El fuerte temporal, que provocó la suspensión de parte de las conexiones marítimas la pasada semana y que nos llevó a ver a uno de los barcos de pasajeros tambalearse como si fuera una atracción de feria, ha sido el causante de que un 10% de los melillenses haya tenido menos presión en el agua que salía de los grifos de sus hogares en los últimos días. Las olas, que llegaron a alcanzar hasta 14 metros en Aguadú, dañaron la desaladora, destrozaron la rampa de acceso a la costa de la Alcazaba y borraron la playa del Hipódromo.
Así de contundente fue el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, que destacó ayer que a última hora de la mañana tenía una reunión de dos horas con todo su equipo para abordar todos estos problemas. Aunque añadió que este encuentro ya estaba previsto para abordar el plan de playas, en el que se está trabajando desde hace meses, en la adquisición de hamacas, sillas para personas con movilidad reducida y otros materiales.
“Este temporal ha sido muy fuerte”, subrayó Quevedo, que explicó que las instalaciones que tiene la desaladora bajo el mar han sufrido los efectos de las intensas olas y eso provocó que de las tres líneas, sólo una pudiera operar la semana pasada.
10% de afectados por el agua
Eso obligó a reducir la presión y lo han notado los melillenses que viven en barrios altos y no tienen aljibes. Alrededor de un 10% de la población se ha visto afectada.
No obstante, ya está funcionando la segunda línea. Ayer los buzos pudieron bajar a las instalaciones dañadas, pues hasta ahora no habían podido por la baja visibilidad que les dejaba el temporal, y Quevedo espera que la tercera línea pueda estar en funcionamiento a lo largo de esta semana.
La Alcazaba
En cuanto a los daños en las playas, el consejero de Medio Ambiente comentó que los técnicos el han asegurado que temporales de otros años ya afectaron a la costa como en la actualidad.
En concreto, las olas se colaron por debajo de las rocas y han hecho saltar la cuesta de hormigón de acceso a la playa de la Alcazaba.
No obstante, Quevedo subrayó que la solución es sencilla en este punto porque se pica el hormigón, se quita y se mejorará la escollera para evitar que vuelva a producirse esta situación.
El Hipódromo
Por otro lado, el consejero de Medio Ambiente reconoció que hay muchos daños en las playas melillenses. Destaca el caso de la del Hipódromo. Quevedo aseveró que “ha desaparecido”.
El temporal se ha llevado la arena, pero también ha roto las redes de agua que abastecen las duchas y los lavapiés de la zona.
No obstante, aseveró que si el esfuerzo que realizan todos los años para poner en marcha el plan de playas es de un 100%, con estos problemas causados por el temporal, será aún mayor.
Por último, Quevedo argumentó que también se está utilizando el Pantano de las Adelfas, porque su gestión ya ha pasado a Remesa.
No obstante, resaltó que espera que para el 2020 Melilla pueda contar con la ampliación del cuarto módulo de la desaladora y, por lo tanto, disfrutar en todos los hogares de un agua de muy buena calidad y, además, que no sea necesario reducir la presión, excepto casos de urgencia.
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