. El ictus le cambió la vida. Afirmó que el trabajo, que para todos los doctores es lo más importante en su vida, se ha quedado a un lado porque sabe que lo relevante son “las pequeña cosas que tenemos al lado”.

Teleictus, para noviembre
El gerente del Área Sanitaria, Pedro Villarroel, aseguró que en noviembre se hará realidad una de las promesas del Ingesa: La puesta en marcha del ‘teleictus’. Se trata de un programa que permitirá contactar con el Hospital de Mósteles, donde hay un neurólogo especializado en radiología, que decidirá si un paciente con ictus es un buen candidato para aplicarle un tratamiento llamado fibrolisis.  Villarroel indicó que el próximo mes llegará el material necesario para poner en marcha este programa.
Por otro lado, los componentes de la Asociación  Melillense para la Investigación en Neurología y Cardiología (Amincar) fueron los encargados de atender a los pacientes en la entrada del hospital para determinar si tienen factores de riesgos como para padecer un ictus en un futuro.
En total, 306 personas se realizaron este chequeo médico, un número similar al del pasado año. Rafael Soler, jefe de Neurología del Comarcal, aseguró ayer que se han detectado más casos de personas con hipertensión que desconocían que tenían esta enfermedad, respecto al 2013. También se recomendó a una persona que pida cita en el servicio de Cardiología y se atendieron a cuatro personas en la mesa de Psicología.

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