Javier Pereira es un actor de cine y televisión español. Ha trabajado en conocidas series como ‘Al salir de clase’ o ‘Nada es para siempre’. En 2014 ganó el Goya a mejor actor revelación por la película ‘Stockholm’. Ahora se ha lanzado a dirigir y su primer cortometraje, ‘Suelta’, se ha proyectado durante la XIV Semana de Cine de Melilla.
–¿Qué tal por Melilla? ¿Es su primera visita?
Pues es la segunda vez que vengo. La primera fue hace como cuatro años para una charla de jóvenes emprendedores y estuve un día y medio. Ahí visité un poco todo lo que es la zona antigua y un poco el centro. Esta vez pues he estado disfrutando de la ciudad. Esta mañana he estado en la playa dando un paseo bien a gusto. La gente es muy cercana y estoy encantado por cómo me han recibido.
–Después de su trayectoria como actor, ¿qué le llevó a dar este salto como director?
Desde hace años ya me iba picando el gusanillo, tenía ganas de probar. Y ya me he lanzado, por fin. No me quería quedar con la espina de no haberlo hecho cuando me lo estaba pidiendo el cuerpo. Estoy muy contento, la verdad, y muy satisfecho de haberlo hecho. Me he divertido mucho, me lo he pasado muy bien y sobre todo he descubierto otra cosa que me gusta. Cuantas más cosas tengas en la vida que te gustan, más fácil y llevadera se te va a hacer.
–La experiencia como actor y como director son completamente distintas. ¿Cómo ha vivido ese cambio?
Totalmente, son bastante diferentes. A mí ahora me retroalimentan la una con la otra. Voy a poder dirigir mejor habiendo sido actor, y también voy a poder ahora actuar mejor habiendo visto las cosas desde la dirección. Cuando estás actuando te tienes que enfocar más en la emoción, en el personaje, en cómo tienes que decir las frases y qué quieres transmitir. Cuando estás dirigiendo es otro abanico completamente diferente: tienes que saber llevar un equipo, tienes que pensar en la cámara, en la música, en los actores, el casting… Tienes que estar pendiente de millones de cosas y obviamente tienes muchísimas más responsabilidades.
–Al ser su primera experiencia como director, ¿cómo la definirías?
Maravillosa. (Se ríe). Es que estoy muy feliz de haberlo hecho. A ver, tenía dudas porque uno entra con mucho respeto y con mucha exigencia. Vas con pies de plomo en una parcela que no es la tuya. Pero me siento muy orgulloso de haberlo hecho y disfrutado. Para ser mi primer cortometraje estoy muy satisfecho y me está dando muchas alegrías. Además, aparte de lo bien que me lo he pasado, ha arrancado muy bien en el circuito de festivales. ¿Qué más puedo pedir?
–Además de dirigir, también lo ha producido, ¿verdad?
Lo hemos producido entre La Maldita y yo. Creíamos en el proyecto y nos lanzamos a la piscina. Esperamos ir recuperando el dinero que se ha destinado para hacer el cortometraje.
–‘Suelta’ cuenta la historia de Alba, una chica que se despierta junto a dos chicos y no recuerda nada de la noche anterior. En ella tocas el asunto de la sumisión química. ¿Qué le llevó a querer contar esta historia? ¿Qué pretendía aportar con ella?
‘Suelta’ nace de un asunto de mucha actualidad, que pasa más de lo que creemos, y me apetecía denunciarlo. Además, quería contarlo de una forma distinta y que se viera como un rumor, un cotilleo, un teléfono escacharrado, que se lo van contando de un personaje a otro y como al final esa historia se ha tergiversado hasta transformarse en algo completamente diferente. Y también hacer esta pequeña aportación, desde mi punto de vista, de que tenemos que reeducarnos, tenemos que reaprender comportamientos, tenemos que mejorar y cambiar patrones que se han quedado muy antiguos. En definitiva, hacer pensar sobre lo que somos.
–¿Cómo fue el proceso creativo?
Bastante bien. Yo ya conocía a José Manuel Carrasco y nos entendimos muy bien. Hubo mucha química. Cada uno aportamos unas cosas y estoy seguro de que volveremos a repetir algún día.
–¿Y qué tal trabajando con Olivia y el resto de actores?
Con los actores estoy encantadísimo. He tenido mucha suerte y todos se han entregado enormemente. Tuvimos varios ensayos antes del rodaje y fueron muy bien. También yo creo que ellos se sienten a gusto sabiendo que yo soy actor y sé manejarlos, entenderlos. Hubo mucho trabajo en equipo y se creó muy buen ambiente de trabajo.
–Y del rodaje, ¿alguna anécdota que destacar?
Fueron cuatro días de rodaje en Madrid. Tuve suerte porque cogí el covid el último día, menos mal. Era diciembre y había miedo porque, si te pilla el primero o el segundo día, hay que pararlo todo. Habría sido una faena. Al final lo pillé, pero ya lo pasé en casa descansando. Por suerte fue como una pequeña gripe y todo bien.
–Entonces, ¿va a volver a repetir como director?
Sí, espero que sí porque quiero. Esa es mi intención. Ya estoy empezando a escribir. Me ha gustado mucho y me apetece compaginarlo con mi faceta de actor.
–Y como actor, ¿hay otros proyectos a la vista?
Pues tengo una película española y argentina, es una coproducción entre ambos países, y se estrenará en los próximos meses. Y ahora voy a hacer unas cosillas, pero todavía no se pueden contar.
–¿Algún mensaje que quiera transmitir a los lectores?
Para mí este cortometraje hace un tiempo era un propósito y ahora es una realidad. Da muchísimo gusto cumplir los propósitos y animo a todo el mundo a hacer lo mismo.