-
Desde que el pasado lunes se procediera al cierre temporal de la frontera de Farhana para que las obras de reforma puedan desarrollarse con mayor seguridad y eficacia, la controversia ha surgido entre distintos colectivos y nada hace presagiar que la situación vaya a cambiar en las próximas semanas.
Los comerciantes que se dedican a intercambiar mercancías entre ambos lados de la linde son los más reacios a la clausura provisional de Farhana. Entre éstos se encuentran los pertenecientes a la Asociación de Comerciantes Sectores de Melilla (Acsemel), suyo secretario declaró a El Faro que piensan plantear soluciones alternativas para tratar de descongestionar la circulación entre el lado español y el marroquí.
Así, afirmaron que presentarán en la Delegación del Gobierno un escrito solicitando que el paso de Mariguari amplíe sus horarios y pueda incluso ser utilizado para el tránsito de vehículos.
Actualmente, el citado puesto fronterizo se utiliza sólo para que niños marroquíes puedan venir a estudiar a Melilla cada día, lo que implica que sólo esté abierto en el horario de entrada y salida de los colegios. Acsemel considera que si se diera pleno uso a ese puesto, se “relajaría” la situación en los pasos de Beni Enzar y Barrio Chino, muy masificados desde que se clausuró temporalmente Farhana.
Los sindicatos policiales muestran sus reservas al respecto. La Unión Federal de Policía (UFP) cree que toda remodelación debe someterse a un estudio por parte de las autoridades y aboga por dar una mayor eficacia a los pasos ya existentes.
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) no confía en que la ampliación del uso de Mariguari sea una solución y también arremetió contra quienes critican el cierre temporal de Farhana, medida que este sindicato había solicitado hace tiempo.
Está claro que en la frontera nunca llueve a gusto de todos.